3 de octubre de 2024

VIDEO. Los desafíos y oportunidades que tiene la industria vitivinícola

La industria vitivinícola mundial está atravesando desafíos pero sin duda alguna, al ser milenaria como la argentina y la salteña, va a poder sostenerlos.

Así lo expresó el director de Viticultura y Enología del Grupo Peñaflor, Marcelo Belmonte, durante su conferencia denominada «Experiencia», ayer, en el ciclo «Hablemos de lo que viene», sobre vino y turismo, que tuvo lugar en el Centro de Convenciones de Salta.

En su disertación, expuso diversos gráficos con indicadores que señalan que si bien la superficie de la producción mundial de uvas va cayendo, la productividad no.

«La uva de mesa está creciendo en el mundo pero la uva de vinificar va cayendo. La productividad se mantiene, se aumenta, o sea, son viñedos más eficientes y esto involucra la pérdida de algunos viñedos de alta calidad en pos de viñedos más nuevos, más productivos, que muchas veces atentan contra la calidad de vinificación, pero es lo que está ocurriendo en el mundo», describió.

Refirió que Argentina ocupa el séptimo lugar en cuanto a la producción de vino y el décimo en cuanto al consumo, a nivel mundial.

Con relación a las exportaciones, hay una caída del país. «Italia, Francia y España lideran la exportación de vino y Argentina no. Hay un desafío muy fuerte y hay muchas causas que explican este posicionamiento del país en la exportación de vinos en el mundo. Uno de ellos es el trato libre de comercio, la macroeconomía muy inestable y que muchas veces la competitividad en exportación está asociada al tipo de cambio y no a una eficiencia propia y industrial», sostuvo.

Pese a este escenario, hay optimismo por el panorama a futuro. «Hay una luz de esperanza para Argentina a medida que hagamos las cosas bien, que la macroeconomía se ordene y que podamos establecer un tratado libre de comercio. Argentina tiene el doble de duties que cualquier otro país del mundo», destacó.

Recordó que del 2000 al 2011 el mercado de importación creció mucho en Argentina creció mucho y significó un círculo realmente virtuoso, luego vino la expansión del malbec. «El viticultor tenía rentabilidad, las bodegas también porque el mercado de importación en el mundo crecía. Después se estabilizó y ahí empiezan, de alguna forma, los desafíos que tenemos que enfrentar ahora todos en la industria», dijo.

Añadió que está creciendo el vino premium y superpremium. «Es el segmento más dinámico de la industria vitivinícola mundial y en el cual Argentina tiene muchas condiciones en cuanto a su calidad de vinos de estar en ese segmento. Ahí crecen, no solamente estos vinos, sino también ese spirit o bienes espirituosos», refirió.

Belmonte considera que todavía hay grandes oportunidades para Argentina. «El país tendría que estar probablemente duplicando el nivel de exportación o de participación en el comercio internacional. Tendríamos que estar más cerca del 5 por ciento que el del 2,5 por ciento», recalcó.

Y agregó que es necesario mayores niveles de inversión en los lugares donde el mercado y el segmento no están demandando más vino.

«Si bien Argentina es un país básicamente de tintos, ha demostrado que tiene una gran capacidad de producir vinos blancos de alta calidad. El mercado está migrando hacia el consumo de vinos blancos», finalizó.

Eltribuno

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