16 de noviembre de 2024

Una radiografía del mundo del vino en Salta

La vitivinicultura argentina creció fuerte en el mundo en los últimos años, en gran parte, gracias a las inversiones en reconversión de viñedos hacia uvas de calidad, la mejora en la elaboración y el trabajo conjunto de la industria para promocionarse en el exterior. Este proceso en Salta, una tradicional zona productiva con bodegas centenarias, creció en calidad y en cantidad, incluso por encima del promedio nacional.

En las últimas dos décadas, creció un 326 por ciento la cantidad de bodegas que producen en Salta, de 15 a 48 establecimientos, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). De ese total son 33 las bodegas que hacen enoturismo, según registros del ministerio de Turismo de la provincia de Salta.

Mientras la superficie de viñedos creció en el país un 13,6 por ciento desde 2000, en los Valles Calchaquíes Salteños, más precisamente en Cafayate, San Carlos, Molinos, Cachi y Payogasta, lo hizo el doble, en un 85 por ciento, al sumar 1440 hectáreas nuevas, a un total de 3.745 en el año 2024, según el INV Delegación Salta.

En este periodo, las bodegas ya instaladas aumentaron la superficie sembrada y, además, surgieron nuevos emprendimientos, tanto de nuevas bodegas como de empresas, que ya producen en Mendoza y tienen ahora tierras en Salta. El 58 por ciento de los viñedos corresponde a variedades tintas y el 99 por ciento de las uvas que se producen, son para vinos finos varietales, índice único en el país.

Los vinos de los Valles Calchaquíes son promocionados como vinos de altura, ya que los viñedos se encuentran entre los 1.600 y 3.111 metros sobre el nivel del mar, lo que les otorga, junto al clima y el suelo local, tipicidades únicas.

Los inversores que se acercaron a la zona, en un inicio, principalmente por su interés en el Torrontés, sumaron luego otras variedades tintas. Hubo una reconversión de la industria desde los años 90, cuando se comenzó a ver y a apostar a la ticipicidad de las uvas y vinos de Salta. Además del Torrontés de calidad, que comienza a ser conocido en el mundo, otras variedades como el Malbec, Cabernet Sauvignon o Tannat se dan de manera diferente en esta zona, con una tipicidad única. Son más frutados y concentrados.

Con el emblema de los vinos de altura, las bodegas y la Provincia llevan adelante muchas acciones para promocionar y difundir las virtudes y bondades de estos productos en el exterior, tales como la participación en ferias y misiones comerciales. Y los resultados están a la vista. Cada vez son más reconocidos a nivel nacional y mundial. Hoy se exportan 1,5 millón de vinos premium a 30 países y si bien Salta produce aún sólo el 1,8 por ciento del total del país, aporta aproximadamente el 8 por ciento de las ventas argentinas al exterior.

Desde el Gobierno de la Provincia de Salta a través del Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable se tomó como política de Estado promocionar al sector vitivinícola, motor productivo y el mayor generador de mano de obra del Valle Calchaqui

El subsecretario de Comercio y MiPyMEs, Luis García Bes, expresó que se busca generar un sentido de pertenecía de los salteños, para que a la hora de elegir un vino, sepan que no solamente son de calidad, sino que atrás de cada botella, hay una persona que plantó, regó, podó, cosechó y así hasta que el producto llegó a la góndola, con lo cual en una articulación público privada se trabajó mancomunadamente para difundir orgullosamente los vinos de altura.

«Salta todavía tiene un gran potencial por desarrollar fundamentalmente por la aptitudes climáticas que posee. Se siguen descubriendo micro regiones productivas y cada una tiene sus características. Un malbec del valle de Cafayate no es lo mismo que uno de Tacuil, Payogasta o Cachi. Cada lugar tiene su especificidad y eso es lo destacable, la diversificación del terroir», finalizó García Bes.

Eltribuno

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