Metán: una peligrosa combinación de robos y consumo de drogas
En San José de Metán vecinos y autoridades están alarmados por la audacia de ladrones, que sufren adiciones a las drogas, e ingresan a las casas y a locales comerciales para apoderarse de elementos de valor para luego reducirlos a precios irrisorios para comprar estupefacientes.
La problemática va en crecimiento a pesar de la presencia policial y los operativos policiales en los que ya detuvieron a menores y a jóvenes que son conocidos en el ambiente delictivo.
Días pasados una mujer ingresó al estudio de un contador ubicado en el centro de San José de Metán.
«Esta chica, que es mayor de edad, había estado detenida a las 18 y la liberaron a las 23.30 ese mismo día por disposición de la Justicia. A las 23.50 se metió a mi estudio. Yo estaba sentado en la oficina y sentí un ruido adelante, fue como quejido», dijo el contador, Mariano Jeréz.
Una mujer escondida
«Me levanté y fui a ver y en ese momento observé que había como un bulto rojo. Era la mujer que estaba escondida detrás del escritorio. Cuando prendí la luz vi que estaba sentada y que tenía un ojo morado», destacó el profesional que tiene su oficina en la avenida 9 de Julio 527 de Metán.
«Me dijo que la disculpara que le había pegado un hombre que estaba afuera y que la ayudara. Yo le dije que se quedara tranquila, salí a ver y no había nadie. En realidad trató de engañarme, por eso llamé al 911. Luego llegó la Motorizada y cuando la Policía Femenina la revisó tenía varios elementos de mi estudio, como una agenda, luces de emergencia pequeñas y cargadores de celulares, ocultos entre sus prendas», dijo Jeréz.
Después el contador supo que la mujer es oriunda de Rosario de la Frontera y que tiene antecedentes.
Problemas de adicciones
«A la tarde esa misma mujer había entrado a robar en viviendas del barrio Duplex. Es increíble pero ingresó a la casa de mi suegra y sustrajo prendas de vestir. Me dijeron que lo hace porque tiene problemas de adicciones», señaló.
En marzo pasado el contador sufrió otro robo y destrozos en su estudio. «Era un chico que también tiene problemas de adicciones. Lo agarré adentro, donde había tirado todo e incluso tomó cerveza y fumó un habano», dijo Jeréz.
«Se quería llevar varios elementos y hasta cañas de pescar. Luego se lo entregué a la Policía. Pero después todos estos chicos, adictos vuelvan a salir y siguen haciendo de las suyas en casas y comercios», dijo el profesional.