16 de noviembre de 2024

Una calificadora de riesgo mejora la nota de la Argentina, aunque enciende alertas sobre el cepo, reservas y el FMI

En general, la calificadora Fitch Ratings suele revisar la nota que le otorga a la deuda de los países una vez al año. En junio pasado, había mejorado la de la Argentina, al pasarla de C -una categoría límite con el default- a CC, según su nomenclatura. Pero este viernes volvió a elevar su evaluación de la deuda de largo plazo, a CCC. La agencia dijo que confía en que el Gobierno de Javier Milei realice los próximos pagos de bonos en dólares.

La categoría CCC se ubica seis niveles por debajo del grado de inversión (AAA) y en este escalón Argentina está a la par con Bolivia. La suba refleja acontecimientos que han mejorado la confianza de Fitch en la capacidad del país para realizar los próximos pagos de deuda sin buscar algún tipo de ayuda, señalaron los analistas de Fitch el viernes en un comunicado.

Entre esos analistas está Todd Martínez, quien ya le había anticipado el martes pasado a Clarín en una entrevista que podrían acelerar la mejora de la nota de la Argentina, dados los avances que veían en la economía. La agencia había bajado la nota sobra la deuda argentina en marzo a C y luego en junio la había mejorado a CC, que significaba todavía que existía una probabilidad de reestructuración o evento de default en la deuda en moneda extranjera.

«Desde entonces, la situación mejoró. Estábamos preocupados por las tasas reales negativas, la sostenibilidad del crawl (suba del dólar del 2% mensual) y las políticas que van contra las reservas, como la intervención en el mercado paralelo», dijo en esa charla el especialista.

Sin embargo, agregó: «Pero, en los últimos meses el Banco Central compró más reservas que las que vendió y el blanqueo fue exitoso. Ahora estamos más confiados en que van a poder sostener el dólar en los próximos meses y garantizar los pagos de deuda del 2025, más en línea con el mercado, la caída del riesgo país y la reducción de la brecha cambiaria».

Desde el Gobierno afirmaron en repetidas ocasiones que están comprometidos a cumplir con sus obligaciones de deuda. A fines del mes pasado, el Tesoro decidió comprar US$ 2.700 millones al Banco Central para afrontar los próximos pagos de bonos de enero, en tanto que el Gobierno también está negociando una línea de crédito con bancos internacionales.

Según Fitch, en enero y julio de 2025 vencerán alrededor de US$ 4.300 millones en bonos en dólares emitidos bajo las leyes de Argentina y Nueva York. Esto se suma a aproximadamente US$ 2.300 millones en pagos programados de bonos en moneda extranjera por parte del Banco Central en Bopreales (los bonos que se le dieron a los importadores) y US$ 2.700 millones por parte de los gobiernos provinciales.

«Las reservas internacionales siguen siendo bajas e insuficientes para afrontar cómodamente estos pagos, dado que los US$ 30.000 millones actuales consisten en su mayor parte en un swap con China (US$ 18.300 millones), que no es de libre uso, y US$ 5.400 millones en oro que habría que vender primero. Sin embargo, la reciente acumulación de reservas por parte del BCRA y las perspectivas de mayores ganancias deberían respaldar la disponibilidad de divisas para el país», detalla la agencia en su informe.

Otra de las señales de alerta que ve Fitch son las «diferencias políticas con el FMI que siguen empañando las perspectivas de un nuevo programa con nuevo financiamiento. Aún no está claro si el próximo cambio en la administración estadounidense podría facilitar un acuerdo o con qué rapidez».

Finalmente, el fin del cepo es otra de las tareas pendientes que menciona la firma. «Están cerca de las metas de desinflación y agregados monetarios que han establecido como condiciones previas para salir de los controles cambiarios, pero aún no han logrado la acumulación de reservas que probablemente será necesaria para gestionar este proceso sin una gran devaluación que podría restarle valor al proceso de desinflación».

«El tipo de cambio móvil del 2% mensual sostenido desde la devaluación de diciembre de 2023 ha llevado a que el peso vuelva a estar sobrevaluado, lo que podría ejercer presión sobre la cuenta corriente y hace que las ganancias de reservas dependan de flujos de cuenta financiera que son propensos a un mayor riesgo e incertidumbre», advierte Fitch.

Clarín

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