20 de septiembre de 2024

«Necesitamos que más médicos vayan a los territorios de nuestra geografía provincial»

Nelson Gómez Medina tuvo que tener la autorización firmada, en asamblea, por los 50 caciques de la zona para poder ejercer como médico en Rivadavia Banda Sur. Por supuesto que la autoridad sanitaria de la Provincia y hasta el mismo gobernador, Gustavo Sáenz, apuraron toda la pertinente burocracia para que el galeno vaya lo más antes posible a ejercer su noble profesión en la profundidad de los territorios del Chaco salteño.

Sucede que Nelson nació y se crió en ese pueblo, que ahora es ciudad. La noticia es que tras recibirse, pidió volver a sus pagos para ejercer la noble función social de la Medicina. Por supuesto que el consejo de caciques, el intendente, el cura y hasta el comisario aprobaron aquel pedido. No son tiempos donde los profesionales vuelvan a sus orígenes para perder de ganar mucho dinero.

Es que el hombre pasó su infancia en esos calores intensos, soportando los temporales que rompen las comunicaciones, el aislamiento, el viento marrón del norte. De niño, criollo como es, vio a las familias indígenas de cerca, entendió su lógica y aprendió a resistir el ciclo insistente del río Bermejo por reclamar su territorio.

Por esos «desechos» que tienen sus huellas, el hombre vuelve entonces a devolver lo que alimentó por años. Pero el proceso fue largo.

Hoy tiene 30 años y está casado con Alejandra, con quien tuvo a Julieta, de 12 años; y a Benjamín, de 10. Fueron padres muy jóvenes. Ya estaba conformada la familia cuando Nelson decidió estudiar Medicina en la Universidad Nacional de La Rioja. Fue una decisión muy estudiada y comprometida; estudiar en la universidad con una familia es muy duro, es una cuenta pendiente del sistema. Sin embargo, en menos de 7 años se recibió; eso fue hace 8 meses atrás. 

Por supuesto que el médico del monte vino a Salta y le ofrecieron un cargo en J.V. González, departamento de Anta. Si bien el clima puede ser parecido, el hombre no se sentía en su lugar. Pidió el traslado y el trámite no demoró: desde el 1 de mayo está en su territorio que, como buen chaqueño, es como su casa.

«Yo vivo feliz en esos montes. Las familias son muy agradecidas y muchas veces recibo regalos. Un pacú, un pedazo de chanchito cocinado (ríe). Yo he resignado tener buenas ganancias para venir a mi tierra y trabajar por mi gente. Yo siempre he pensado en mis abuelos que tuvieron difícil el acceso al derecho a la salud. Ahora estoy yo en nuestro territorio y los puedo atender; soy muy feliz por eso», dijo el médico encendido.

Para tener una idea de lo diverso de la territorialidad, en estos días se están dando muchos casos de dengue en Rivadavia Banda Sur.

El hombre sabe de la dificultad ancestral que existe para dar cobertura a los puestos y parajes más alejados, terrenos de monte virgen en donde hay que saber hablar en wichi, respetar la cultura indígena, también entender a los criollos que no son fáciles, conocer la incertidumbre del clima y las condiciones de los caminos, las distancias que no se miden el kilómetros sino en horas; el Chaco salteño no es para cualquiera.

Y si de distancia se habla, él tiene bien contados los kilómetros que hay desde Rivadavia hasta La Rioja. «Son 1200 km», dice. Porque resulta que su familia se quedó en aquella ciudad y es por eso que cuenta los km y las horas que necesita para ir hasta la provincia cuyana a visitar a su familia.

En la zona

«Yo ya voy teniendo una visión más seria de la situación y puedo decir que el 95% de las fiebres son por parasitosis y es por el agua. Esto que antes lo sabía por vivir ahí, ahora lo voy entendiendo de otra manera. El uso del agua y toda su complejidad. También veo que no tenemos técnicos radiólogos, kinesiólogos o tantos otros que nos hacen falta. No hay farmacia en Rivadavia. Para una placa para un quebrado hay que ir hasta Orán. Son todas condiciones que siempre fueron así, que las van mejorando de a poco y que hace que un médico en la zona sea muy importante. Es por eso que yo rescato la necesidad de que más médicos vayan a los territorios de nuestra geografía provincial porque trabajar en ellos es maravilloso», dijo Gómez Medina.

El doctor también rescató la tarea de los enfermeros. Él está junto a otro médico apoyados por un grupo de trabajadores de la Salud que son verdaderamente «todo terreno». «Tenemos 4 ambulancias, dos para las zonas cercanas y dos muy bien preparadas para ir más lejos. Pero lo que rescato es la tarea de los compañeros enfermeros que llegan a todos lados. Hay zonas que siguen inundadas y yo me pregunto cómo hacen para llegar. Muchas veces se montaron a caballo o en motos de los vecinos y llegaron. Ellos son los verdaderos héroes de esos montes», dijo emocionado.

Y vuelve a hablar de su tierra y la mirada se vuelve sendero. «Eso es lo más lindo de trabajar en el Chaco salteño. Uno sale, recorre la zona, te invitan a pescar, te reciben con una comida, son agradecidos y se sabe el importante rol social que tiene un médico en el monte», concluyó.

Eltribuno

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