La Libertad Avanza ganó la Capital Federal, Santoro quedó segundo y el PRO tercero

El candidato libertario, Manuel Adorni supera los 30 puntos, seguido del postulante del peronismo con 27, 4 puntos, mientras Lospennato reconoció la derrota.
Los primeros datos oficiales del escrutinio provisorio ubican a Manuel Adorni como el ganador de las elecciones legislativas porteñas, con un 30 puntos sobre un total del 77% de los votos escrutados. El candidato del presidente Javier Milei no sólo obtiene en el bastión de Pro una sólida diferencia de casi 15 puntos sobre Silvia Lospennato, la postulante de Mauricio Macri: también le arrebata al peronismo porteño, encabezado por Leandro Santoro y que alcanza los 27,4 puntos, la posibilidad de aprovechar la división de sus rivales para triunfar en la ciudad luego de 32 años. Quien logró meter una cuña en la pelea principal fue Horacio Rodríguez Larreta, que consigue ocho puntos.
Minutos después de las 19, Lospennato y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, reconocieron la derrota. “Recibimos los resultados y no son los esperados”, dijo la diputada nacional. Mauricio Macri, parado junto a la candidata y su primo en el escenario del bunker de Pro, se fue sin hacer declaraciones.
Luego de una campaña signada por la confrontación entre Milei y el expresidente Macri, que se disparó con la caída de la ley de ficha limpia y se extendió hasta este domingo por un video falso promovido por cuentas libertarias, los porteños acudieron a las urnas para elegir a través del voto electrónico a 30 diputados de la Ciudad entre 17 frentes electorales. El tono virulento de la compulsa no atrajo a los votantes: la participación apenas supera el 50% del padrón de más de 2,5 millones de electores habilitados, según informó el Instituto de Gestión Electoral, con lo que se está dando la asistencia más baja en una elección legislativa porteña. El peor registro anterior se había dado en 2021: 62,7% en las PASO y 65,5% en las generales.
Pese al marcado ausentismo, lo que está en juego hoy es mucho más que la renovación de la mitad de la Legislatura local y el margen de maniobra que tendrá en los próximos dos años el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri: La Libertad Avanza busca derrotar en su bastión a Pro, para doblegarlo también en el escenario bonaerense y nacional, con vistas a las elecciones de octubre. El kirchnerismo, por su parte, intentó aprovechar esa división del voto del centro a la derecha para obtener una victoria que no consigue en suelo porteño desde 1993.
Una vez cerrados los comicios, en el bunker de campaña de LLA comenzaron a llegar los primeros informes de sus fiscales electorales y, con ellos, el optimismo ante la posibilidad de un resultado mejor al esperado.
Los porteños debieron optar entre 17 listas. Una oferta que se atomizó a niveles históricos por dos motivos principales. Por un lado, es la primera vez desde 2015 que no se aplicaron las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), que en la última década actuaron como un ordenador de las alianzas políticas y también como un filtro para que a las elecciones generales llegaran cuatro o cinco frentes como máximo.
A eso se suma la fragmentación de los viejos frentes. Juntos por el Cambio, que supo congregar al voto del centro a la derecha, se disgregó en sus tres socios principales: Pro, UCR y Coalición Cívica, sin contar desprendimientos del partido amarillo, como la lista de Horacio Rodríguez Larreta, y otras expresiones liberales.
Por su parte, Unión por la Patria se fracturó en tres boletas: las que lideran Santoro, Juan Manuel Abal Medina y Alejandro Kim, además de otras fórmulas progresistas. El voto de derecha, finalmente, fue reclamado por LLA de Adorni, la Ucedé de Ramiro Marra, la Unión Porteña Libertaria de Yamil Santoro y Nueva Generación, de Mila Zurbriggen.
En la pelea por alcanzar el podio, Rodríguez Larreta se anotó en estos comicios por fuera de Pro, donde militó durante 22 años, y con la ambición explicitada de recuperar la jefatura de gobierno. Marcó el tono inicial de la campaña al denunciar el “olor a pis” en la ciudad, pero su prédica se desdibujó cuando se nacionalizó la compulsa. Principal receptor de los votantes amarillos desencantados, su éxito quedó atado al fracaso de Pro, que desde el primer día buscó aislarlo y advertir a sus votantes que él no era el candidato del partido.
Expulsado de LLA por Karina Milei, espacio que lo tuvo entre sus fundadores, Marra también intentó terciar en la pelea principal. Pero desde el vamos se vio limitado por su decisión de no confrontar contra Adorni. Se enfocó en una agenda local, contra los “fisuras” y “trapitos”.
Más corrido de la escena quedó el radicalismo porteño que lideran Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, que de la mano del primero estuvo dos veces cerca de arrebatarle a Pro su bastión. Pero aquellos comicios de 2015 (quedó a tres puntos de Larreta en el balotaje) y de 2023 (a 1,5 puntos de Jorge Macri en la PASO) quedaron lejos: Evolución UCR apostó a una boleta juvenil, liderada por la exdirigente universitaria Lucille “Lula” Levy, que no pudo meterse en la disputa principal.
El Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad (FIT-U), que solía fortalecerse luego de que las PASO filtraran la oferta trotskista y socialista en su favor, apostó por Vanina Biasi (PO) para defender uno de sus bastiones. Lo hizo igualando a Milei y Macri en sus críticas, pero sin lograr la incidencia en la discusión pública de otros años.
La Coalición Cívica de Elisa Carrió quebró en estos comicios su tradición frentista y jugó en soledad, con la diputada nacional Paula Oliveto como estandarte y un discurso centrado en la necesidad del contralor legislativo y los valores republicanos.
Las bancas en juego
Por detrás de la disputa nacional entre Milei y Macri, y el posicionamiento que cada candidato procura hacia los comicios de 2027, lo que está en juego este domingo son 30 de las 60 bancas de la Legislatura. Y no todos los espacios arriesgan lo mismo.
La Libertad Avanza tiene hoy ocho representantes y renovará seis, aunque cuatro integran el bloque que conduce Pilar Ramírez y dos, el de Marra. Unión por la Patria podría salir fortalecido de la compulsa: ya es la primera minoría en la Legislatura, con 18 bancas, y hoy arriesga ocho.
Pro, aunque integra la bancada de 15 miembros de Juntos por el Cambio, pone en juego poco: sólo dos de sus siete escaños amarillos. Evolución UCR, en cambio, arriesga seis de sus ocho bancas (siete, si se agrega en la cuenta la del socialismo porteño). El FIT, por su parte, renueva dos de sus tres bancas.
Fuente: La Nación