Una industria clave para el interior del país estima una fuerte caída en las ventas y hay paradas programadas en las plantas

Esta semana la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT) cumplió 50 años. La asociación representa a las empresas multinacionales de maquinaria agrícola: AGCO, Agrale, CLAAS, CNH, FPT; John Deere, Jacto y Stara.

Las empresas socias poseen 12 plantas industriales, localizadas en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba donde fabrican tractores, cosechadoras, pulverizadoras, motores e implementos. Emplea a 16.700 personas: 2.700 de forma directa, 5.500 en la red de distribución y 8.500 de forma indirecta.

En 2023 estas fábricas, a través de sus distintas marcas, representaron el 80% de los patentamientos de tractores; 97% de las cosechadoras, 100% de las picadoras de forraje, y el 58% de pulverizadoras. La facturación de las 8 empresas en 2023 fue de casi US$ 1.800 millones y exportó por US$ 415 millones.

“Hoy tenemos un desafío muy grande como asociación y como país. Estamos en un año de muy bajo volumen de ventas, un 30% por debajo de 2023. Al mismo tiempo, tenemos una presión impositiva muy fuerte y distorsiva que penaliza la fabricación y exportación”, comenzó explicando Sergio Fernández, quien es el nuevo titular de Afat desde mayo.

“El primer semestre fue bastante complicado y el segundo semestre también viene un poco frío. Los márgenes hoy son muy acotados para los productores ya que los costos de implantación fueron altos y los precios de los comodities no están en su mejor momento. Algunos, incluso, vienen con deuda de la sequía pasada por lo que no hay un gran apetito de inversión en bienes de capital”, explicó.

“La financiación empezó a liberarse un poco y esto puede ayudar, pero veo una industria que estará entre un 20 y 30% menos en comparación en el año pasado, que ya había bajado”, agregó Fernández, quien también es el presidente de John Deere.

Ante esta menor ventas, alertó que hay paradas programadas en las plantas por el ajuste del volumen de producción, lo que implica suspensiones o recorte de horarios. “En Argentina nos acostumbramos a estos valores porque los ciclos son muy variables, pero en cualquier parte del mundo es una tragedia”.

Sin embargo, Fernández tiene una mirada positiva para lo que viene. “Esto que estamos viviendo sabemos que se va a solucionar”, dijo, y mirando a Fernando Vilella, secretario de Bioeconomía, quien participó del evento, señaló: “Nos sentimos muy recibidos y vamos por la misma línea y con ánimo de solucionar los problemas. Sabemos que así va a ser y ponemos las empresas de esta asociación a disposición para seguir trabajando juntos”.

Uno de los puntos a tener en cuenta para el directivo es que la maquinaria en Argentina es más cara que en otros países. ¿Por qué?: «Ahí tenemos que hablar del costo argentino que todos conocemos, sobre el tipo de cambio o los impuestos distorsivos, como el Impuesto País. Ves que todo eso va rumbo a solucionarse, el Gobierno está trabajando, te escuchan, saben de la problemática.. Si esto mejora, los precios deberían bajar”, aclaró.

En consecuencia, para el titular de AFAT, la renovación del parque de maquinarias “está rayando la obsolescencia”. “Tenemos el 70-80% de tractores con más de 15 años, más del 70%-80 de las cosechadoras con más de 10 años. Obviamente renovar ese parque e incorporar la tecnología es otra pata al camino para hacer una agricultura eficiente y sustentable”, apuntó.

Al respecto, hizo una comparación con Brasil, que tiene una producción de granos de entre 80 a 90% más que la Argentina, pero tiene una industria de tractores y cosechadoras 7 u 8 veces mayor que la Argentina.

Asimismo, planteó otros desafíos, como la eficiencia y la tecnología “En 2050 se van a necesitar un 40% más de alimentos en el mundo, y no hay recursos para alcanzar ese volumen en la forma que estamos produciendo hoy. Obviamente debemos ser más eficientes en el uso de los recursos. Nuestras empresas, que son globales. viendo esto plantean estrategias a largo plazo. Estrategias en las que Argentina es vista como un gran jugador a la hora de alimentar al mundo”, dijo.

En este sentido, la eficiencia va de la mano de la tecnología. «Tenemos que seguir incorporando tecnología. Nuestras empresas invierten millones de dólares en investigación y desarrollo de lo que se conoce como agricultura digital. Y es impresionante lo que eso genera, por ejemplo, 30% menos de semillas usando siembra variable o corte por sección. En aplicaciones 70% de ahorro gracias a la inteligencia artificial. Y en la cosecha, hasta un 15% menos de pérdidas. Nosotros ponemos a disposición del país estas tecnologías de agricultura digital”.