Las automotrices dijeron a Caputo que podrían bajar los precios si se rebaja el Impuesto PAIS

-¿Ustedes cómo lo ven?

-Mirá, el ejemplo más concreto fue cuando aumentaste la base imponible de los impuestos internos y los precios bajaron, con lo cual se terminó dando un mayor nivel de competencia.

El que preguntó fue el ministro de Economía, Luis Caputo, y la respuesta corrió por uno de los directivos de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA).

El diálogo, relatado a Clarín por uno de los asistentes, fue el momento crucial del encuentro: Caputo buscaba obtener de las automotrices el compromiso de una fuerte rebaja de precios una vez que se concrete la rebaja en diez puntos porcentuales del impuesto PAIS.

Los directivos respondieron con cautela. No se comprometieron porque, en primer lugar, no lo pueden hacer: al ser representantes de empresas que tienen cotización pública, cualquier compromiso de precios con una o más empresas podría violar leyes de compliance en sus casas matrices.

Aun así, dejaron entrever que podría haber una caída de precios que vuelvan a acercar un poco los cero kilómetro a la clase media: si bien ahora con el dólar “blue” en alza algunos modelos quedaron más a tiro para quienes tienen guardado algún “canuto”, lo cierto es que ningún modelo hoy baja de los 20 millones de pesos. La consecuencia es que durante el primer semestre las ventas se derrumbaron 22%.

El ministro les dijo que la marcha atrás con la suba del impuesto PAIS (en diciembre pasó de 7,5% a 17,5%) será “en las próximas semanas” y agregó que esperaba que esa rebaja fuera la primera de una serie de eliminaciones o reducciones impositivas.

“Lo que nos planteó es que la baja de los 10 puntos del impuesto PAIS espera que sea el inicio y que continúen bajando otro tipo de impuestos. Y que espera que esas bajas se terminen reflejando en una reducción de precios y ayudando con la baja de la inflación”.

La reunión fue con Caputo y los secretarios de Coordinación de Producción, Juan Pazo y de Industria y Comercio, Pablo Lavigne.

En representación de las automotrices fueron el titular de ADEFA, Martín Zuppi (Stellantis) y los directivos Martín Galdeano (Ford) y Pablo Sibilla (Renault), entre otros, así como el director de ADEFA, Fernando Rodríguez Canedo.

Para las automotrices, una eventual rebaja del impuesto PAIS representa una baja de costos, ya que la alícuota de este tributo creado en el inicio del gobierno de Alberto Fernández subió durante el gobierno de Javier Milei de 7,5% a 17,5% para el pago de importaciones.

Dado que tanto los vehículos importados como nacionales están afectados por este impuesto (los vehículos nacionales llevan entre 70% y 80% de autopartes importadas) una rebaja del impuesto representaría una bonificación directa.

Según la consultora ABECEB, en su balance trimestral sobre el sector automotor, “la balanza se mueve para el lado positivo si tenemos en cuenta la posibilidad de reducción del Impuesto PAIS anunciada por el gobierno, y que la mejora en los plazos para pagar importaciones de vehículos podría estimular la oferta y, vía mayor competencia de precios, estimular la demanda. Es esperable, en ese contexto que afrontemos un próximo trimestre con mejores expectativas de mercado”.

Por el momento, se trata sólo de pronósticos: en lo que va del año la producción automotriz cayó 29% y las ventas un 22%. Varias terminales pararon por completo su actividad durante dos meses o más, tanto para ajustar su producción a una menor demanda como para hacer frente a la falta de piezas por causa del cepo cambiario o, en los últimos meses, las inundaciones en el sur de Brasil.

De eso también se habló en la reunión con Caputo, quien sin embargo remató el encuentro afirmando que “la industria automotriz nos interesa sobremanera. Estamos haciendo los mayores esfuerzos posibles por impulsar el desarrollo de este sector”.

“La temática de la reunión fue muy general, no tanto de temas en particular”, agregó otro de los asistentes, también directivo de una terminal. “El ministro nos detalló la Fase Dos, con un poco más de detalle que en aquella reunión en el Banco Central del 28 de junio. Fue muy claro en que todo está apalancado en la recuperación de la economía y la rebaja de impuestos: o sea, nada por el lado de la devaluación. Nos planteó que la mejora del tipo de cambio va por el lado de la baja de impuestos”.