3 de octubre de 2024

Se complica la baja del impuesto PAIS y los empresarios esperan un «volantazo» del Gobierno

Fue un respiro después de las turbulencias en los mercados y los rumores de devaluación que salió a desmentir el ministro de Economía, en medio de las presiones para emparchar el plan de ajuste.

Con ese telón de fondo, Javier Milei y Luis Caputo salieron a ofrendar en las últimas horas una rebaja del impuesto PAIS del 17,5 al 7,5% una vez que sean aprobadas las reformas en el Congreso. Sería el primer paso importante para iniciar la salida del cepo, ya que ese gravamen funciona como un control cambiario al fijar un dólar diferencial superior para las compras con tarjeta de crédito en dólares y las importaciones de bienes. Pero se complicó.

En un informe, el banco BTG Pactual habló de una «victoria política» en el Congreso, pero con concesiones «significativas». Dijo que el Senado le arrancó componentes clave a la ley y la «diluyeron», si bien todavía se puede revertir en Diputados. No solo se redujeron de 41 a 6 las privatizaciones, también fue rechazada la suba en Ganancias y la rebaja en Bienes Personales. «No lo dificulta, impide la baja del impuesto PAIS», tiraron la bronca en Economía.

Hoy, ese tributo es uno de los sostenes del superávit fiscal, con $ 4,8 billones al año (casi 1 punto del PBI). Para reducirlo, Caputo pensaba «reemplazarlo» con recursos de la Ley Bases y el paquete fiscal.

Según cálculos oficiales, el cambio en Ganancias aporta 0,4% y Bienes Personales, moratoria y blanqueo, 0,5% del PBI. En total, cerca de 1 punto del PBI, aunque la mitad es «transitorio» porque el blanqueo es por única vez y ya se perdió un semestre sin esos ingresos.

Cerca del ministro aseguran que la baja del impuesto PAIS permitirá reducir la brecha cambiaria. «Van a ser más baratas las importaciones y más bajo el tipo de cambio importador, lo mismo el dólar tarjeta, no tienen larga vida«, señalaron en un despacho oficial. El primero cotiza hoy a $ 1.061 y el segundo a $ 1.474, una brecha del 17 y el 63% respecto del dólar mayorista. El problema sigue siendo los tiempos y la credibilidad.

Daniel Marx cree que la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal con el ingreso de la cosecha podrían aprovecharse para acelerar la salida del cepo, incluyendo mecanismos para acumular reservas. «El paso del tiempo, probablemente, juegue en contra», advirtió.

Pero otros son mucho más escépticos. «Es chamullo, no tienen con qué», dijo uno de los referentes de la city que Caputo puso en su lista negra.

El ministro usó esta semana la tribuna del Hotel Hilton y La Rural para despotricar contra sus detractores. Dijo que la economía era un paciente con «cáncer terminal» y «metástasis», que necesitaba un «cirujano» y tachó de «salame» al que pedía un «médico clínico». Fue un gancho cruzado a Carlos Melconian, el economista que la semana pasada lo criticó por la falta de un plan económico y lo comparó con un «traumatólogo».

«No veo que quieran salir del cepo, son financistas«, disparó un gurú financiero después de escuchar a Caputo en el hotel de Puerto Madero. Identificó tres motivos: el dólar planchado, el miedo a abandonar las restricciones y la falta de un programa para quebrar la inercia inflacionaria. Es que si bien el dato de mayo arrojó la mayor baja desde enero de 2022 al tocar el 4,2% mensual, la suba de tarifas postergadas podría hacer que rebote al 6% en junio. Un subibaja.

El empresariado no pierde la fe en «un volantazo». La Mesa de Enlace pide una baja de retenciones; las cerealeras, la mejora del dólar blend; y los bancos, la «flexibilización» para operar contado con liquidación.

Santiago Bausili sorprendió a las cámaras bancarias en un encuentro reservado el 3 de mayo pasado por la mañana en el Banco Central, donde sugirió el uso de cheques o pesos para las operaciones inmobiliarias ligadas a los créditos hipotecarios. «La gente quiere verdes», fue la respuesta de las entidades.

El titular del BCRA les pidió que salieran a la cancha, a cambio de permitirles fijar ciertas condiciones (seguros de vida, contra incendio, cobertura, etc) y la eliminación del parking para comprar dólar MEP con los pesos del préstamo, concretada por la CNV. Desde entonces, el Banco Nación ya aprobó 3.000 créditos y recibió 25.000 solicitudes por un monto promedio de $ 71 millones, mientras el Banco Hipotecario registró 145.000 simulaciones en su web.

El gran test serán los pagos de deuda a partir de julio y la mayor dificultad para comprar divisas por la época del año. Con reservas negativas de entre US$ 1.500 y US$ 2.300 millones, el stock negativo podría caer hasta los US$ 5.000 millones, alimentando una mayor fragilidad si el Gobierno no consigue plata fresca. «Argentina en el tercer trimestre pierde reservas, es natural…tenemos margen para perder más de US$ 3.000 millones», se atajó Milei el miércoles en La Rural.

Clarín

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