Un hombre se subió a una cornisa del Centro Naval y generó tensión en el microcentro porteño

Un hombre se trepó a los techos del edificio del Centro Naval, en el microcentro porteño, y se mostró deambulando cercano a las cornisas que dan frente a las Galerías Pacífico. El comportamiento riesgoso derivó en llamados de emergencia y este martes se montó un operativo policial y el corte al tránsito de la calle Florida.

Tras más de dos horas de negociaciones con el GER (Grupo Especial de Rescate), de los Bomberos de la Ciudad , lograron agarrarlo cuando él accedió a mostrarles su teléfono celular.

Al lugar se acercaron la Policía de la Ciudad, bomberos, el SAME y un cuerpo del gabinete psicológico, mientras la situación genera tensión en el microcentro y acumula a transeúntes que filman y observan al hombre subido a las cornisas.

Según informó la fuerza de seguridad porteña, al lugar acudió personal de la Comisaría Vecinal 1D, cerca de las 16, por el alerta transmitida al 911 del hombre que amenazaba con arrojarse al vacío.

Una vez allí, en pleno centro porteño, se constató que la persona caminaba por la cornisa del edificio y se solicitó la presencia del SAME.

La calle se cerró por completo, mientras que los bomberos entablaron comunicación con el hombre.

En diferentes videos divulgados a través de las redes sociales, se lo ve al hombre, vestido con un pantalón oscuro y un sobretodo del mismo color -que confundió a algunos que lo describían disfrazado con una capa-, de pie y gesticulando.

Según las autoridades, se especula con que sea empleado del lugar. Rescatistas intentaban persuadirlo para que se baje.

Alberto Crescenti, director del SAME, definió la situación como «complicada» en diálogo con A24.

«Tenemos equipos nuestro con bomberos del GER en la terraza. Está el negociador y ambulancias. Está en un lugar incómodo y peligroso, esperemos que el negociador pueda convencerlo de que se baje», dijo el encargado de las emergencias porteñas.

En ese sentido, amplió al contar que el hombre se encuentra en un lugar que también «es peligroso para el equipo».

Ante el éxito del trabajo de los bomberos, Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, se expresó minutos más tarde a través de las redes sociales y le agradeció a quienes participaron del operativo.

«Grupo Especial de Rescate: ¡Un orgullo para la Ciudad! Gracias al exitoso operativo del Grupo GER, del cuerpo de Bomberos de la Ciudad, la persona que se encontraba en peligro inminente fue rescatada y no sufrió ningún daño», escribió.

Diego Coria, jefe del operativo, y Mariano Ledesma, jefe del grupo de rescate, en diálogo con la prensa y momentos después de la aprehensión exitosa, calificaron como «algo muy positivo» que la situación haya finalizado sin que el hombre se arrojase.

Mientras el SAME lo revisaba, según contaron los mismo integrantes de la división que se acercó a intentar solucionar la situación, se analizaba adónde lo trasladarán. Finalmente, se determinó que sea al Hospital Argerich.

Además, se dispuso iniciar actuaciones judiciales por «averiguación tentativa de suicidio». Intervino la Fiscalía Criminal y Correccional N° 45.

Al dar detalles sobre cómo fue el proceso, Ledesma dijo: «En todo momento se trató de no poner más en riesgo a la victima y convencerla. Hubo mucho trabajo de psicología».

Además, el bombero comentó que, si bien desconocen los motivos por los que amenazaba con suicidarse, lo que sí hacía era reclamar cámara casi permanentemente. Los protocolos ante los casos recomiendan lo contrario a los medios.

«Pedía cámaras y con el micrófono que se acercó, se simuló una especie de entrevista«, contaron los rescatistas, quienes reiteraron que «no tenía un mensaje específico».

Antes, Crescenti había informado que se había instalado «un colchón abajo que pone Bomberos», aunque la prioridad era «evitar que tenga una actitud de arrojarse».

Los rescatistas avanzaron y retrocedieron en reiteradas oportunidades al intentar convencerlo, mientras el hombre, con su celular en mano, les daba indicaciones y, permanentemente, miraba la pantalla de su teléfono y con los auriculares puestos, según se vio a través de las imágenes captadas por canales de televisión.

A las 18.17, accedió a tomar un micrófono que los rescatistas le ofrecieron y comenzó a hablar, primero, hacia la calle, pero después de cara a quienes intentaban asistirlo.

Sin soltar su teléfono celular y, constantemente observándolo, quitándose y poniéndose sus lentes, avanzó y retrocedió una y otra vez más cerca y más lejos de la cornisa.

Los diálogos entre ambas partes perduraron durante largos minutos hasta que a las 18.21 lograron sorprenderlo y atraparlo, para finalmente bajarlo sano y salvo.

Ocurrió cuando el hombre accedió a mostrarle su teléfono a los rescatistas, quienes saltaron sobre él y lo agarraron.