Los jardineritos le pusieron calor y color a la fría mañana
¿Quién no se acuerda del nombre de su maestra de Jardín de Infantes? Es que esa docente marca el inicio de un niño en la vida escolar. Ese tiempo de sonrisas y juegos es el comienzo de lo que viene más adelante en la formación de los pequeños. Ayer, 28 de mayo, se conmemoró el Día de los Jardines de Infantes y de la Maestra Jardinera. Es por eso que hubo actos y festejos en distintos puntos de la provincia, desde la Puna hasta el Chaco.
«El jardín es importante en la primera etapa de la vida de los niños, porque ahí comienzan a socializar con otras personas fuera del seno familiar. Aprenden a compartir, desarrollan la creatividad, comienzan a ser parte de un grupo. A través del juego se los inicia en áreas clave para la vida, como matemática, lengua y ciencias», señaló Rosana, una entusiasta docente, de la escuela Nuestra Señora del Milagro, de barrio Limache.
Ayer el termómetro no quería subir de 1 o 2 grados. Mientras el sol de la mañana derretía la escarcha que había dejado la primera helada del año. Los pequeños de Nivel Inicial llegaron a sus actos literalmente emponchados: gorros, guantes, camperas gruesas y en otros casos, hasta lucían un poncho salteño.
En la zona sur, la escuela de barrio San Carlos arropó a los chicos que llegaban de los distintos núcleos educativos, es decir, de barrios como Limache, Villa Esmeralda, San Luis, entre otros. Eran decenas de jardineritos. Murmullos, risas, bromas, almas libres que corrían de un lado para otro, ese movimiento apenas los hacía entrar en calor.
«Ser maestra de jardín es acompañar a cada niño tanto en su aprendizaje como en su crecimiento personal. Enseñarles el trabajo en equipo, que todo se logra aunque ellos digan que no le salen algunos trabajitos, enseñar y aprender de sus ocurrencias. Enseñarles el valor de la igualdad y tolerancia», señaló Rosana al ser indagada sobre qué es ser una maestra de jardín. Y agregó que no todo es enseñar y ser muy seria en el aula, sino que «ser maestra de jardín es también reír, jugar, cantar con ellos, donde todas las emociones están en juego».
En la ciudad también hubo un encuentro en la zona del monumento a Güemes, donde llegaron los chicos de distintas escuelas y realizaron un desfile. En San Antonio de los Cobres, también hubo desfile con temperaturas muy bajas.