«No existe en Javier Milei la palabra derechos humanos»
En un reportaje con El Tribuno de Jujuy, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo reconoció ayer que hasta ahora, «nunca» solicitó una audiencia con el presidente de la Nación y que desconoce si la recibiría. Además, aseguró que «en vez de estar viviendo la democracia más larga de la historia, la estamos sufriendo» y puso en duda el accionar de la Policía en la quema de un auto de prensa.
Luego de las detenciones y el accionar policial durante la marcha en el Congreso en contra de la Ley Bases, ¿cree que este es un Gobierno represor como denunció Unión por la Patria?
Represión existe y el Gobierno no ignora que esto está pasando, es más da las órdenes para que esto pase, así que hay una responsabilidad de algo que no es que lo hemos olvidado, lo hemos vivido en otras épocas donde no había un Gobierno legal como hay ahora. Lamentablemente esto repercute mucho no sólo en nuestro país sino también en el exterior, donde el mundo está mirando a la Argentina también como país en crecimiento, con buena gente, con muchos que han venido a vivir hace muchos años para cambiar su vida y encontrar la riqueza que tiene esta tierra. Lo que pasó con estos jóvenes fue infame, todavía hay algunos que están detenidos. Felizmente la doctora Servini de Cubría obró con garantía de libertad y sobre todo de democracia. Estas cosas duelen, sobre todos a nosotros que estamos buscando a las víctimas del terrorismo de Estado y que los hijos de esas víctimas tengan que vivir estos momentos porque quieren ser partícipes de la historia del país, duele. Golpearlos, detenerlos y ponerlos todos juntos en un lugar inhóspito fue muy criticado por el mundo.
El Gobierno acusó a los manifestantes de realizar un intento de «golpe de Estado», ¿fue así?
¡Pero por favor!. Eso fue para magnificar el acto. Hoy en día todo se ve por las fotos y los videos. Fue una reunión donde la gente fue a estar presente en una actitud igual que la que marchamos siempre, pero los únicos que hacían estas represiones y golpes eran las dictaduras. Uno no quiere nombrar esa palabra pero se acuerda y la vuelve a vivir estando en democracia.
En las imágenes, también se vieron manifestantes muy violentos arrojando piedras, palos y hasta prendiendo fuego un auto de prensa…
Fue muy extraño eso de que fueron a prender fuego un auto y estaba toda la Policía ahí y nadie se movió para decirles que no lo hagan. Eso fue también parte de esta cosa que quieren hacer haciendo quedar mal a los jóvenes. Sin embargo, la Policía estaba toda ahí viendo como primero tiraban el auto y luego lo incendiaban. Están tratando de intimidar.
El mismo día que ocurrieron los incidentes, hubo senadores peronistas como Carolina Moisés que votaron a favor del Rigi, ¿cómo lo tomó?
Es muy difícil porque está en cada uno. A veces uno dice «yo voy a hacer esto porque no corresponde» y después cuando van a votar algo arreglan, no sé qué, y ponen el voto a favor. Estas cosas nos muestran que debemos unirnos como ciudadanos y participar en paz de todo lo que podamos para poner nuestra voz y nuestra presencia en la historia que va llevando adelante la Argentina.
Si tiene que definir la gestión de Javier Milei en materia de derechos humanos, ¿cómo lo haría?
No existe en Javier Milei la palabra derechos humanos, no existe. Por lo visto no reacciona. Hubo una vez que Milei estaba junto a su hermana hablando con alumnos de una escuela y se desmayó al lado de él un chico que lo estaba custodiando con la Bandera. Se dio vuelta y dijo: «Uy, otro que se cayó» y siguió hablando. Eso da una imagen total de quien es quien. Si se cae un chico, uno deja el papel que tiene en la mano, deja de hablar, dice «esperen momento, llamen a un médico». ¿No le nace ayudarlo? Hay cosas realmente espantosas que hace Milei… tenemos que tener respeto porque lo votó el pueblo pero hay que exigirle el respeto que él tiene que tener hacia el pueblo.
El Gobierno pone en duda la cantidad de desaparecidos y reivindica la teoría de los dos demonios, ¿piensa que Milei es un negacionista?
Claro, por supuesto. Porque eso está probado no sólo por los familiares de las víctimas sino por la historia comprobada de la sociedad argentina. Si esto es así, no hay que negarlo. El negacionismo es muy malo cuando se quiere cambiar lo que sucedió en realidad.
¿Cuáles son las cosas que más le preocupan?
La actitud, la indiferencia, la violencia, lo negativo. Todo esto que se impregna en el resto de la sociedad y después cuesta mucho decir que eso no es cierto. En vez de estar viviendo la democracia más larga de la historia estamos sufriendo una democracia.
¿Qué siente cuando acusan a las organizaciones sociales de «lucrar con el curro de los derechos humanos» y de que son realmente organizaciones políticas?
El presidente sabe que está mintiendo. Lamentablemente alguien que tiene la misma forma de pensar que él le creerá o le convendrá. Todo esto que está pasando es tan insólito porque hemos tenido Gobiernos anteriores que también tenían disidencias con los derechos humanos, pero nunca fueron tan brutales. Este hombre (Milei) es una persona payasesca a veces, grita y canta. Sería lo de menos si le gusta cantar, lo malo es lo que hace como presidente de un país que está en la democracia más larga de la historia y que hay que fortalecerla y no debilitarla.
¿Nunca tuvieron una reunión con el Gobierno desde que asumió Milei?
No. Cuando él ganó dije que lo primero que iba a hacer es lo que hice con todos los gobierno democráticos, que es pedir una audiencia. No la he pedido hasta ahora porque no sé si me la van a dar y que resultado tendrá estar frente a esta persona que, seguramente, no será muy grata la entrevista con él. Hasta ahora nunca he pedido una audiencia con Milei, vamos a ver más adelante. Yo estoy dentro de una comisión directiva que es la que también resuelve. Ahora son los nietos los que están haciendo el trabajo de las Abuelas que no están. Somos sólo dos las Abuelas que estamos vivas, el resto ya no está. Hay que tener fe, sobre todo en el pueblo.