Pese al conflicto judicial, confirman que el subte vuelve a aumentar este sábado: a cuánto se va
“Sí, el aumento del sábado sigue en pie”. Con esa frase simple y concreta, Subterráneos de Buenos Aires (SBASE, la empresa estatal porteña que controla el servicio) le confirmó a Clarín que desde este sábado 1° de junio el subte subirá de $ 547 a $ 650. Explicado así, no debería sorprender a nadie, porque fue lo que el propio Gobierno porteño adelantó cuando anunció que se venía una triple suba de la tarifa. Pero en el medio pasó algo: la jueza Elena Liberatori le dio 5 días hábiles a la Ciudad para reducir los incrementos anunciados, a riesgo de que le suspenda todas las subas y volver al boleto de $125.
El aumento del sábado “sigue en pie” porque el Gobierno porteño, a través de su Procuración General, apeló la decisión judicial y seguirá adelante con el cuadro tarifario y sus incrementos tal como los anunció en marzo.
Así, a la suba de este sábado se le agregará otra, el 1° de agosto, que llevará el boleto a $ 757.
¿Y los 5 días de Liberatori? Allí está el misterio. ¿Qué sucederá antes: se cumplirá el plazo dispuesto por la jueza o la Cámara de Apelaciones tomará alguna decisión (en tiempo récord)? Recién se sabría a mediados de la próxima semana.
Si la jueza ejecuta lo que anunció, debería suspender todo el cuadro tarifario y retrotraer el boleto a los $ 125 que costaba hasta el jueves 16, cuando comenzó a regir el primer aumento.
De haber una resolución de la Cámara de Apelaciones, habrá que ver si es a favor de la jueza o del Gobierno porteño.
Lo que sí está claro es que desde el sábado y por al menos un par de días, el subte subirá a $ 650, tras haber sufrido cuatro incrementos el año pasado más el de este año.
Para SBASE, la justificación tiene que ver con compensar los costos al alza que empuja la inflación, desde salarios hasta mantenimiento, y también para reducir el peso del subsidio en el boleto.
Según informó la empresa estatal, hoy la tarifa técnica del subte es $ 809,57. El número surge de dividir los costos operativos por la cantidad de viajes pagos que se hacen. Es decir, es lo que debería valer el boleto sin subsidio.
Pero el subte tiene fuentes de subsidio propias que fueron creadas en 2012, cuando la Nación le transfirió a la Ciudad el control de la red. En ese momento se votó una ley que determinó que una parte de lo que se paga en los peajes de las autopistas porteñas, un porcentaje de las Patentes de los autos de alta gama y una porción de lo que se abona en concepto de Sellos en los contratos entre privados se transfiera al Fondo Subte, cuya única finalidad es subsidiar la tarifa.
El tema es que la inflación fue alzando tanto los costos que ese subsidio quedó corto. Con un boleto a $ 125 se cubría un 85% de la tarifa real; con el boleto en $ 757 como se espera para agosto, se cubriría un 9% (aunque el monto de la tarifa técnica también subiría).
Además, la tarifa quedaría más en línea con lo que se cobra en dólares en los Metro de otras ciudades. Claro que acá los sueldos son en pesos y con una inflación de las más altas del mundo.
Aún con esta suba y la que viene en agosto, y tal como hoy, se mantendrá el esquema de descuentos para los pasajeros frecuentes. Esto es una quita del 20% para quienes viajen hasta 20 veces al mes; 30% para quienes lo hagan 30 veces; y 40% para los que viajen 40 veces. Además, se mantendrá la tarifa social o el abono gratuito, según corresponda, para empleadas domésticas, jubilados, estudiantes, docentes y ex combatientes, entre otros.
Volviendo a la causa judicial, los 5 días hábiles se cumplirán el martes. Se verá entonces si Liberatori retrotrae los aumentos al cuadro que regía hasta el 16 de abril. Su fallo es claro: le dio el plazo a la Ciudad para que establezca una tarifa “justa y razonable”, y caso contrario suspenderá “lisa y llanamente” la resolución de SBASE que disparó los aumentos.
La causa fue iniciada por la diputada nacional Myriam Bregman, los legisladores porteños Patricio del Corro y Alejandrina Barry, y el metrodelegado de la línea B Claudio Dellecarbonara, todos dirigentes del PTS-FIT. Argumentan que la tarifa técnica fue fijada sin precisión y presentada en una audiencia pública en la que no se tuvieron en cuenta objeciones planteadas