«Te sentís un superhombre arriba de esos equipos, aprendí mucho»
«Cuando ingresé a la empresa, tenía 24 años. Mi primer trabajo fue con pico y pala. Después, comencé con el manejo de unidades y fui cambiando de tareas. Hoy, la empresa nos dicta cursos permanentemente, porque cada unidad nueva que llega trae una nueva tecnología que hay que aprender a manejar», contó Marcelo Lescano, quien actualmente, a sus 50 años, reconoce que la etapa más difícil de adaptación a los regímenes laborales fue después de ser padre. Lo positivo: «Todo lo que aprendí. Conozco todo el país gracias a mi trabajo», confió Marcelo Lescano en este encuentro con El Tribuno.
Marcelo Lescano trabaja para la empresa AGV Servicios Mineros. Esta empresa surgió en 1997, ofreciendo servicios estratégicos a las empresas de exploración y explotación minera en Salta y Jujuy, realizando apertura de caminos, planchadas, trinchetas y movimientos de suelo. Sin embargo, no todo ha sido fácil. Uno de los mayores retos para Marcelo fue adaptarse a la distancia de su familia. Desde que se convirtió en padre, la vida entre los turnos de 20 días de trabajo y 10 de descanso, y más tarde los turnos de 10 días, ha sido un desafío emocional.
¿Cuántos años tiene y hace cuánto trabaja en el sector de la minería?
Tengo 50 años y llevo 25 años trabajando en AGV. Soy de Tucumán y fue allí donde conseguí el empleo. Recuerdo que fui a buscar trabajo, ingresé a la empresa, estuve un tiempo corto en Tucumán y luego me trasladaron a Salta.
¿Cuáles fueron sus primeras tareas?
Al principio, comencé como ayudante con pala y pico. Después, surgió la posibilidad de conducir equipos viales, y como tenía conocimiento, empecé con esa tarea. Eso fue apenas ingresé.
¿Cómo fue cambiando su trabajo en estos años?
En términos de tecnología, hemos avanzado muchísimo. Antes trabajábamos con máquinas más rústicas, pero hoy la comodidad de los equipos es impresionante. El cambio ha sido muy bueno para nosotros, los operarios, y ha mejorado el bienestar del trabajador. Antes trabajábamos con máquinas sin aire acondicionado durante largas horas. Hoy, todos los equipos vienen con aire acondicionado incorporado.
En este proceso de cambio, hubo mucho que aprender…
Siempre se está aprendiendo. Cada equipo nuevo que llega lo hace con tecnología más avanzada, y es necesario capacitarse para estar al nivel de los equipos. Cuando comencé a trabajar con los equipos, el operador realizaba el mantenimiento diario. En caso de roturas, avanzábamos hasta donde llegaba nuestro conocimiento, y luego contábamos con la ayuda de un mecánico o, si era necesario, un electricista.
¿Cómo es el trabajo ahora?
Hoy, cada quien cumple su rol. La empresa creció y estamos externalizados. Los operadores contamos con mecánicos y electricistas. Además, con la tecnología actual, los equipos se escanean y el mecánico detecta los problemas mediante computadoras.
¿Cómo fueron cambiando las jornadas laborales?
Las jornadas laborales antes eran de 15 o 20 días trabajando y 10 de descanso. Hoy, depende del régimen que establece cada minera. Algunas son 15 por 15 o 14 por 14, dependiendo del cargo y las tareas.
¿Le costó adaptarse a esa vida?
Al principio, no era tan difícil porque estaba solo. Con el tiempo, formé mi familia en Tucumán, ya que soy de allí. Tuve a mi primer y único hijo a los 28 años, y ahí se volvió más complicado. Para mi esposa, mi hijo y para mí fue difícil. La distancia era un gran problema, ya que mi familia sigue viviendo en Tucumán. Aquí estoy solo, solo con mis compañeros de la empresa.
¿Cómo se organizó?
Hasta hace 10 años, era operador de máquinas. Luego pasé a ser conductor de camiones y equipos pesados, llevando los equipos a la cordillera. Trabajaba 20 días y descansaba 10. Desde hace 8 meses, ya no viajo en camiones; ahora estoy en el taller. Trabajo 10 días y descanso 4, lo que me permite estar más tiempo en casa, aunque los días de descanso son pocos.
¿Cómo es ahora la relación con su familia?
No fue fácil para ninguno. Perdí muchas situaciones importantes con mi hijo, pero mi esposa se dedicó a su crianza, ya que trabaja desde casa con su emprendimiento. Hoy mi hijo tiene 22 años y tenemos una muy buena relación. Terminó una tecnicatura en Administración de Empresas y está continuando con Contabilidad. Nada que ver con lo que yo hago; incluso dice que no le gusta, ¡no le gusta nada!
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Trabajar con maquinaria es algo hermoso. Te sientes como un superhombre cuando manejas esos equipos tan grandes. Cuando me cambié a los camiones, disfruté la libertad de viajar y conocer nuevos lugares. Gracias a este trabajo, conozco toda la Argentina.
¿Cómo cambió el ambiente laboral?
Hoy tenemos personal a cargo. También contamos con compañeras en la parte administrativa y de seguridad. Ellas trabajan bajo la modalidad 15 por 15 cuando están en la mina, y de lunes a viernes en Salta, en la parte administrativa.
¿Qué consejo le daría a los jóvenes que quieren ingresar al sector de la minería?
Que estudien, porque todo requiere preparación. Si quieres ser técnico en seguridad, en ingeniería o en mecánica, hay que estudiar. La formación es clave para conseguir un buen trabajo, un empleo de calidad.
¿La empresa también ofrece capacitaciones?
Sí, gracias a eso tenemos la oportunidad de aprender y obtener certificaciones. En el caso de los jóvenes que no están certificados, pueden conseguir su carnet de manejo interno.