La caída del consumo «planchó» los aumentos de los alimentos en junio
Los precios de los alimentos están respondiendo al «frio» de las ventas que impacta en los supermercados y comercios de cercanía: durante la primera semana de junio la variación de los precios de los productos de la canasta básica cerró sin ninguna variación, según los registros de la consultora LCG, que mide la evolución de unos 8000 precios de productos de consumo masivo.
Este comportamiento de los precios, en medio de una importante caída del consumo, implicó una desaceleración del 1,3% respecto de la semana anterior. Así, la suba del rubro promedió 2,6% en las últimas cuatro semanas y 3,4% punta a punta en el mismo período.
De acuerdo con el relevamiento realizado por esta consultora privada, los productos que mostraron menor avance durante los primeros siete días de junio fueron los panificados (-1,7%), las bebidas (-2,7%) y los azúcares (-3,5%). En cambio, aquellos productos que reflejaron una mayor alza en los primeros días del mes y que impulsaron el promedio fueron los aceites (3,4%), las frutas y los lácteos (2,5%).
Según explicaron los analistas, «la continua baja de las Frutas no logra compensar el peso de las Bebidas, los Lácteos y las Carnes que explican las tres cuartas partes de la inflación mensual en alimentos».
En el sondeo puede verse, por otra parte, que solo una de las diez categorías que fueron sometidas al relevamiento mostró una retracción a lo largo de las últimas cuatro semanas.
Otro de los aspectos que relevó la consultora entre los 8000 precios relevados es que las variaciones mostraron menor dispersión respecto a la semana previa.
La desaceleración en los precios de los alimentos se enmarca en una necesidad de las familias de «estirar» el presupuesto mensual, que varía menos que la inflación, en función de cumplir con el resto de las obligaciones de pago, entre ellas las tarifas.
Si bien, actualmente, los costos de los servicios son los que despiertan mayor alerta en la población por los niveles siderales de aumentos, no son los únicos. También, la gente recorta el gasto de la canasta, por los aumentos en otros bienes y servicios, como la prepaga, el colegio, el gimnasio, entre otras cosas.
Los aumentos especulativos
Los alimentos tuvieron un pico de aumentos en diciembre de 2023, del 25,5% según Indec. Fue cuando la industria consideró, que debía alinear los valores a una suba del dólar superior a la que finalmente se concretó tras el cambio de Gobierno. Después, los incrementos fueron decreciendo gradualmente al compás de las menores ventas: 20,6% en enero; 13,2% en febrero; 11% en marzo hasta el 8,8% en abril, según los datos oficiales.
El dato de mayo se va a conocer en esta semana cuando el INDEC informe el IPC de ese mes. Pero, una muestra de la evolución de la canasta ya se pudo ver en el relevamiento de la Ciudad de Buenos Aires, que informó un alza general del IPC del 4,4%. Dentro de ese promedio, Alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 4,8%, por encima del nivel general, contribuyendo con 0,93 puntos porcentuales a la variación mensual del IPCBA.
«Al interior de la división, los principales impulsos provinieron de Verduras, tubérculos y legumbres (24,2%), Leche, productos lácteos y huevos (4,5%), Pan y cereales (3,5%) y Carnes y derivados (2,5%)», informó la dirección estadística porteña.