10 de octubre de 2024

Un día sin gas que abrió enormes dudas para el invierno

La crisis de abastecimiento que ayer dejó sin suministros a estaciones de GNC de todo el país y con restricciones a industrias abrió serios interrogantes para el invierno que se avecina. También dejó al desnudo el déficit estructural que arrastra el sistema de transporte de gas, por plantas de compresión inconclusas en el Gasoducto Néstor Kirchner, que vincula a la Cuenca Neuquina con el oeste de Buenos Aires, y obras de reversión del Gasoducto Norte que se finalizarían recién en junio del año próximo.

En la tarde de ayer la Secretaría de Energía de la Nación informó que los suministros quedarían normalizados a partir de la cero hora de hoy, a través de las inyecciones de Gas Natural Licuado (GNL) que se iniciaron en la mañana desde el puerto de Escobar tras un «contratiempo» que se presentó con cargamento que Enarsa había contratado con la brasileña Petrobras el viernes de la semana anterior. Puntualmente, se supo que las descargas comprometidas -de 14 millones de metros cúbicos diarios- se demoraron porque Petrobras había objetado las garantías ofrecidas por Enarsa, a través de un banco alemán, por barcos con GNC valuados en 22 millones de dólares.

Desde el organismo que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo también se aludió a desperfectos que se presentaron en una planta compresora de San Luis, e inconvenientes en otra de Córdoba, que según fuentes oficiales quedaron subsanados ayer.

La crisis de suministro encierra componentes que trascienden a esos y otros factores coyunturales. De hecho, en estaciones de carga de GNC las restricciones habían empezado a hacerse sentir hace dos semanas.

Otro claro indicador de los problemas estructurales había surgido días atrás desde Cammesa, cuando la compañía que administra el mercado mayorista eléctrico licitó de urgencia 12 cargamentos de fueloil y gasoil para que la generación de usinas térmicas liberara gas para atender los picos de consumo domiciliarios disparados por la temprana ola de frío.

Esos embarques de combustibles, mucho más onerosos que los de gas argentino, podrían haberse evitado, al menos sustancialmente, si la anterior gestión de gobierno nacional y la actual hubieran adoptado las previsiones necesarias para completar la construcción de las plantas compresoras del gasoducto Néstor Kirchner que requerían un desembolso de alrededor de 40 millones de dólares, pero que largo tiempo después de la inauguración de la obra de interconexión energética ejecutada entre Tratallén y Salliqueló siguen inconclusas. Por ello, el citado gasoducto transporta hoy desde Vaca Muerta hacia Buenos Aires solo 11 millones de metros cúbicos diarios de gas, exactamente la mitad del volumen que ya debería estar transportando. Además, con la llegada del invierno deberán desembolsarse cerca de 500 millones de dólares en importaciones, para hacer frente a la mayor demanda, con incidencia en las tarifas.

El escenario es aun más apretado desde Córdoba hacia el norte del país. Ni siquiera el gesto de Brasil, que cedería para el NOA parte del gas que tiene comprometido desde Bolivia, asegura tranquilidad con las producciones de gas de Salta y Tarija desplomadas. La reversión del Gasoducto Norte, indispensable para que el gas de Vaca Muerta pueda llegar a las provincias del norte, tiene tramos de tubería y las adecuaciones en plantas compresoras recién adjudicados, tras un proceso que quedó trunco en 2023, y la finalización de los trabajos está prevista, como plazo máximo, el 30 junio de 2025.

«No es responsabilidad de este gobierno» 

Ayer, ante  los cuestionamientos que desataron el corte de gas a estaciones de carga de GNC de todo el país y restricciones que tuvieron industrias, especialmente en el centro y norte de Argentina, el secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo, afirmó que no es responsabilidad del gobierno de Javier Milei «no contar con la capacidad plena» del gasoducto Néstor Kirchner, que conecta a los yacimientos de Vaca Muerta con la provincia de Buenos Aires . El funcionario cargó en esos térmicos contra la anterior gestión de gobierno nacional, por plantas compresoras que tienen las obras inconclusas y que no permiten aprovechar la capacidad de transporte de la obra de interconexión energética habilitada entre las localidades de Tratayén  (Neuquén) y Salliqueló (Buenos Aires). El citado gasoducto opera actualmente con 11 millones de metros cúbicos diario, pese a su capacidad para transportar hacia la región central del país hasta 22 millones de m3/día.  «Estamos en el otoño más frío desde 1980, no pronosticado y con fuerte demanda de gas. Sumado a situaciones excepcionales, se necesitó incorporar volúmenes de GNL, a precio de mercado, programados para más adelante», señaló Chirillo, a través de su cuenta de Twitter, en referencia a la limitación de la importación de energía de Brasil, la salida de Embalse, inconvenientes en plantas compresoras de Córdoba y San Luis y demoradas en un dersembarco de GLN en el puerto de Escobar.  

Eltribuno

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