Valle de Lerma: Quemó yuyos en su casa y causó un enorme incendio
Entre la semana pasada y el comienzo de esta, unas 50 hectáreas de zonas residenciales contiguas a la ruta nacional 51 fueron arrasadas por el fuego, provocado por la imprudencia de algunos vecinos, con la excusa de querer quemar los «yuyos» secos de sus viviendas. Se registraron 11 incendios en pocos días, representando un verdadero peligro para la comunidad.
En la zona de San Antonio, cerca de El Encón, la mano del hombre tuvo una intervención directa, según apuntaron los bomberos voluntarios que participaron del apagado de esos focos ígneos. Un vecino encendió un pastizal para limpiar un terreno sin considerar las condiciones climáticas imperantes: sequedad y viento. Estas condiciones propicias permitieron que el fuego se propagara rápidamente. Las llamas alcanzaron un galpón lindero, ocasionando importantes daños materiales. Por suerte, no hubo vecinos lesionados, aunque estuvo cerca de afectar la integridad de los habitantes de esa zona de la ruta 51.
«Tenemos malas costumbres en esta zona. Las ordenanzas no permiten la quema de pastos, pero algunos dicen que es una tradición. No es así, es una mala costumbre que daña el ambiente y, sin control, puede dañar la propiedad privada. Tenemos zonas muy vulnerables, con grandes extensiones de tierras desocupadas llenas de pastos secos y viviendas al lado. Lamentablemente, la gente no entiende. A pesar de las campañas de prevención, siguen ocurriendo este tipo de incendios provocados», contó Martín Padilla, director de Defensa Civil de la municipalidad de Quijano.
Además de San Antonio, surgieron otros incendios cerca de La Silleta. Las pérdidas fueron totales. Se sabe que uno de estos focos se originó también por la quema de pastizales en la zona. Bomberos de La Silleta, Bomberos Albarracín, Bomberos Voluntarios de Cerrillos, Brigada Forestal y Bomberos Sur de la Policía trabajan arduamente para contener el fuego. Desde hace unos diez días, se registran entre 3 y 5 incendios diarios, en su mayoría iniciados por la quema de pastizales, según informaron desde Defensa Civil de Campo Quijano.
El pasto cubano, conocido por su alta combustibilidad, sumado a la sequedad del clima y la imprudencia humana, contribuye significativamente a este peligroso escenario. Los bomberos se encuentran en alerta luego de que cientos de hectáreas, incluyendo cerros y campos de la zona oeste de la región, fueran devastadas por incendios durante la temporada de sequía del año pasado. Parece que este año la situación se repetirá. Una de las principales causas de incendios en esta parte del Valle de Lerma es la presencia del pasto cubano, una especie invasiva que se extiende por los campos. Estas plantas, con sus llamativas flores amarillas, son altamente combustibles debido a su interior hueco.
El incendio afectó a un galpón de la zona.
El crecimiento urbano en el área ha generado una preocupación adicional para los cuerpos de bomberos debido a la densidad poblacional».
«Muchas viviendas se encuentran cerca de las rutas, y la presencia de alumbrado público aumenta aún más el riesgo de incendios forestales, afectando bienes materiales e incluso poniendo en riesgo la vida humana», advirtió el especialista en Defensa Civil, Martín Padilla.