Una escuelita rural cumplió 100 años
La escuela rural «Raúl Alfonsín», ubicada en un paraje conocido como Lote Santa Rosa, a 3 km del centro de la ciudad de Gral. Güemes, cumplió 100 años de vida. Para celebrarlo, docentes de la institución programaron una serie de actividades que se desarrollaron durante el mes de Mayo, culminando este viernes 24, día de su cumpleaños, con un acto en el establecimiento educativo. Estuvo la supervisora, Susana Pontussi en representación del Gobierno provincial; el intendente Carlos Rosso; autoridades legislativas provinciales y locales, además del acompañamiento de otras escuelas rurales del departamento. Todos disfrutaron de distintos números artísticos, que hicieron referencia a tan importante acontecimiento.
Anuncios
El cumpleaños, se celebró en medio de importantes anuncios para la escuelita rural, «estoy muy emocionado, no solo por tantas visitas que nos estuvieron acompañando, sino porque el intendente Rosso, anunció que a partir de la próxima semana, comenzarán a construirnos un tinglado en nuestro patio que tanta falta no hace, un sueño que lleva décadas se está por volver realidad, además, hoy el concejal Kevin Choza nos terminó el techo de una galería, que va a proteger de las inclemencias climáticas a nuestro niños» declaró el director de la escuela José Agustín Méndez.
La escuela rural, que por muchos años se conoció como del Lote Santa Rosa, fue creada en el paraje La Punilla. Años después, debido a la disminución en la cantidad de alumnos, y a la necesidad de contar con una escuela destinada a los hijos de los trabajadores de la caña de azúcar, pertenecientes al Ingenio San Isidro, se decidió su traslado hacia el municipio güemense, en un lote que fue cedido con esa finalidad, por parte de los dueños del ingenio.
«Yo fui la primera ordenanza de esta escuelita, al principio era solo un gran salón a donde asistían alrededor de 600 alumnos, debido a esa considerable cantidad de niños, que llegaban con sus padres de distintos puntos de la provincia y provincias cercanas, como trabajadores golondrinas, sumados a los locales, se tuvieron que construir otras dos aulas con suma rapidez, en esos primeros años todo era muy precario, caminábamos a la intemperie con leña, y solo había tablones para sentarse», recordó la señora Paulina Anaquín, que participó de la ceremonia como personal jubilado.
La escuela cobró gran relevancia hasta los años ´90, década en la cual el ingenio entró en quiebra, los inesperados cambios producidos en poco tiempo, pusieron en riesgo la continuidad de la enseñanza en el establecimiento educativo. El ingenio fue comprado por la firma EMAISA, sus nuevos dueños quisieron recuperar todo espacio cultivable para incrementar la producción. En el Lote Santa Rosa, desalojaron a las familias que aún vivían en él, pero ya no como trabajadores de la fábrica de azúcar. Estas familias, eran las que sostenían la escuela enviando sus hijos como alumnos, todos fueron reubicados en terrenos de los que hoy forman parte del barrio 1 de Mayo. Casi sin alumnos, desde el ministerio de educación comenzaron a evaluar la posibilidad de su cierre, sin embargo, las maestras salieron en busca de los niños, cuyos padres aceptaron en enviarlos a la escuela del Lote, a pesar que, para llegar, debían caminar un kilómetro atravesando por sendas de cañaverales.
Hoy su realidad es muy distinta, con una población que se extiende con dirección Este, la distancia entre la escuela y la ciudad de Gral. Güemes se fue acortando radicalmente. Con este incremento poblacional, la demanda de asiento se ha duplicado en los últimos años, se espera un incremento aún mayor para los años venideros, contando en la actualidad con alrededor de 90 niños.
Las autoridades presentes, descubrieron una placa que recuerda esta trascendental fecha, culminando los festejos con un almuerzo, donde los recuerdos y las anécdotas se hicieron presentes, surgidas de la memoria de cada uno de los asistentes.
