20 de septiembre de 2024

Venezuela mostró las grietas de los sistemas con los que se vota en Salta desde 2013

El sistema de votación electrónica que adoptó Venezuela con el chavismo no es muy distinto al que utiliza Salta desde 2013 con contrataciones que la empresa Magic Software Argentina (MSA) se aseguró ininterrumpidamente a partir de 2009, cuando se adoptó en parte de las mesas electorales de la provincia la denominada Boleta Unica Electrónica (BUE). Por eso voces que insisten desde hace largo tiempo por suplantarlas con una herramienta mucho más confiable, auditable y económica, como la Boleta Unica de Papel (BUP), vuelven a resonar dentro y fuera de las cámaras legislativas.

Hace poco más de una década el soporte tecnológico ofrecido por la firma de Sergio Angelini y Alejandro Poznansky encontró en el gobernador Juan Manuel Urtubey a un puntal que lo impuso en Salta y promocionó desde Argentina hasta Ecuador como «el sistema integral de voto más confiable, seguro y transparente». Aún hoy, pese a las serias fisuras que expertos informáticos expusieron y probaron en todos estos años, esos dudosos atributos siguen siendo la carta de presentación de MSA en su sitio web.

ExCle es otra empresa con la que los hermanos Guillermo y Eduardo San Agustín salieron desde Buenos Aires a capitalizar contrataciones de soluciones biométricas, pagos electrónicos y sistemas de automatización electoral con administraciones gubernamentales de Sudamérica. Como MSA, también se posicionó en Paraguay, pero además abrió un canal directo con el régimen chavista a través del venezolano Javier Machado Requena.

En 2004 ExCle abrió una oficina en Caracas. Cinco años después instaló el sistema de recaudación de impuestos de la Alcaldía de Libertador. En 2011 se aseguró la contratación del sistema con que se validó la identidad de los 19 millones de electores habilitados para la última elección presidencial de Hugo Chávez en octubre de 2012.

En 2013 también empezó a asesorar en tecnología biométrica al Banco de Venezuela y en 2017 quedó al frente del sistema de votación electrónica de ese país, luego de que Smarmatic, la compañía proveedora del hardware, fuera apartara por Nicolás Maduro tras objetar la transparencia de los resultados de los comicios de la Asamblea Constituyente.

En 2020 ExCle fue sancionada por Estados Unidos, y desde ese año el argentino Guillermo San Agustín y el venezolano Machado Requena están incluidos en la lista Ciudadanos Especialmente Designados (SDN, por su sigla en inglés). En consecuencia, sus activos quedaron congelados en el país del norte, donde tanto empresas como ciudadanos estadounidenses tienen prohibido realizar negocios con ellos.

La escandalosa elección de Venezuela del pasado domingo puso nuevamente a ExCle en la mira de gobiernos de la región y la comunidad internacional. No es la primera vez que el régimen chavista enfrenta acusaciones de fraude electoral, pero nunca antes las denuncias se habían focalizado tan nítidamente en la seguridad del sistema de votación automatizado. Hasta el día previo a los comicios, ante insistentes cuestionamientos, referentes de la mayoría oficialista del Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano habían proclamado a los cuatro vientos que los sistemas de emisión, conteo y transmisión electrónica eran «absolutamente inviolables». Las propias autoridades del CNE, después de declarar a Nicolás Maduro como electo presidente para un tercer mandato de seis años, sin publicar un solo dato verificable hasta el cierre de esta edición, sostuvieron que los sistemas habían sido hackeados.

En Venezuela, como en Salta, se vota con boletas que imprimen máquinas. Ambos sistemas tienen conteo y transmisión electrónica. Allá entran a las urnas «papeletas» que aquí se llaman BUE.

Desde comienzos de semana el régimen cargó las responsabilidades contra dirigentes del partido Voluntad Popular. Ayer el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, acusó a la líder opositora María Corina Machado de planear el ciberataque lanzado desde la lejana Macedonia del Norte. Esto, luego de que la oposición anunciara que había logrado reunir el 73,2% de las actas de votación y que el resultado le otorgaba a Edmundo González Urrutia 6,25 millones de votos frente a 2,28 millones de sufragios de Maduro. Todo esto, frente a la indignación incontenible de un sufrido pueblo que sintió una vez más ultrajada la voluntad soberana de su voto, robadas sus esperanzas y vio las calles de Venezuela regadas con la sangre de al menos trece muertos y 117 heridos en manifestaciones de rechazo al resultado anunciado por la CNE.

Insisten por la Boleta Única de Papel

Tras la fraudulenta elección de Venezuela, en distintos rincones de Argentina volvieron a escucharse voces que desde hace largo tiempo insisten en la necesidad de adoptar tanto para las elecciones nacionales como provinciales a la Boleta Unica de Papel. 

José Gauffín, uno de los diputados que presentaron proyectos para incorporar en Salta una herramienta de votación más fiable y menos onerosa que la de Magic Software Argentina (MSA), afirmó que «lo único que garantiza que la voluntad del elector se refleje correctamente en el escrutinio de una elección es la Boleta Unica de Papel. El voto electrónico es vulnerable y caro», sostuvo el legislador del Pro.   

   Una de las máquinas con las que se vota en Venezuela.  

Su par Guillermo Durand Cornejo, del Partido Conservador Popular, confiaba en que un proyecto de su autoría sería debatido en la Cámara baja, pero por quinta vez terminó trabado. «Salvando las distancias con Venezuela, lo que les pasa a ellos también nos pasó a nosotros con el voto electrónico», afirmó Durand Cornejo, en declaraciones a Radio Salta, quien también impulsó un proyecto para eliminar las primarias (PASO). Subrayó que el gasto equivale a «levantar un Hospital San Bernardo».

Juan Esteban Romero, diputado que en 2022 impulsó un proyecto de ley para implementar la Boleta Unica de Papel, recordó que en marzo último volvió a presentar la iniciativa acompañada por otros cinco diputados. «Nosotros venimos sosteniendo desde hace tiempo que el sistema electrónico no es confiable; después de lo ocurrido en Venezuela, más aún», enfatizó el legislador de Salta tiene futuro. Afirmó que el mundo «camina hacia la Boleta Unica de Papel» y reflexionó sobre el contrasentido de «mantener un sistema carísimo en una provincia donde el 60% de la gente es pobre». Insistió, asimismo, en las fallas y vulnerabilidades que expertos en seguridad informática expusieron en los últimos años. Y citó, como antecedente cercano, el fallo con el que la jueza federal María Servini de Cubría prohibió el uso del voto electrónico en 2023 en la  Ciudad  Autónoma de Buenos Aires.

Eltribuno

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