Tartagal: piden apoyo para un merendero que asiste a más de 100 chicos y adultos
El merendero “Corazones Contentos” funciona hace seis años y brinda merienda a más de 100 adultos mayores, niños y adolescentes, de la Comunidad Guaraní “9 de Julio” de Tartagal. Todo el trabajo «se hace a pulmón». La encargada es Irene Vázquez, un ama de casa que tomó la iniciativa de ayudar a los que menos tienen, notando la cantidad de familias en situación vulnerable en la zona. Además, comentó que solicitaron chapas a las autoridades de Desarrollo Social de Salta, para poder armar una galería que les permita guarecer de las inclemencias climáticas a las personas que acuden por esta ayuda alimentaria. Al contar sólo con un patio a cielo abierto. “Una mazamorra, arroz con leche, anchi, té con tortillas, es un alivio para calmar el hambre de estas personas, pero nos hace falta un lugar digno para recibirlos y provisiones de mercadería”, aseguró.
En diálogo con El Tribuno, la encargada del merendero, contó que empezaron con amigos y su familia a llevar adelante eventos especiales para fechas importantes. Por lo que fueron solicitando ayuda solidaria a distintos políticos, luego colocaban de sus bolsillos y así fue que empezaron a ver la necesidad alimentaria de la gente.
Luego, detalló que tratan de dar la merienda dos o tres veces por semana, pero sería necesario hacerlo más seguido por la gran necesidad que se ve en el sector. “Nosotros tenemos una casita humilde y es el espacio desde donde brindamos chocolate para los niños. Todo es a pulmón”. apuntó.
Vázquez comentó que se dedica hacer trabajos de limpieza de vez en cuando y es ama de casa. Mientras que su marido trabaja de albañil. “Tenemos tres hijos. Yo solo cobro el salario de ellos, somos gente humilde, por eso todo aporte nos viene muy bien, para llevar adelante nuestro merendero”.
Respecto al aporte de parte del estado resaltó que es nulo: “En Tartagal no tuvimos ningún tipo de ayuda. Por eso siempre les digo a los chicos que si podemos les daremos la merienda los martes y jueves, ya que muchas veces se nos hace cuesta arriba”.
Además, contó que cuando se los convoca a retirar la merienda, siempre asisten muchos niños, adultos mayores y personas con adicciones. “Vienen con sus tacitas y esperan ansiosos por la merienda. Nosotros no le negamos el alimento a nadie”.
Por otro lado resaltó que siempre se encuentran gestionando todo tipo de ayuda como un aporte a la comunidad Guaraní. Y dijo que lo último que logró es que se acerquen peluqueros solidarios, pero ruegan que no se ponga frío para que se pueda realizar la actividad. Debido a que sólo cuentan con un patio a cielo abierto, en donde reciben a la gente.
“También estamos buscando que venga una doctora para firmar certificados de la escuela, para que las mamás puedan presentar en ANSES. Tenemos a un niño que tiene discapacidad, autismo y retraso madurativo y estas acciones ayudan mucho a su familia”, explicó la encargada del merendero.
Por otra parte remarcó que en la zona “hay mucha necesidad” y contó: “Nosotros pedimos mediante una nota al ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Mario Mimesi, que nos donen chapas para hacer una galería. Ya que nos da todo el sol o el mismo frío y la lluvia, y es el único espacio para recibir a la gente”.
Luego dijo que tiene la esperanza, que en algún momento responderán la nota. «Por lo general hacen oídos sordos y tenemos que andar un montón para que nos den un bolsón de mercadería». Y añadió que lo que necesitan básicamente son cinco chapas, ya que ellos podrán usar palos de la zona para armar la tan esperada galería, que los protegerá de las inclemencias climáticas.
“El tema de mercadería nos viene muy bien. Pedimos que nos colaboren con azúcar, aceite, yerba, arroz y leche”, señaló. Agregó que en cuanto a utensilios para cocinar, dijo que todo lo que tienen es prestado, ollas, cacerolas y cucharones.
Otros problemas de la comunidad
En tanto, resaltó que en la comunidad conviven con la problemática de la falta de agua. “El agua es otro problema, estamos con dos tachos y el aguatero viene una vez por semana, por lo que hace frío. Nos hace falta otro tinaco para cocinar la merienda. La gente tiene sus tachitos viejitos para cargar, otros de lata y cemento”, comentó.
Además, Vázquez pidió a las autoridades que no se olviden de la Comunidad “9 de Julio”. “Necesitamos que nos vean por el tema iluminación, ya que es otro tema que nos expone a la inseguridad”.
La cantidad de personas que buscan la merienda crece
“Cada dos semanas se van sumando más personas. Hasta hace poco recibíamos a 80 y ayer agregué a diez más. El último jueves nos faltó pan dulce. Una diputada nos había donado pero sólo 80 y es feo decirles que no hay más”. A su vez Vázquez contó que realizan tortillas y pan casero.
Un pedido de ayuda
Por último, desde el merendero solicitaron chapas para armar la galería que tanto requieren para asistir a las personas. “No se olviden de nosotros, siempre hay una necesidad enorme en cada comunidad. Desde el Ministerio de Desarrollo Social cada que pueden nos colaboran, pero no es una ayuda permanente”.
Los interesados en colaborar pueden contactarse al 3873341430