Megaoperativo y tensión en Once: allanaron 197 depósitos de mercadería ilegal de manteros

Unos 600 policías allanaron este viernes a la mañana 197 galpones de manteros en la zona de Once, en búsqueda de mercadería ilegal. «Es un operativo por marcas apócrifas, manteros. La idea es liberar espacio público», indicaron fuentes de la Ciudad sobre los operativos en una zona en la que las veredas lucen repletas de vendedores y es uno de los barrios con más alto índice de venta ilegal.

El operativo, que arrancó cerca de las 7 de la mañana, se realizó en el perímetro comprendido por las calles Pueyrredon, Rivadavia, Corrientes y Pasteur. Y se llevó a cabo tras cinco meses de investigación que llevaron adelante agentes del Ministerio de Seguridad porteño.

Desde temprano en las calles se vio un importante despliegue de personal y móviles, por lo que hubo algunos cortes parciales en las calles y demoras en el tránsito, sobre todo en la avenida Pueyrredón entre Corrientes y Sarmiento.

“En Once se terminó la joda. Le acabamos de dar un golpe durísimo a la mafia que inundaba de suciedad y trabajo esclavo las calles de Once. Recuperar la libertad también es esto: hacer cumplir la ley. ¡Felicitaciones a los 600 Policías de la Ciudad que pusieron el pecho!», aseguró el jefe de Gobierno, Jorge Macri.

Ya cerca del mediodía se vieron los primeros resultados. El objetivo, según dijeron fuentes de Seguridad, era cortar el circuito desde el que sale la mercadería hacia las calles. Por eso, veredas que habitualmente están ocupadas por manteros se veían despejadas este viernes, ya que se allanaron los locales desde los que sale la mercadería.

La presencia de manteros en las calles de Once -que ofrecen a la venta una amplia variedad de mercadería, en su gran mayoría ropa de todo tipo que es copia de marcas conocidas-, es un tema recurrente que lleva años sin solución y que suele generar conflicto con los comerciantes que tienen locales en la zona.

De acuerdo con un relevamiento de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), que ofrece datos de agosto, Once es el barrio con mayor cantidad de puestos de venta ilegal. El relevamiento contó 692, que constituyen el 62,3% de los que existen en toda la Ciudad. El segundo puesto fue para la avenida Avellaneda, con 353 puestos (31,8%).

Originalmente instalaban sus puestos de venta sobre ambas manos de la avenida Corrientes entre Pueyrredón y Pasteur, pero con el tiempo empezaron a expandirse en las calles laterales hacia avenida Rivadavia. En muchos casos, ante la imposibilidad de exhibir su mercadería sobre la vereda, terminan haciéndolo sobre la propia calle, dificultando el tránsito vehicular.

En muchos casos se trata de personas que recurren a la venta en la calle para hacerse de un ingreso, sobre todo en épocas de crisis como la actual. Pero detrás existen organizaciones que son las que les proveen la mercadería.

«La idea es incautar la mercadería apócrifa que luego se vende en el espacio público y evitar con esto la instalación de manteros en Oncee, que es un problema recurrente hoy para el comerciante», explicó el secretario de Seguridad, Diego Kravetz, que participó del operativo.

“Los manteros no van a volver. Donde llegamos para establecer el orden, no nos vamos”, enfatizó el ministro de Seguridad, Waldo Wolff, que también estuvo en Once, y agregó que se trató de un trabajo conjunto con el fiscal Norberto Tropea, la Policía de la Ciudad y el Ministerio de Espacio Público “con casi 200 allanamientos en 23 parcelas tras una investigación de cinco meses”.

Cerca del mediodía, algunos de los vendedores afectados se manifestaron en las calles y cerca de algunos de los galpones que fueron allanados. Estaban junto a los camiones en los que personal del Gobierno porteño subía los cerca de 200 bultos con mercadería apócrifa que fueron secuestrados en los allanamientos.

Desde la Ciudad sostenían que se trata de elementos ilegales incautados en negocios y galpones que «se usan como depósitos para luego vender en la calle». Y destacaban que detrás de los manteros funcionan organizaciones que «transitan en la ilegalidad».

«Nosotros estamos buscando ayudar al legal, que está compitiendo con un esquema de venta ilegal que no paga impuestos, que realmente complica la competencia. Nosotros estamos como auxiliares de la ley para ayudarlos», agregó Wolf.

El operativo del Gobierno porteño fue similar al que a principio de año se llevó a cabo sobre la calle Perette, en Retiro, en donde funcionaba una feria ilegal que se había expandiendo con el paso del tiempo y había crecido hasta alcanzar entre cinco y seis cuadras.

Allí, además de secuestrar mercadería ilegal y hasta computadoras destinadas a las escuelas porteñas, se denunció que funcionaban bandas que vendían drogas y usaban a los feriantes como pantalla para delinquir.

Once es una de las zonas en las que la vente ilegal es recurrente. En los últimos años se hicieron varios operativos para sacar a los manteros, e incluso se registraron discusiones y peleas entre comerciantes con locales y los vendedores que ofrecen la mercadería en la vereda.

Según la CAC, durante agosto, último mes relevado, se detectaron 1.190 puestos de venta ilegal callejera en la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo al último informe elaborado por el Observatorio de Comercio y Servicios de la Entidad. «Esto representó un aumento del 2,4% en relación a la medición previa (julio 2024) mientras que, en la comparación interanual, la suba fue de 16,9%. En julio, el aumento intermensual había sido del 10%», dice el informe.

El relevamiento también establece que el Top 10, la avenida Avellaneda contó con 5 de las 10 cuadras más afectadas, con una participación de 29,3% en el total detectado en avenidas y calles. Las restantes 5 cuadras se encontraron en la zona de Once, con una participación de 27,7%. «Se destaca que la cuadra más perjudicada de toda la ciudad fue Avellaneda al 2900, donde se relevaron 106 puestos. El segundo lugar fue para Bartolomé Mitre al 2700, con 72 stands», agrega el relevamiento.

En cuanto a los rubros más comercializados, el ganador fue indumentaria y calzado, que abarcó el 80%, seguido por alimentos y bebidas con el 10,6% del total. El principal centro de comercialización ilegal para esas categorías fue Once, entre las avenidas y calles y la estación del tren.