15 de noviembre de 2024

Pozos peligrosos: En las casas deben tomar medidas de seguridad para evitar riesgos

En el sudeste de la capital salteña la situación sigue preocupante. «Existen pozos ciegos en los asentamientos San justo, Israel, La Lonja y en la zona alrededor del vertedero San javier», explicó el jefe del cuartel de Bomberos Voluntarios «Martín Miguel de Güemes», Walter Chávez.

«La realidad marca que aún hay pozos ciegos en muchos sectores de nuestra ciudad y también en el interior, donde no hay cloacas. Es un riesgo cuando los pozos ciegos están dentro del perímetro de la vivienda y lamentablemente no tienen las condiciones de seguridad en lo que hace a la tapa del mismo», manifestó.

Contó que durante sus intervenciones, han visto muchos pozos ciegos que son tapados con alguna tabla o chapa a la cual le ponen encima tablas para sostenerla. «Esto conlleva un riesgo muy importante. Lamentablemente la tragedia que ha ocurrido en La Poma sacó a la luz las condiciones en que estaba el pozo en desuso. Lo que tendrían que haber hecho es rellenar ese pozo y de esa manera tenerlo más seguro», sostuvo Chávez.

Indicó que «en el caso de que se tenga que poner una losa, tiene que ser bastante fuerte. Evidentemente esa loseta que habían puesto no era fuerte, probablemente no tenía la formulación en lo que hace al ripio y al cemento en una proporción adecuada con por supuesto unos hierros para que adhiera el cemento y de mayor protección».

«Lamentablemente es una realidad que nos toca vivir. Hay muchos lugares en nuestra sociedad donde hay mucha gente que tiene pozos ciegos», manifestó.

Y explicó que los Bomberos Voluntarios, ante una situación de emergencia en pozos ciegos, que generalmente han sido protagonizadas por niños que se precipitan, tienen una demora de entre 5 y 10 minutos para llegar al lugar.

Un caso ocurrió en 2013

El jefe del cuartel de Bomberos Voluntarios «Martín Miguel de Güemes», Walter Chávez, mencionó que el Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines (Copaipa), en 2.012, logró que se apruebe la Ley provincial 7.740 de verificaciones de Condiciones Mínimas de Seguridad para Edificios de Uso Público, empezando por las escuelas. Hasta el momento no fue reglamentada lo cual es grave dado que hay muchos edificios escolares antiguos que representan un riesgo. Los especialistas destacaron la importancia de la reglamentación de la ley que permitirá que los ciudadanos salteños tengan mayor seguridad.

En este sentido, se supo que el Copaipa ha elaborado con la colaboración del Colegio de Arquitectos de Salta (CAS) y la Comisión de Preservación Arquitectónico Urbanístico (CoPAUPS) un modelo de reglamento para elevar al Ministerio de Infraestructura, como aporte para poner en vigencia esta ley que es de suma importancia para velar por la seguridad pública y la preservación del patrimonio.

La falta de acceso servicios básicos y la proliferación de pozos ciegos construidos sin requisitos mínimos de seguridad amenaza la salubridad y la vida de los ciudadanos. En 2013, el caso de un nene de cinco años que se murió tras caer en la letrina de una casa sin cloacas repercutió en todo el país.

El 1 de julio de 2013 a la siesta Emanuel Guitián cayó en el pozo ciego de una vivienda vecina en villa Floresta, donde vivía con su familia.

El accidente ocurrió en la calle Saravia Castro 1700. La madre del niño contó entonces que su hijo estaba jugando cerca de la fosa, tapada con una chapa vieja, en el terreno vecino.

En un momento dado Emanuel desapareció y su mamá comenzó a buscarlo. Le bastaron unos minutos para darse cuenta de que estaba en el pozo.

La mujer comenzó a pedir auxilio a los gritos y enseguida llegó un aspirante a agente de la Policía que vivía cerca. El agente hizo todo lo posible para sacar al niño inmediatamente, pero ya había fallecido cuando logró rescatarlo.

La vivienda vecina donde Emanuel murió estaba deshabitada. El inmueble había sido expropiado para hacer una obra para la circulación del transporte pesado, pero los trabajos estaban paralizados cuando ocurrió la tragedia.

El foso tenía cuatro metros de profundidad y había sido la letrina de una familia. El niño fue víctima de una tragedia que cada tanto se repite en algunos de los lugares más postergados de la provincia y el país.

Eltribuno

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *