23 de noviembre de 2024

Se podrá subir hasta la punta del Obelisco: cómo es la obra que busca a convertirlo en atractivo turístico

Como la Torre Eiffel, en París, o la Columna de la Victoria, en Berlín, en el Obelisco porteño comienza esta semana una obra que revalorizará su atractivo como ícono turístico de la Ciudad. A un año y nueve meses del llamado a licitación, arrancarán los trabajos para instalar un ascensor que permitirá que los vecinos y turistas puedan llegar hasta la cima.

Hasta ahora, la única manera de subir hasta la punta, a 67,5 metros del piso en la Plaza de la República, en donde convergen las avenidas Corrientes y 9 de Julio, es por una escalera vertical de hierro. Pero no está abierto al público. Solo sucede en ocasiones especiales, como en los aniversarios del monumento, y para el ascenso, además de algo de destreza y buen esta físico, hay que contar con la custodia de la Guardia de Auxilio, que también obliga a usar un arnés de seguridad, guantes y cuida en a quienes están dispuestos a escalar en cada uno de los 7 descansos.

Hasta ahora, el ascenso requiere sortear 206 peldaños de la escalera marinera dentro de un tubo oscuro, en el que ademas se sienten la humedad, la soledad y las vibraciones que llegan desde la calle o de los túneles del subte que pasa por debajo.

Todo es quedará en el pasado cuando se complete la obra que se inicia esta semana. En la base del Obelisco ya se ve un obrador. El proyecto impulsado por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, bautizado «Mirador Obelisco», tiene un plazo de ejecución de 8 meses y está motivado, dicen en el Gobierno porteño, por las «necesidades de revalorización del patrimonio urbanístico de la Ciudad, así como por el desarrollo de nuevas experiencias turísticas creativas e innovadoras; que contribuyan a fortalecer la propuesta de circuitos y recorridos».

Tras una semana en la que el jefe de Gobierno, Jorge Macri, dio de baja dos iniciativas que se habían planteado en la gestión de su antecesor, Horacio Rodríguez Larreta, como la preadjudicación del polémico servicio de grúas de acarreo y la venta de tierras en Costa Salguero, ahora se confirma la continuidad del proyecto Obelisco, cuya licitación se había lanzado el 25 de noviembre de 2022.

Una imagen simulada de cómo será el ascensor que llevará hasta la cima del Obelisco.Una imagen simulada de cómo será el ascensor que llevará hasta la cima del Obelisco.

Finalmente, el trabajo se le adjudicó a la empresa Ascensores Servas (SA), a un costo total de $ 188.890.400. Además, como el Obelisco es Monumento Histórico Nacional, la Comisión Nacional de Monumentos intervino para aprobar el proyecto, que no afecta la fachada exterior.

Desde esta semana comenzará a verse un obrador en la base. Aunque ya se realizaron tareas de acondicionamiento para las instalaciones eléctricas. Y cuando los trabajos estén completos, se habrá consumado la idea de fusionar una de las imágenes más icónicas de la Ciudad con la experiencia de subir hasta su cima y tener una vista privilegiada y única de Buenos Aires, que hasta ahora pudieron disfrutar solo unos pocos.

La cima del Obelisco y las ventanas del mirador a la Ciudad. Foto: Fernando la Orden La cima del Obelisco y las ventanas del mirador a la Ciudad. Foto: Fernando la Orden

Cómo funcionará el ascensor dentro del Obelisco

Según el proyecto, al que Clarín tuvo acceso, el ingreso al Obelisco será desde la Plaza de la República, por una de las puertas actuales en la base del monumento. De allí se podrá llegar al ascensor subiendo 8 escalones.

El ascensor será panorámico, con tres de sus caras vidriadas y una escalera metálica alrededor, que estará solo para utilizarse en caso de emergencia.

El Obelisco por dentro, hasta ahora. Un tubo oscuro y una escalera de hierro de 206 peldaños para llegar hasta la cima. Foto: Fernando la Orden El Obelisco por dentro, hasta ahora. Un tubo oscuro y una escalera de hierro de 206 peldaños para llegar hasta la cima. Foto: Fernando la Orden

Recorrerá el interior del Obelisco -desde la base hasta el nivel 55- a través de un sistema de anclaje. Para instalarlo, la estructura del monumento no sufrirá ninguna modificación. Tendrá una capacidad de hasta 4 visitantes.

El ascensor terminará su recorrido en un descanso, que será el paso previo para la llegada hasta la punta. Allí nacerá otra escalera caracol de 35 escalones a través de la que completará el recorrido hasta el mirador, que cuenta con cuatro ventanas que ofrecen vistas de la Ciudad hacia los cuatro puntos cardinales. .

La vista de la Ciudad desde la punta del Obelisco. Foto: Fernando la OrdenLa vista de la Ciudad desde la punta del Obelisco. Foto: Fernando la Orden

Aunque hasta ahora no hay mayores precisiones, sí se sabe que el Ente de Turismo de la Ciudad (EnTUR) será el área de Gobierno que se encargará de coordinar la propuesta turística. Se presume que se abrirá un sistema de turnos previos y que la actividad se desarrollará en horarios que aún no se definieron.

“Con este mirador queremos que todos los vecinos y turistas que nos visitan puedan acceder a la cima de este histórico monumento, y contemplar la Ciudad desde este punto neurálgico inigualable. Realizar estos proyectos e invertir en turismo contribuye a posicionarnos para brindar servicios y ofertas turísticas de calidad», dijo respecto del proyecto Jorge Macri, jefe de gobierno porteño.

La historia del Obelisco

El Obelisco fue diseñado por el arquitecto tucumano Alberto Prebisch y costó 200.000 pesos moneda nacional. La obra estuvo a cargo de la empresa alemana G.E.O.P.E.-Siemens Bauunion-Grün & Bilfinger y fue levantado en 31 días por 157 obreros. La inauguración fue el 23 de mayo de 1936, por lo que en dos años cumplirá 90.

En el espacio que hoy ocupa la Plaza de la República estaba la iglesia de San Nicolás de Bari. Y allí se izó por primera vez la bandera nacional en la Ciudad, el 23 de agosto de 1812, un hecho que se recuerda con una inscripción en una de las caras del Obelisco. En las otras tres se conmemoran la primera fundación de la Ciudad por Pedro de Mendoza, la segunda por Juan de Garay y la federalización de Buenos Aires en 1880.

obelisco

Cuando se inauguró, los diarios de la época lo llamaron “armatoste sin sentido” y “bodrio en perspectiva”. También lo llamaron «feo punzón». Y un verso popular decía: “En el medio de la calle/ hay una mole parada/ la llaman el Obelisco/ y no sirve para nada”. Prebisch, su creador, prefirió definirlo como “una obra abstracta, pura y simple, que nada simboliza”. Sólo Baldomero Fernández Moreno le encontró poesía: “Dónde tenía la ciudad guardada/ esta espada de plata refulgente/ desenvainada repentinamente/ y a los cielos azules asestada”, escribió.

En 1939, el Concejo Deliberante aprobó una ley para demolerlo por 23 votos contra tres. Los concejales argumentaron motivos “económicos, estéticos y de seguridad pública”. Una de las preocupaciones era que los paneles de piedra se desprendían. Lo salvó el veto del intendente Arturo Goyeneche, que alegó que el Obelisco estaba en jurisdicción nacional. Entonces, las placas de piedra fueron reemplazadas por revoque de cemento que, más adelante, fue pintado con 620 litros de látex.

Con los años se fue convirtiendo en un ícono de la Ciudad. Y ahora es uno de los puntos más fotografiados por los turistas, junto con el jardín vertical con las letras BA. También es epicentro de festejos de logros deportivos. El último fue el Mundial de Catar, en diciembre de 2022. De hechos políticos y artísticos, como los cierres de las campañas electorales de 1983 y shows musicales. Además, pasó por intervenciones artísticas, le pusieron un preservativo y hasta se descolgaron con sogas desde su cima.

En poco tiempo más, y por primera vez en 90 años, se ampliarla la posiblidad de conocerlo por dentro y disfrutar de su vista.

Clarín

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