«Momento único cuando padres adoptivos y niños se conocen»
Una publicación en las redes sociales de un diario de la Capital Federal unió dos vidas en extremos opuestos del país. Una docente de educación especial de Caleta Olivia, Santa Cruz, leyó la noticia que cambiaría su vida para siempre: una niña de 4 años con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en Tartagal, Salta, se encontraba en estado de adoptabilidad. Movida por un impulso irrefrenable, la mujer no dudó en iniciar los trámites legales y, tras cumplir con todos los requisitos, viajó a Salta para conocer a la pequeña. Hoy, ambas comparten una vida llena de amor y esperanza en el sur del país.
Una publicación en las redes sociales de un diario de la Capital Federal unió dos vidas en extremos opuestos del país. Una docente de educación especial de Caleta Olivia, Santa Cruz, leyó la noticia que cambiaría su vida para siempre: una niña de 4 años con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en Tartagal, Salta, se encontraba en estado de adoptabilidad. Movida por un impulso irrefrenable, la mujer no dudó en iniciar los trámites legales y, tras cumplir con todos los requisitos, viajó a Salta para conocer a la pequeña. Hoy, ambas comparten una vida llena de amor y esperanza en el sur del país.
«En pocos meses, la nena comenzó a hablar. Hoy disfruta de una familia que la ama, la contiene, la ve crecer y progresar cada día», relató con emoción la jueza de Personas y Familia N°1 de Tartagal, Claudia Viviana Yance, quien estuvo a cargo del proceso de adopción.
La jueza Yance describió el primer encuentro entre la niña y su nueva mamá como un momento «indescriptible» y «casi mágico». «Hay un instante especial en el que los padres adoptivos y los niños se conocen que es único. Yo podría definirlo como un amor a primera vista», expresó.
Yance, junto a su equipo conformado por una psicóloga y una asistente social, trabajó arduamente para garantizar el derecho de la niña a una familia. «En primer lugar, retiramos a la menor del ámbito familiar desfavorable. Luego, agotamos todas las instancias para que pudiera permanecer con familiares, como tías o abuelos. Finalmente, en conjunto con la Secretaría de la Niñez, se decidió su institucionalización en un hogar en tránsito de la provincia. Tras evaluar su situación, declaramos su estado de adoptabilidad y, a través del registro de adoptantes, elegimos a la familia que mejor se adaptaba a las necesidades de la niña», detalló la magistrada.
Desmitificando la adopción
La magistrada aprovechó la ocasión para desmitificar la creencia de que los trámites de adopción son excesivamente largos. «Muchas veces veo en redes sociales comentarios que afirman que estos procesos llevan años, pero eso no es cierto. Si bien existen plazos que debemos cumplir para garantizar los derechos y la seguridad de los niños -que ya vienen de situaciones de vulnerabilidad-, una vez que se concreta el encuentro con la nueva familia, se realizan controles y monitoreos durante seis meses. Si todo está bien, se inicia el trámite para la adopción definitiva, que no debe extenderse por más de cuatro meses», explicó.
Yance instó a quienes deseen ser padres por adopción a que se informen a través de canales oficiales, como la página web del Poder Judicial. «Es importante que consulten y no se dejen llevar por información falsa», remarcó.
La realidad de Salta
La magistrada explicó la realidad que se vive en Salta en materia de adopción. «Es triste decirlo, pero en nuestra provincia la cantidad de niños -desde bebés hasta adolescentes- supera la nómina de postulantes», lamentó. Yance señaló que los niños más grandes suelen tener menos posibilidades de ser adoptados. «Los preadolescentes y adolescentes enfrentan el prejuicio de que pueden ser problemáticos y que será difícil que se adapten a una nueva familia», señaló.
«Yo les preguntaría a las mamás que tienen hijos adolescentes, que han vivido con ellos desde el primer momento, si no han pasado por etapas desafiantes. Todos los niños, en algún momento, pueden presentar dificultades», reflexionó la jueza.