13 de noviembre de 2024

Luis Caputo recibe un premio de una revista en EE.UU.

En medio de la gira por Washington y los esfuerzos por reencausar las relaciones con el Fondo Monetario, Luis Caputo recibirá mañana un reconocimiento especial en Washington: será galardonado con el premio de «ministro de Finanzas del año» por la revista financiera Latin Finance, un medio dedicado a los mercados financieros en América Latina y el Caribe.

Caputo recibirá la mención durante el desayuno que mantendrá en la sede de la institución fundada en 1988 y que desde 2017 pasó en su totalidad a manos de la compañía Euromoney, con sede en Inglaterra .»El premio surge de una encuesta que se realiza entre los agentes del mercado, como los principales bancos de inversión», explicó una fuente cercana a la revista.

En sus artículos, el medio destacó el auge de la emisión de deuda corporativa a tasas accesibles, como el Banco Galicia, y el retorno de los acreedores para comprar bonos privados. También le dedicó espacio a un reciente discurso de Javier Milei en el que pronosticó un «boom de inversiones» y pronosticó el ingreso de capitales a la región por la baja de tasas en Estados Unidos.

Latinfinance otorga el galardón todos los años a un alto funcionario de Finanzas del mundo. En 2023, eligió al brasileño Fernando Haddad, ministro de Lula da Silva, y en años anteriores al chileno Ignacio Briones durante el mandato de Sebastian Piñera y al brasileño Paulo Guedes durante la gestión de Jair Bolsonaro.

El Presidente celebró este martes la premiación de Caputo y el ministro le agradeció su gesto. En la city porteña, no le dieron mayor trascendencia. «No tiene importancia, crea prensa, se hacen encuestas y se eligen. En este caso, como ministro de finanzas, en otros casos se eligen portfolio managers, research, fondos, traders», dijo un operador con contactos en Wall Street.

Desde el lunes, el titular de Economía se encuentra en Washington junto a varios funcionarios de su equipo para retomar las negociaciones con el FMI en el marco de la cumbre anual del organismo y el Banco Mundial, un evento que congrega a los ministros de Finanzas y banqueros centrales de todo el mundo.

El Gobierno necesita fondos para financiar los vencimientos de deuda por US$ 20.000 millones en 2025, pero el Fondo exige medidas previas antes de avanzar en un programa financiero, como un tipo de cambio más flexible, la unificación cambiaria y la eliminación del cepo.

En ese contexto, el ministro de Economía participará mañana de una reunión privada del Banco Santander y de una cena con los titulares de Finanzas y los banqueros centrales del G20.

El jueves, la titular del FMI, Kristalina Georgieva, brindará una conferencia, el equipo económico participará de reuniones del G20 y el viceministro de Economía, Vladimir Werning, de un evento organizado por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF, por sus siglas en inglés).

Y el viernes, la conferencia del Fondo correrá a cargo del director para el hemisferio, Rodrigue Valdés, quien fue corrido de la negociación del programa con Argentina después de las duras críticas de Javier Milei, quien lo acusó de favorecer al exministro de Economía y excandidato presidencial, Sergio Massa.

El capítulo del Fondo es clave para los inversores privados y demora la posibilidad de obtener financiamiento privado de los bancos de inversión a través de préstamos REPO. Caputo tendrá el desafío de convencerlos en Washington de que el «veranito financiero» se sostendrá en el tiempo y de que tendrá reservas suficientes para afrontar los pagos de deuda.

La misión oficial no será fácil: los bonos argentinos operaban este martes en baja en Wall Street con caídas de hasta 2%. La deuda soberana en dólares interrumpió el largo «rally» alcista y retomó las pérdidas el lunes que exhibió el miércoles y jueves de la semana pasada por el alza de la tasa de los bonos del Tesoro de Estados Unidos.

Por otra parte, si bien el blanqueo sigue impulsado los depósitos en dólares y el crédito privado, hasta ahora sólo el 17% del efectivo blanqueado fue encajado en el Banco Central. La medida es un alivio temporario, ya que el Gobierno tendrá que pagar en enero US$ 4.700 millones a los bonistas privados y hoy las reservas son negativas en cerca de US$ 5.000 millones.

Clarín

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