16 de noviembre de 2024

«La mejor forma de comunicar los vinos es a través del enoturismo»

En Cafayate, El Esteco es una de las bodegas líderes, pero no solo atrae el vino sino las experiencias que se pueden vivir allí. Es una muestra clara de la conjugación del enoturismo. Pero el Grupo Peñaflor tiene otros reconocidos emprendimientos en otras zonas vitivinícolas del país, como la bodega Trapiche en Mendoza o Suter en esa misa provincia, Finca Las Moras en San Juan y hasta producen vinos en Chapadmalal, en la costa atlántica.

Marcelo Belmonte es director de Viticultura y Enología del Grupo Peñaflor y tiene una amplia trayectoria en el sector. El jueves será uno de los disertantes del ciclo de El Tribuno «Hablemos de lo que viene: Vino & Turismo», que se hará desde las 18 en el Centro de Convenciones.

¿Cómo han trabajado en el enoturismo en los últimos años?, ¿cómo ha crecido?, ¿cómo ha evolucionado?

A ver, la evolución es muy positiva. Obviamente que la mejor forma de comunicar los vinos es a través del enoturismo, es la forma directa en la que uno puede comunicarse con el consumidor y darle distintas experiencias que le acercan al mundo del vino. Toda la industria obviamente está enfrentando a nivel mundial y Argentina no es la excepción a una caída de consumo de vino, por lo tanto, todas estas formas de acercar el vino al consumidor ayudan muchísimo, digamos, a la comunicación y a fidelizar a los consumidores.

El Grupo Peñaflor tiene distintas bodegas, una de ellas que es ahí El Esteco, en Cafayate, donde hay una propuesta de distintas experiencias, degustaciones, hay un restaurante, un hotel, que es Patios de Cafayate, que nuevamente acerca a los consumidores, muchos de ellos extranjeros y también dentro del país, a una linda experiencia. También tenemos en Mendoza, en Bodegas Trapiche, propuestas de enoturismo; en Chapadmalal, en una bodega que se abrió, con mucha vista al mar, y en total prácticamente alrededor de 40.000 personas que visitan como turistas y que se suman a las experiencias de las distintas bodegas del Grupo Peñaflor.

La bodega de Chapadmalal es llamativa. Me sorprendió, al conocerla, que en esa zona se pueda hacer vinos. ¿Cómo fue esa experiencia y cómo surgió la idea?

Es una idea que surgió hace más de 10 años, tratando de buscar un perfil de vinos distintos a los perfiles que tradicionalmente Argentina produce en el oeste, vinos continentales, vinos con un perfil, digamos, de mayor nivel de alcohol y algo más maduros; y bueno la Argentina tiene muchos lugares para explotar, y la Costa Atlántica era uno de los lugares inexplorados. Entonces, decidimos hacer un viñedo, es un lugar muy ventoso, muy frío. Por eso, los vinos con menos graduación alcohólica, con mucha acidez, de un perfil más lineal, y la verdad que nos está yendo súper bien. Estos vinos maridan muy bien con la cocina del lugar, con los pescados, fundamentalmente, y es un lugar de variedades blancas, que es otra, digamos, de las grandes tendencias del consumo a nivel mundial.

«El Torrontés ha tenido una evolución positiva en cuanto al perfil, mucho más elegante, con más niveles de frescura y un mejor balance aromático».

Justamente en estos momentos hay una apertura en vinos blancos, ¿no?

Totalmente. Uno cuando ve un poco la estadística, uno ve cómo el consumo mundial se está mirando hacia blancos y rosados. Obviamente, los cambios de consumo entre el vino son graduales y de muy pequeño porcentaje anual, pero la tendencia marca un aumento en el consumo de blancos y rosados.

Y en esto, ¿qué posición o qué estrategia ve usted que puede tener el Torrontés, que es nuestra cepa insignia en Salta?

Bueno, yo creo que esto es una gran oportunidad, este cambio de tendencia en el consumo a vinos blancos. El Torrontés ha tenido una evolución positiva en cuanto al perfil, mucho más elegante, sin perder la esencia del Torrontés, pero con un estilo más internacional y con más niveles de frescura y un mejor balance aromático. Vinos mucho más elegantes y van a tener cada vez más lugar en el mercado.

¿Cómo es la experiencia de Trapiche en Mendoza?

Trapiche es una bodega que se fundó en 1883, o sea que es una bodega que tiene mucha historia y que ha ido construyendo sus marcas y la calidad de sus vinos con el paso del tiempo, que en esta industria es tan importante. Y, bueno, fue una de las primeras bodegas exportadoras argentinas. Está en más de 90 países, se trabaja mucho en publicidad también. Trapiche es sponsor del Inter de Miami en Estados Unidos y, bueno, se está haciendo un gran trabajo de difusión de la marca Trapiche como una marca global. Y, bueno, son inversiones y toda una visión a largo plazo que tiene Grupo Peñaflor apostando al valor de las marcas. Argentina es muy pequeño en el mundo, es 2,5 o 3 por ciento del consumo mundial, así que, bueno, hay que trabajar mucho en la difusión del vino argentino en el mundo.

Me llama la atención la cantidad de zonas geográficas donde ustedes están haciendo vinos. ¿Queda algún lugar donde haya oportunidades?

Donde estamos creemos que son los lugares, no quita que hacia adelante uno pueda seguir explorando, pero estamos en Neuquén, en Mendoza, en distintas regiones, en Buenos Aires, en Santa María (Catamarca) y en Salta con El Esteco. Lo que buscamos es dar una propuesta a nuestros clientes en el mundo de las distintas regiones de Argentina. con perfiles de vinos distintos y que reflejen el lugar y el clima de cada región. También tenemos, bueno, Finca Las Moras en San Juan, Navarro Correas en Mendoza, y Bodega Suter en San Rafael.

Y de las distintas líneas que ustedes están creando, ¿cuál es la que los ha sorprendido, a la que ven más oportunidades?

Cada bodega tiene un lugar en nuestro porfolio y con nuestros clientes. La verdad que vemos oportunidades en todas. Varietalmente hablando, obviamente, el Malbec sigue siendo la variedad emblemática. Si bien estamos notando mayor demanda de otros varietales fundamentalmente, como decía el blanco, el Cabernet Sauvignon, sobre todo en Estados Unidos. Entonces vemos oportunidades dentro del mercado. El mercado es muy competitivo. Y, bueno, luchando un poco con la caída de consumo a nivel mundial. Entonces, la industria no se puede quedar quieta. Creo que estas iniciativas de esta jornada en Salta ayudan un poco a repensar en conjunto el futuro del vino y cómo lo comunicamos también.

Eltribuno

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