16 de noviembre de 2024

La historia oculta de la pelea entre el gobierno y los bancos: qué son los puts y por qué les teme Milei

La historia de las tensiones entre Javier Milei y los bancos hay que fecharla en octubre de 2023. Pocas semanas antes del Ballotage, el candidato libertario advirtió que los pesos eran «excremento», apuntó contra las Leliqs y dijo que «los banqueros van a tener que salir a laburar». Desde entonces, la bola de Leliqs se convirtió en pases y los pases se redujeron, pero las tensiones volvieron a emerger el miécoles cuando el Presidente apuntó contra el Banco Macro por la venta de masiva de bonos hace 10 días.

Frente a los empresarios del Grupo de los Seis, incluidos ejecutivos de algunos bancos, Milei anunció que derrotaron a un banco con «intenciones golpistas» que ejecutó puts el lunes 1 de julio, cuando los mercados volvieron a caer y el dólar se disparó. Los puts son opciones o seguros de recompra que, a cambio de pagar una prima, le permite al banco vender el bono y obliga al Banco Central a comprárselo al valor del día previo y emitir pesos. En el Gobierno sugieren que esa operación presionó sobre el dólar.

Pero el ministro de Economía, Luis Caputo, le bajó el tono este miércoles la señalar que «un solo banco generó el ruido que generó y era el 10% de los famosos puts». «Fue el Banco Macro», admitió. Según el ministro, la entidad se deshizo de los títulos por «buenos» motivos». Esto significa que al tener en su cartera bonos eran ajustados por inflación y ver que los precios estaban cayendo, el banco estimó que el valor de los títulos iba a bajar y por lo tanto quiso defender el dinero de los depositantes.

Según cálculos oficiales, el Macro ejecutó cerca de $ 1,85 billones de un stock total de puts de $ 18,5 billones. Milei tiene entre cejas a los puts desde hace meses porque, según él, es uno de los principales obstáculos para levantar el cepo, junto con los pases pasivos. El temor es que si se levantan restricciones esa masa de pesos se vaya al dólar, cosa que hoy no ocurre porque los bancos tienen restricciones para hacerlo. El problema es que varias entidades no quieren desprenderse de esos instrumentos.

Los puts se crearon en julio de 2022 para frenar el derrumbe de los bonos en pesos por la salida de fondos, tras la renuncia abrupta de Martín Guzmán del Ministerio de Economía. La exministra de Economía Silvia Batakis y luego su sucesor, Sergio Massa, acordaron con los bancos para retomar los canjes para deuda con vencimiento posterior a las elecciones, una opción que les permitió a los bancos encajarle títulos al BCRA por $ 200.000 millones el día después de las PASO.

Si bien Milei responsabiliza a Massa de haber disparado la emisión de pesos con esos seguros y el aval del FMI, el equipo de Caputo aceleró el ritmo y se estima que emitió más de $ 8 billones -la mitad de las opciones que vencen en 2026 y 2027-, según la consultora 1816. Así fue hasta que la fuerte baja de tasas para licuar la deuda del organismo empezó a hacer crujir el esquema y los bancos se desprendieron de más de $ 6 billones de bonos en enero y febrero pasado.

En respuesta, el Gobierno pegó un volantazo y dejó de renovar puts durante el canje de deuda de marzo en el que colocó $ 42 billones hasta 2028, pero con baja participación del sector privado. Luego, inició un sumario al Banco Galicia y puso la lupa sobre otras entidades por supuestas maniobras irregulares en la venta de títulos con opciones, y en abril, reanudó los seguros, pero con restricciones (mientras antes se podían ejecutar en cualquier momento, se limitó la venta a 30 días antes del vencimiento del bono).

En medio de la negociación con el Fondo, Milei inició en junio negociaciones con bancos para eliminar las opciones. Si bien fue sumando más condiciones para levantar el cepo, como las reservas y ahora la «inflación cero», sigue convencido de que el fin de los puts es clave para remover restricciones y, por tanto, obtener fondos del FMI. El movimiento del Macro la semana pasada puso en evidencia la dificultad creciente para evitar sacudones, incluso con cepo, en un mercado cada vez más inquieto por el dólar y la deuda.

Clarín

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