23 de noviembre de 2024

Peligro de derrumbe en Liniers: denuncian que la misma empresa que causó una tragedia en Caballito pone en riesgo dos propiedades

Aún siguen doliendo las secuelas que dejó el derrumbe del PH de la avenida Pedro Goyena, donde dos hermanos perdieron la vida y aún 13 familias siguen sin poder regresar a sus propiedades. Y en Liniers una familia teme que pase algo parecido, porque la misma excavadora, demoledora, y una constructora que tiene por socia a la misma persona responsable del trágico derrumbe de Caballito, provocó estragos en sus dos depósitos, que están en peligro de venirse abajo.

Una grieta enorme marca la división entre las dos propiedades de Víctor Felipe Freier (66). La apariencia es similar a la que vio Ramón Acuña en su propiedad de Caballito minutos antes de que su casa fuera tragada por la tierra y se llevara su vida y la de su hermana Nélida.

Desde el 13 de enero de 2022, Víctor escribe con detalle en una hoja todos los pasos que dio la constructora hasta el día de hoy, en las obras colindantes de su propiedad y las consecuencias que sufren sus depósitos. “Me han hecho cosas siniestras. No solo estoy lleno de grietas, sino que además me llenaron las canaletas de escombros, pusieron sus máquinas sobre mi techo para trabajar y hasta me hicieron un boquete. Es una locura, no toman dimensión de la gravedad. El que tiene poder hace lo que quiere, mientras que los que no, no podemos hacer nada”, le dice a Clarín.

Victor era dueño de dos depósitos que luego les regaló a sus hijas. Sin embargo, en el interior de las dos propiedades, una ubicada sobre Cafayate 690 y otra sobre Caaguazú 6477, guarda mercadería de su negocio de rodamientos. Según el propietario, el primer encuentro con la arquitecta fue el 13 de enero de 2022. Ese mismo día, la mujer le avisó que se iba a iniciar una demolición de la construcción contigua.

“El mismo día yo le aviso a la arquitecta que tenga muchísimo cuidado porque hay chapas plásticas que se pueden romper y que pueden estropear la mercadería que hay en el depósito”, recuerda con exactitud el hombre, mientras se lo cuenta a Clarín. A partir de esa fecha, la vida de Víctor se abocó a verificar el estado de sus propiedades una y otra vez. Tras la noticia de Pedro Goyena, en un momento de lucidez, la familia Freier comenzó a comparar los QR que están en los frentes de las construcciones de Caballito y Liniers.

Grietas y humendad en dos depósitos de Linieres. Sus dueños denuncian que los causaron las mismas empresas del dererumbe trágico de Caballito, en febrero. Foto: Emmanuel FernándezGrietas y humendad en dos depósitos de Linieres. Sus dueños denuncian que los causaron las mismas empresas del dererumbe trágico de Caballito, en febrero. Foto: Emmanuel Fernández

Similitudes y un mismo modus operandi

Según pudo corroborar Clarín, la constructora que lleva adelante la obra de Liniers es Compañía de Proyectos SA, que tiene por socios a Hernan Ariel Coello, Cintia Renis y Jorge Ezequiel Cueto. Este último nombre es conocido, sobre todo, por los vecinos del PH que se derrumbó el 8 de febrero en Caballito; ocurre que su empresa familiar, MAB Inversiones SRL, fue la que provocó la tragedia en la que murieron Ramón y su hermana Nélida Acuña.

Al igual que la propiedad de Víctor, la demoledora que trabajó en el predio de Caballito fue DEMOVIAL SA, que tiene por dueño a Darío Oscar Da Motta. Esta empresa fue la encargada de tirar abajo la construcción que estaba previamente en los dos lugares y que causó los daños. En cuanto a la compañía encargada de excavar, las similitudes persisten y en ambos casos fueron llevados a cabo por «Barbeiro Javier Matías».

Grietas y humendad en dos depósitos de Linieres. Sus dueños denuncian que los causaron las mismas empresas del dererumbe trágico de Caballito, en febrero. Foto: Emmanuel FernándezGrietas y humendad en dos depósitos de Linieres. Sus dueños denuncian que los causaron las mismas empresas del dererumbe trágico de Caballito, en febrero. Foto: Emmanuel Fernández

Según Victor, 12 días después de su primera comunicación con la arquitecta, su depósito no era el mismo. “La llamé de nuevo y le dije que cuando empezaron a demoler rompieron chapas, que empezó a entrar agua al depósito y que eso comprometía gravemente mi mercadería. En realidad no era que rompieron la chapa, sino que me habían movido la medianera. A lo que la arquitecta me dice que desconoce lo que hizo la demoledora”, explica.

Ese mismo día le dijeron que se iban a hacer cargo de los daños que ocasionaron en su vivienda y le enviaron fotos que mostraban que la demolición se estaba haciendo sin apuntalar las medianeras y sin tomar los recaudos necesarios para evitar posibles daños.

“Mirá el nivel de inoperancia que tienen que la misma arquitecta que le decía que iban a pagar los daños le mandó a mi papá las fotos en las que se ve que lo estaban haciendo mal. Sin haber apuntalado, sin hacer nada”, asegura la hija de Victor, Evelyn Freier.

También recuerdan que el primer contacto que tuvieron con la constructora fue porque la empresa quiso comprarles los galpones. Pero ellos no aceptaron la oferta. “Después nos llamaron para avisarnos que iban a caminar arriba de nuestro depósito, pero no solo caminaron arriba del techo, sino que también pusieron las máquinas con las que trabajaban”, denunció.

Grietas y humendad en dos depósitos de Linieres. Sus dueños denuncian que los causaron las mismas empresas del dererumbe trágico de Caballito, en febrero. Los dueños dicen que perdieron dinero porque se arruinó la mercadería que guardaban. Foto: Emmanuel FernándezGrietas y humendad en dos depósitos de Linieres. Sus dueños denuncian que los causaron las mismas empresas del dererumbe trágico de Caballito, en febrero. Los dueños dicen que perdieron dinero porque se arruinó la mercadería que guardaban. Foto: Emmanuel Fernández

Los dos galpones de Freier quedaron “abrazados” por las propiedades compradas por la constructora. Una especie de L que los dejó en medio de las obras. Las grietas, las rajaduras, las pérdidas de agua comenzaron a ser constantes en los depósitos. Llamaron una y otra vez al Gobierno de la Ciudad para alertar lo que sucedía. Pero no tuvieron respuestas.

“Quiero que me solucionen lo que me hicieron. Causaron un daño enorme, al punto que pagamos ingenieros, peritos. Todo está certificado por escribanos. Hace dos años que venimos gastando plata. El Gobierno de la Ciudad dice que no hay peligro de derrumbe, pero cuando llamamos a los peritos particulares nos dicen que sí, todo lo avala una pericia”, dice Victor.

Algunas de las denuncias que realizó la familia Freier ante la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad.Algunas de las denuncias que realizó la familia Freier ante la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad.

“La constatación del interior del inmueble permitió comprobar que el muro medianero del lateral noreste, lindante con la finca Cafayate 684, presenta serios daños que ponen en peligro en riesgo su estabilidad, como consecuencia de la inclinación de su plano vertical hacia la finca lindera, como así también se observaron múltiples agrietamientos y rastros de filtraciones de agua severos, que ha afectado no solo los revoques sino también las mercaderías allí almacenadas”, dice el informe del perito que contrataron, donde también consta el riesgo de estabilidad del inmueble.

“Del análisis expuesto, se concluye que los daños ocasionados al inmueble de Cafayate 690 tienen indudablemente su causa directa en los trabajos de demolición que se llevaron a cabo en las fincas linderas de Cafayate 684 y Caaguazú 6425”, concluye el escrito.

El boquete que se generó producto de un pequeño derrumbe. En el mismo lugar está el caño de bajada de agua. Cuando llovía el agua que ingresaba inundó el depósito. El boquete que se generó producto de un pequeño derrumbe. En el mismo lugar está el caño de bajada de agua. Cuando llovía el agua que ingresaba inundó el depósito.

Antes de que la familia Freier accione con una demanda judicial, tuvieron varias reuniones con la abogada de la constructora, para que se responsabilicen de los daños, pero en ninguna hubo una resolución.

Tras el análisis del perito, a la familia se le aconsejó no ingresar al predio porque había una gran posibilidad de que todo el depósito se desmorone. Por esa razón, Victor dejó de ir por varios meses, hasta que el 26 de abril de 2023, que volvió y se encontró con un boquete.

Los materiales de los obreros arriba del techo de los depositos.Los materiales de los obreros arriba del techo de los depositos.

“Se vino abajo la medianera. Me rompieron los caños de bajada de agua, había más rajaduras y grietas. Ese mismo día llamé a Defensa Civil y la Policía, que al ver toda la mercadería revuelta me recomendaron hacer una denuncia por tentativa de robo. Pero no lo hice porque días después me operaron por un tumor maligno”, recuerda.

Con una enfermedad de por medio y a los pocos meses de su intervención quirúrgica, Victor volvió a interesarse sobre lo que pasaba en sus depósitos. Volvió a pagar escribanos, peritos, ingenieros civiles para que analicen como sus propiedades se iban deteriorando conforme al avance de la construcción lindante. La constructora fue llamada a una mediación y el abogado les manifestó que no estaban dispuestos a ofrecer nada. Nuevamente fueron citados, pero no se presentaron.

Cuando comenzó la demolición la empresa no hizo un apuntalamiento a la propiedad lindera de Freier. Y eso causó grietas y riesgo de derrumbe, según constató un perito. Cuando comenzó la demolición la empresa no hizo un apuntalamiento a la propiedad lindera de Freier. Y eso causó grietas y riesgo de derrumbe, según constató un perito.

“Después de que me destruyeron todo, en el mes de marzo de 2023 recibí un mensaje de una inmobiliaria dispuesta a comprarme la propiedad a un precio bajísimo. Y me decían que tenía que firmar un papel que decía que renunciaba a cualquier juicio o causa que podría hacer contra la constructora. Yo estaba a punto, por mi enfermedad, de deshacerme de todo este problema, pero cuando vi que me querían hacer eso no podía tolerar esa actitud. Decidí ir hasta el final”, dice con determinación, Victor mientras es acompañado por su hija.

“Se ve que juegan a no tomar los recaudos necesarios para que te hartes y que le vendas tu propiedad. Me fundieron, me hicieron perder toda la mercadería. Me estropearon la propiedad. Los rulemanes son una montaña de cosas oxidadas. Yo quiero que esto quede como antecedente de que hice todo lo posible para frenarlo. Cuando entro, lo hago con cuidado porque realmente tengo miedo. El nuestro va a ser el desenlace que tuvieron en Pedro Goyena, si sigue igual. Te hacen bolsa la propiedad, para que la tengas que vender por dos mangos . Avisamos una y otra vez al Gobierno de la Ciudad y nunca hicieron algo”, dice con hartazgo al terminar.

Clarín

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