16 de noviembre de 2024

¿Por qué los argentinos pagan el impuesto PAÍS por compras en dólares, si lo pueden evitar?

Todas las brechas cambiarias se están achicando ¿Todas? No. La brecha entre el dólar oficial y el dólar tarjeta permanece firme en el 60%. No crece ni se reduce, dado que el dólar tarjeta surge de agregarle al valor del tipo de cambio oficial dos recargos del 30%: uno a cuenta de Ganancias o Bienes Personales y otro por el impuesto PAIS. Entonces, el dólar oficial está en $ 1.022 y el dólar tarjeta en $1.635. A su vez, el MEP está en $1.096, 33% más barato que el tarjeta. O a la inversa, el dólar tarjeta está 49% más caro que el dólar MEP.

Ahora que se acerca el verano y aparentemente muchos argentinos están pensando en viajar al exterior porque hay sensación de “dólar barato”, vuelve a instalarse la cuestión de cómo evitar pagar el dólar turista y, en cambio, abonar los consumos de la tarjeta realizados en el exterior con dólar billete.

Podría pasar eso. Pero lo visto a lo largo de los últimos doce meses dice otra cosa. En septiembre, según el informe del mercado cambiario del Banco Central, “las “Personas humanas” registraron egresos netos por US$ 470 millones, principalmente para gastos por viajes, pasajes y otros consumos efectuados con tarjetas con proveedores no residentes”.

Sobre esos 470 millones de dólares, el fisco cobró el recargo del 60%, pese a que dichas “personas humanas” podrían habérselo ahorrado pagando la parte del resumen de la tarjeta que vino en dólares comprando dólar MEP. En el último año, el promedio mensual de gastos en dólares con tarjeta orilló los US$ 400 millones.

La venta de dólar tarjeta alcanzó entre enero y septiembre de 2024 los US$ 3.093 millones. El dólar minorista promedio de este año es $ 925 y el tarjeta, $ 1480. Es decir que por cada dólar se cobró un recargo de $ 555. El dólar tarjeta aportó al fisco hasta septiembre, 1,7 billón de pesos. Si se cae el impuesto PAíS, el fisco estaría resignando 850.000 millones de pesos.

Es curioso, en medio de las históricas, y casi siempre justificadas, quejas por la presión fiscal, se da el caso de un impuesto que, siendo evitable legalmente, los argentinos igual lo pagan.

Lo que ocurrió fue que una buena parte de esos 470 millones de dólares probablemente fueron producto, para simplificar, de pequeños gastos en dólares, como suscripciones a diarios extranjeros o a plataformas como Netflix, Amazon o Spotify. En el Banco Central consideran que al tratarse de pequeños gastos, los consumidores no se preocupan por tomarse el trabajo de:

-suspender el débito automático de la tarjeta

-comprar dólares MEP

-pagar el resumen

-reactivar el débito automático

¿Qué análisis hace de esto en el Banco Central, pensando en el verano próximo y el impacto que puede tener sobre las reservas el gasto de los argentinos que viajen al exterior?

“Lo que vemos es que hay una parte importante de esos 470 millones de dólares que caen en lo que podría verse como «transaccional». Cuando el volumen aumenta, todo ese incremento marginal la gente lo paga con dólares propios. O sea, pareciera que si vas a pagar tu Netflix, ni te preocupás, pagás el saldo con pesos y con los recargos. Pero si vas a pagar tus vacaciones, al aumentar el volumen, ahí sí te tomás el trabajo de comprar los dólares en el MEP”.

Sobre el impacto en las reservas, la mirada del Central es esta: “Lo que sale del dólar MEP no sale de las reservas netas, sale de las reservas brutas”. Hoy las reservas netas tienen un signo negativo de entre 4.000 y 5.000 millones de dólares. Las brutas están, positivas, en casi US$ 30.000 millones.

Qué quiere decir esto, según la mirada del Banco Central: el uso de reservas brutas obedece a factores que no son controlables por el BCRA o el Gobierno. “Vos te vas de vacaciones dónde y cuándo te dé la gana. Si es caro o si es barato es una cuestión subjetiva. Para un aniversario o para un objetivo de vida puede que seas totalmente inelástico. Vos ahorrás unos dólares, los sumás a las reservas brutas, y los sacás cuando tengas ganas”.

–¿Y qué pasa con las reservas netas?, preguntó Clarín

–En el caso del uso de las reservas netas, que afecta los pesos en la economía, el Central te entrega dólares y esteriliza pesos, y esto sí responde a incentivos de manera más elástica. A un precio pongamos alto, no comprás ni un dólar del BCRA. A un precio considerado bajo, solamente comprás los del Banco Central.

Es probable que la cuestión “argentinos gastando dólares en el exterior” genere una fuerte discusión en las semanas que vienen, asociada al debate sobre si hay o no atraso cambiario y sobre todo por el impacto sobre las reservas, más allá de la distinción entre netas y brutas que hacen en el Central. La evolución del tipo de cambio en doce meses –el MEP subió apenas 27% en el año, frente a una inflación acumulada en ese período de 160%-, no hace más que reavivar el debate.

En ese mismo período, los salarios en blanco según el índice RIPTE tuvieron este movimiento, expresados en dólares: saltaron de 521 en noviembre de 2023 a 979 en septiembre de este año. Un “salariazo” en dólares, pese a que el poder adquisitivo, en pesos, sigue 5 puntos debajo de noviembre de 2023.

Igual, no hay que dejarse engañar por el salario en dólares. En diciembre de 2017, antes del inicio de la crisis que se comió al gobierno de Mauricio Macri, este mismo salario era de 1.700 dólares.

No es que el tema consumo en dólares en el exterior no preocupe al Banco Central. Pero podría haber novedades. Clarín, había informado en agosto que ya estaba casi decidido incrementar el recargo a cuenta de Ganancias o Bienes Personales, para compensar la eliminación total del Impuesto PAÍS, que caduca en los últimos días de diciembre. Esa versión surgió cuando todavía no se había desatado el viento de cola que impulsó la baja de la brecha cambiaria, del riesgo país y la fuerte compra de dólares por parte del Banco Central.

Esta semana aparecieron versiones de que tal cosa tal vez no ocurra y el dólar tarjeta simplemente bajará de precio por la eliminación del impuesto PAÍS. A precios de hoy, entonces, caería de $ 1.635 a $ 1.328. La respuesta definitiva a ese interrogante, posiblemente, la dará la holgura fiscal con que el Gobierno proyecte el 2025.

Pero volviendo al debate atraso cambiario sí o no. En estos días circuló una frase del economista Tomás Bulat; “Quienes tenemos de 40 años para arriba y vivimos en Argentina, sabemos que después de una época de viajes “baratos” a Miami, se viene otra –bastante más larga- de vacaciones en Villa Gesell o Pinamar».

¿Esta vez será distinto?

Clarín

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *