23 de noviembre de 2024

Pese a la emisión «cero», el Gobierno dejó abierta una canilla para emitir hasta $ 30 billones de pesos

Aunque el Gobierno insiste con que la fase 2 del programa está basado en la emisión 0, en la city advierten que el Banco Central dejó abierta una canilla para inyectar pesos.

«Ahora estamos con un programa de emisión cero, de modo tal que aceleremos la convergencia de la inflación hacia la meta cambiaria. Luego, modificaremos a la baja la meta cambiaria y, una vez que la inflación se acerque al 0%, terminaremos de liberar el cepo», dijo este domingo Javier Milei en La Rural.

Según el Banco Central, el nuevo objetivo es limitar la cantidad de pesos al monto nominal existente el 30 de abril de la Base Monetaria Amplia, es decir, un «techo» de $ 47,7 billones de pesos corrientes (o 9,1% del PBI), el mismo nivel que en agosto de 2019, sin cepo. Ahora bien, como esa base (que incluye el circulante, depósitos y deuda remunerada) se redujo a $ 20 billones en julio, la lectura es que hay margen para emitir cerca de $ 30 billones.

«Queda claro que la fijación de la base monetaria tal como fue definida no implica un límite a la emisión, al menos, en el corto plazo», dijo Juan Cuattromo, el titular del Banco Provincia, en su cuenta de X. «La “emisión 0” es un slogan, porque de hecho se permite emisión de pesos hasta alcanzar el límite nominal de $ 48 billones (hoy en $21 billones). Pero con este slogan se vistió la vocación del Gobierno de bajar la brecha cambiaria, interviniendo el mercado de cambios», señaló LCG.

Canilla abierta

El supuesto del Banco Central es que la oferta de pesos quedaría fija sin sobrepasar el tope definido en un contexto de aumento de la demanda de dicha moneda, con lo cual su precio debería subir, lo que implica una apreciación real y una menor inflación. Así, después de contraer la emisión previa para financiar el déficit fiscal (vía Leliqs y pases) se busca una expansión monetaria por mayor demanda de dinero para crédito privado.

Como el Gobierno suspendió las operaciones de pases a partir de la semana pasada, si los bancos necesitan pesos para otorgar préstamos tendrán que reducir sus activos remunerados. En otras palabras, vender las letras LeFi que le compraron al Tesoro y entonces el BCRA emite pesos para pagarles. Las LeFi son el instrumento que encontró el Gobierno para reemplazar la deuda del Banco Central que había en pases.

«El Tesoro ya tiene $ 17 billones depositados para pagar los LeFi, son pesos del superávit y la colocación de Lecap, es la misma deuda del BCRA que ahora la tiene el Tesoro, la idea es que el sector privado devuelva deuda y le pagas con pesos», explicó Ramiro Castiñeira, economista y miembro del consejo de asesores del Presidente.

Para Andrés Borenstein, economista jefe de Econviews, «no es que hay no hay más canillas de emisión de pesos». «Si hay demanda de pesos, está bien que se abastezca, no ayuda decir que los pesos van a ser escasos, mientras tengas política monetaria expansiva, a esta tasa de interés es lógico que los bancos quieran seguir prestando», sostuvo.

Los riesgos del apretón monetario

Con todo, el plan no está exento de riesgos. Mauricio Macri aplicó en 2019 una política de «emisión cero» para controlar la inflación, a costa de un fuerte deterioro de la actividad. «En aquel momento, este volumen no fue suficiente para evitar una nueva corrida contra el peso, cuando las expectativas políticas dieron un vuelco tras las elecciones primarias», advirtió la consultora Vectorial.

Después de iniciar el ajuste fiscal y cortar su financiamiento con emisión monetaria, el Gobierno redujo varias fuentes de oferta monetaria, como los pasivos remunerados del BCRA (mediante la licuación vía baja de tasas y el incremento de la deuda del Tesoro con LeFi) y el financiamiento indirecto del Tesoro a través de BIDs y PUTs. Ahora, avanza en esterilizar la compra de reservas con la intervención sobre los dólares financieros (relegando divisas).

Sin dólares suficientes para salir del cepo ni margen para seguir bajando la tasa de interés (una medida que fogoneo el salto del dólar), el equipo económico ideó entonces una suerte de cepo de pesos. «Los manuales te enseñan que no podés fijar en simultáneo tanto la tasa de interés como la cantidad de dinero de la economía. En este rediseño se intenta manejar ambas cosas», advirtió Francisco Rittorto, de ACM.

El problema, como creen en algunos bancos, es “pasarse de largo” con el apretón monetario y profundizar el parate económico. Esto es que, ante la escasez de pesos, haya que subir fuerte la tasa de interés, encareciendo el crédito que el gobierno intenta estimular. El otro inconveniente es que esa suba incrementará el costo financiero del sector público, que ya está fuertemente endeudado.

Hace 10 días, el ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que «en breve la gente va a tener que vender dólares para pagar impuestos» y que «el peso va a ser la moneda fuerte». El riesgo, según Vectorial, es «prolongar y hacer más aguda la recesión, antes de que los actores económicos se adapten al nuevo esquema y la remonetización a través de los dólares privados pueda ejercer de dinamizador de la producción».

Clarín

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