21 de septiembre de 2024

Quebrada del Toro: Mujer denuncia que la amenazan de muerte y pide ayuda

Un seria denuncia de apremios y amenazas de muerte contra una vecina del paraje San Bernardo de la Zorras, en la Quebrada del Toro, tiene como protagonista una vez más a un poblador de la zona, conocido hasta hace poco tiempo por haber colocado un candado en el comedor escolar del lugar y dejar sin luz, ni comida a los chicos que concurren a la Escuela Gabriel de Güemes Montero.

La reprochable actitud ocurrió en abril del año 2021, cuando Valerio Gutiérrez, un enfermero jubilado que trabajó en el lugar, no tuvo mejor idea que poner un candado al depósito del establecimiento educativo a raíz de un litigio judicial por un reclamo de tierras.

En esta oportunidad, Mariela Lamas, vecina del paraje, se acercó a Radio Salta para explicar la angustiante situación que atraviesa por la actual confrontación con Gutiérrez, quien según Lamas, «pretende apropiarse de todo el pueblo sin que nadie le diga nada».

La mujer de 44 años, que vive junto a su esposo en la casa que perteneciera a sus abuelos en el paraje ubicado a unos 15 kilómetros al norte de la ruta 51, antes de El Alfarcito, denunció que es víctima permanente de amenazas de muerte con arma de fuego por parte de Gutiérrez.

Según Lamas, Gutiérrez llegó a ese lugar hace varios años para desempeñarse como enfermero. Como no tenía dónde vivir, la familia García le prestó la casa donde el enfermero vivía y cumplía con sus tareas de asistencia sanitaria a la población del lugar.

«Con los años Gutiérrez hizo un reclamo de posesión veinteñal y se quedó con esa casa, pero después fue avanzando, hasta ocupar una parte del terreno donde está la escuela que también había sido donado. Esa donación la hicieron mis abuelos mediante escribano y con todos los papeles que tengo en mi poder. Se ve que ahora Gutiérrez quiere hacer con mi familia lo mismo que hizo con los García, pero yo no se lo voy a permitir», expresó Lamas.

  Protesta de vecinos de San Bernardo, en 2021, cuando Valerio cerró la escuela.

La mujer relató que el lunes pasado Gutiérrez junto a su hijo Mario, docente en la escuela, estaban quemando pastizales en los terrenos colindantes al establecimiento, donde ella vive junto a su marido.

«Me acerqué a reclamarles y me dijo que me iba a quemar junto con mi casa. No es la primera vez que recibo este tipo de amenazas, ya que veces anteriores me dijo que me iba a volar la cabeza con un revólver que porta», aseguró.

«Después de quedarse con la casa y la tierra de la familia García, ahora Gutiérrez está viviendo en la escuela, al parecer con la misma intención de buscar la posesión veinteañal. Pero mientras tanto utiliza las instalaciones educativas para hacer negocios personales con el turismo», dijo la mujer.

Son ocho los chicos que concurren a la escuela Gabriel de Güemes Montero, que están en riesgo por el accionar de Valerio Gutiérrez.

Lamas asegura que tiene todas las denuncias al respecto, pero que nadie hace nada. Ni la Policía, ni el Ministerio de Educación y no entiendo como el área de Turismo permite que este señor haga lo que quiera en el pueblo», sostuvo.

El antecedente

El 7 de abril de 2021, El Tribuno publicó el insólito caso en el que el enfermero jubilado, con un reclamo judicial por la posesión de 5 hectáreas en San Bernardo de las Zorras, le puso un candado al depósito de la escuela N° 4327 «Gabriel de Güemes Montero». Un sector viejo de la institución donde se acopiaban los alimentos para los niños junto con los artefactos necesarios para que funcionen la energía eléctrica y la provisión de agua.

En medio del litigio decidió realizar la medida extrema de dejar sin comida, luz ni agua a los 12 niños que asistían en ese momento a la escuela ubicada en la Quebrada del Río Toro, departamento de Rosario de Lerma.

«El vecino avanzó sobre un espacio de la institución y está afectando la vida cotidiana de la escuela. Es un espacio del edificio viejo de la escuela y está dejando sin comida, sin luz y en consecuencia sin agua a los 12 niños que tiene la matrícula y a la docente única que imparte el derecho a la educación en la zona. Ya hay una presentación judicial y una denuncia ante la Policía de la Provincia. Le pedimos a la Justicia que resuelva la situación de manera urgente. Al día de hoy hay clases presenciales, pero con graves inconvenientes que provoca es señor que sabemos no es ni siquiera del lugar», dijeron en aquel momento las autoridades educativas.

Eltribuno

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