Un micrófono de mentira y un celular roto: cómo fue el operativo de los bomberos para rescatar al hombre en una cornisa del centro porteño
El hombre que amenazaba con saltar desde el techo del Centro Naval, en pleno de la Ciudad de Buenos Aires, accedió a las 18.21 de este martes a mostrarle su teléfono celular a los rescatistas, extendió su brazo y, en vivo por televisión, sus intenciones quedaron anuladas por el accionar de un grupo especializado de bomberos.
Cerca de dos horas antes, vestido con un pantalón oscuro y un sobretodo de tonalidad similar, se subió al techo del lugar y dio comienzo a poco más de 120 minutos de máxima tensión en el centro porteño. Calles cerradas y el GER, el Grupo Especial de Rescate de Bomberos de la Ciudad, junto al SAME, utilizaron «mucho trabajo de psicología» para impedir el salto que tenía destino de fatal.
Diego Coria y Mariano Ledesma, a cargo del operativo y del grupo de rescatistas, contaron ante las cámaras, las mismas que el hombre pedía deliberadamente, que no se conocen las causas exactas por las que el sujeto asumió semejante riesgo, pero sí, que la prioridad era no poner más en riesgo a la victima y convencerla».
Los protocolos ante los casos de presunto intento de suicidio recomiendan lo contrario a los medios, pero el hombre «pedía cámaras» y hasta se le acercó un micrófono, que emulaba a los que usar los cronistas en la calle.
Con él, se simuló una entrevista, revelaron los rescatistas. No trascendió ni qué decía ni a quién, pero a pesar de no tener «un mensaje específico», por lo menos no revelado con claridad, existía la necesidad de difundir algo.
El hombre, de 46 años, no paraba de relojear su teléfono celular, al que estaban conectados los auriculares que nunca abandonaron sus orejas. Tampoco cesaba en ponerse y sacarse los anteojos.
Los avances y retrocesos de los rescatistas eran un vaivén continuo. El hombre se sentaba y se paraba, se acercaba y se alejaba del precipicio urbano. Mientras abajo lo esperaba, a modo de precaución un colchón gigante para amortiguar una potencial caída, las maniobras psicológicas tampoco tenían freno.
Contaron desde el GER que la intención era «sacarlo del foco vida y muerte«, ya que, en el caso de ser un hombre en estado de depresión, lo que se busca es distraerlo.
«Tenemos equipos nuestro con bomberos del GER en la terraza. Está el negociador y ambulancias. Está en un lugar incómodo y peligroso, esperemos que el negociador pueda convencerlo de que se baje», había advertido el encargado del SAME, Alberto Crescenti
La calle Florida, cerrada por completo, se convirtió en una especie de platea de una obra de suspenso que esperaba el rescate, el final feliz.
El operativo incluyó rescatistas a la vista y a escondidas del hombre. Algunos, frente a él, hablándole, pergeñando el modo de atraparlo y otro, en una cúpula, ubicada bajo sus pies, atento a cualquier movimiento en su dirección.
Primero se creyó que estaba vestido como Batman por el sobretodo que llevaba, pero se asemejaba mucho más al lado oscuro de Bruno Díaz, el millonario conflictuado que combatía el crimen en Ciudad Gótica en paralelo a las autoridades de la ciudad ficticia. Esta vez, la realidad era otra.
Los rescatistas avanzaron y retrocedieron en reiteradas oportunidades al intentar convencerlo, mientras el hombre, con su celular en mano, les daba indicaciones. Ese teléfono terminaría cayendo a la calle.
A las 18.17, el hombre accedió a tomar un micrófono que los rescatistas le ofrecieron y comenzó a hablar, primero, hacia la calle, pero después de cara a quienes intentaban asistirlo.
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Sin soltar su teléfono celular y, constantemente observándolo, mientras seguía manipulando sus lentes, avanzó y retrocedió una y otra vez más cerca y más lejos de la cornisa.
Los diálogos entre ambas partes perduraron durante largos minutos hasta que a las 18.21 lograron sorprenderlo y atraparlo, para finalmente bajarlo sano y salvo.
Cómo fue el momento en que los bomberos atrapar al hombre en el edificio del Centro Naval
El momento del desenlace se vivió con tensión. El celular cayó y varios pares de brazos vestidos de naranja rescatista sujetaron al hombre hasta inmovilizarlo, hasta asegurar que ya no tenía chances de saltar.
En las imágenes difundidas del operativo se ve caer al teléfono desde el techo del Centro Naval al pavimento. En la calle, ante el lanzamiento de los rescatistas y el desenlace exitoso estallaron las expresiones de festejo y alivio por parte de quienes observaban la situación.
Es el tercer rescate en las alturas que el GER realiza ante numerosas cámaras de televisión en el último par de meses. El youtuber polaco y el hombre que apareció desnudo arriba de un monumento frente al Congreso. Este fue el primero con intenciones de poner en riesgo su vida.
Luego de tres horas en la cornisa, su destino fue el Hospital Argerich y el inicio de una causa por averiguación de intento de suicidio.
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Así rescataron al hombre que amenazó con suicidarse
Quedó el foco en el grupo rescatista, que actuó con particular velocidad en los instantes clave.
Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, se expresó minutos más tarde a través de las redes sociales y les agradeció a quienes participaron del operativo.
GRUPO ESPECIAL DE RESCATE: ¡UN ORGULLO PARA LA CIUDAD!
Gracias al exitoso operativo del Grupo GER, del cuerpo de Bomberos de la Ciudad, la persona que se encontraba en peligro inminente fue rescatada y no sufrió ningún daño. pic.twitter.com/m16fraAGnX
— Jorge Macri (@jorgemacri) July 2, 2024
«Grupo Especial de Rescate: ¡Un orgullo para la Ciudad! Gracias al exitoso operativo del Grupo GER, del cuerpo de Bomberos de la Ciudad, la persona que se encontraba en peligro inminente fue rescatada y no sufrió ningún daño», escribió.