San Martín: La provisión de agua, ¿en camino de resolverse?
Aunque en el norte de la provincia el invierno transcurre con temperaturas aún más bajas que las habituales, los cortes de agua de los últimos días han comenzado a despertar las alertas en las poblaciones, las que más vienen padeciendo el problema, sobre todo en los últimos dos veranos.
Los trabajos de reconexión de nuevas instalaciones, obligadamente hacen que el servicio se suspenda, pero los norteños, algunos de los cuales han llegado a padecer 8 meses consecutivos de corte de agua como las familias que residen en la zona más altas de las localidades de Tartagal o Aguaray, descreen de cualquier explicación. «No hay agua, consulten por el agua» es el pedido permanente de los sanmartinianos a los medios de comunicación, previendo lo que podría ser un verano que se avecina; y es que si se asemeja a los anteriores, serán meses de consumir agua que a consecuencia de las cianobacterias -algas como se las conoce comunmente- no es apta para el consumo humano y solo puede utilizarse en las tareas de higiene o limpieza. Para lo demás habría que esperar el camión que reparte agua como hacen 100 años, los mismos que este año cumple Tartagal.
El fin de semana y el lunes, el corte en el servicio y que afectó a la mayoría de los barrios de Tartagal estuvo relacionado, según explicó el titular de Aguas del Norte Ignacio Jarsún, «a trabajos técnicos de reconexión por tanto no se puede hacer estos trabajos mientras se provee agua de manera normal. El departamento San Martín está viviendo un período de transición porque la realidad es que se están haciendo una gran cantidad de obras. Algunas ya se concluyeron, otras están en ejecución plena y otras se van a comenzar a ejecutar en un corto plazo. Esa transición implica obras y movimientos y en este caso en particular lo que sucedió es que se estaba ejecutando una conexión en un acueducto entre Tartagal y General Mosconi que es una obra muy importante y no hay manera de llevarla adelante mientras el agua siga corriendo. Por eso se tuvo que cortar el servicio, pero una vez concluida, el servicio comienza a normalizarse».
Más allá de las mejoras o inversiones que puedan concretarse en Itiyuro otro de los grandes inconvenientes es el propio acueducto de 45 kilómetros de extensión que llega a Tartagal ya que hace rato la instalación cumplió su vida útil.
Jarsún consideró que «cada día damos un paso más en San Martín; el pozo (de la comunidad originaria Cherenta ubicada en la zona sudeste de Tartagal) que coincidentemente este fin de semana de corte de agua comenzó a producir importantes volúmenes y de una excelente calidad, indica que cada día damos un paso más, ya que en un par de semanas estará conectado, sumando lo que produce a toda la red. Este pozo, como el de Tonono, que hemos inaugurado hace un par de semanas con el intendente Franco Hernández Berni implica que todos estos vecinos que hasta ahora solo dependían de la provisión del sistema Itiyuro, van a contar con pozos que podríamos decir que son propios de estos sectores donde viven muchas familias».
Situación desesperante
Jarsún calificó a lo que sucedió en el verano de 2022 como «desesperante porque teníamos en Tartagal 80 camiones repartiendo agua y ahora que hemos inaugurado dos nuevos pozos y que tenemos en ejecución otro más en el paraje Tonono, un cuarto detrás de un hiper mercado del barrio San Silvestre, y que estamos a días de inaugurar la cisterna de Villa Güemes, siento que hemos avanzando muchísimo».
La cisterna de Villa Güemes es una obra que comenzó a ejecutarse durante los últimos años, que puede contener 50 mil litros de agua de modo de abastecer desde esa zona alta a los barrios que más padecen la falta de agua, como son los de ese mismo sector y la zona céntrica. «Estamos esperando que lleguen dos válvulas que nos falta y estamos listos para que comience a operar» detalló Jarsún en referencia a esa instalación que recibirá el agua que producen los pozos del Sistema Yacuy con 6 pozos cuya agua subterránea que, al igual que la del resto de los pozos perforados en Tartagal y Aguaray, son de excelente calidad.
Obras en el Itiyuro
Jarsún remarcó que en la actualidad «el agua del sistema Itiyuro está en perfectas condiciones, pero el problema surge cuando se incorpora agua del dique El Limón. Allí, la obra más importante de los últimos 50 años, ya está en un 90% y tiene una capacidad de más de 2 metros de alto para almacenar agua. A eso le vamos a sumar boyas con ultra sonido y que nos van a ayudar a combatir las ciano bacterias. Eso será un enorme avance porque va a transformar toda esa enorme reserva de agua, en una que sea apta para el consumo. Para nosotros será algo así como el broche de oro, porque disponer de esa reserva tan importante, es un logro que no se alcanzaba hacía muchos años», aseguró Jarsún.
