14 de noviembre de 2024

Importación de acero: Acindar también busca frenar el avance de China

Ante la preocupación de la industria nacional del acero por el avance de China, Arcelor-Mittal Acindar propone una apertura comercial que proteja al sector con aranceles a la importación al gigante asiático como los que pusieron varios países y recientemente elevaron un 25%.

En línea con la postura de las empresas del rubro en el foro Alacero 2024 –en el que el CEO de Grupo Techint, Paolo Rocca, dijo que “competir con China es imposible”, a lo que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, le respondió que “no va a haber una Argentina proteccionista”–, la siderúrgica sugiere nivelar la cancha” para que fabricantes locales tengan igualdad de condiciones que el coloso oriental.

“La discusión debe ser por una apertura inteligente. No en contra de la importación, sino sobre cómo ser más eficiente y competitivo ante China, desafío que enfrenta el acero en el mundo. Países de la región –Brasil, Chile, Colombia y México–, los Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea e India le fijaron aranceles”, explicó Federico Amos, que luego de 20 años en la compañía se convirtió en su CEO en 2023 y este año sumó el liderazgo de la filial de Costa Rica.

El problema no es competir, estamos acostumbrados a hacerlo. Exportamos a Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay. El tema es competir con China, con mercadería que ingresa a precios excesivamente bajos por sus costos”, consideró el ejecutivo, que calificó a 2001 como “el peor año de todos” y a este como uno “de transición”.

Federico Amos, CEO de Arcelor-Mittal AcindarFederico Amos, CEO de Arcelor-Mittal Acindar

Acindar produce aceros largos para industria, construcción, agro, petróleo, energía, minería y automotriz. Desde 2006, integra el grupo brasileño ArcelorMittal, principal productor siderúrgico mundial. Es la mayor sociedad de garantía recíproca (SGR) privada del país y la segunda más grande, detrás del Banco Nación, con US$ 110 millones en el fondo de riesgo y US$ 300 millones emitidos en avales.

“Con más de 80 años en el país y 7.000 empleados, atravesamos distintos desafíos. Nuestro compromiso es a largo plazo”, indicó, y ejemplificó la optimización con energía renovable, que significa un 35% de la operación actual a partir de la puesta en marcha de un parque eólico de US$ 200 millones junto con PCR, una apuesta que seguirá ampliando.

Por la caída de la demanda, debió extender, primero en abril y luego en julio, paradas programadas en distintas áreas de sus plantas. “Hay dos parates técnicos al año por mantenimiento, uno a principios y otro a mediados. Fueron más largos, con ajustes en función del nivel de actividad”, contextualizó Amos.

Acindar observa “una pequeña recuperación”. Foto: AcindarAcindar observa “una pequeña recuperación”. Foto: Acindar

Y aclaró que se observa una pequeña recuperación” y que para 2025 están programadas las paradas habituales, sin planes de extensión. “Los meses más duros fueron marzo y abril. En mayo mejoró la situación. Estimamos que 2024 terminará con una caída del 25% versus 2023. Estamos operando al 60%. Las fábricas tienen capacidad para abastecer el potencial incremento de la demanda”, señaló, y afirmó que el mercado se compone de un 90% de productos locales y un 10% de importados.

Pero la baja de aranceles reciente amenaza con cambiar esa ecuación. En los últimos 20 años, China se convirtió en el mayor productor de acero del mundo. Pasó de una participación del 15% en 2000 al 54% en 2023: exportaba 8.500 toneladas anuales y hoy vende casi 10 millones. Mientras que América Latina aumentó su representación global un 4% en ese periodo, el gigante asiático lo hizo en un 693%, según la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).

El estado chino subsidió a sus empresas, bajando drásticamente costos de energía e insumos sin exigir estándares de calidad ni ambientales. También subsidió exportaciones, afectando el comercio de América Latina, que emite 1,55 toneladas de dióxido de carbono por tonelada de acero fabricado versus las 2,24 que emite China. El resultado es gran cantidad de acero producido, extremadamente barato y poco sustentable”, destacó la entidad, por lo que apuntó que la región “se inunda de acero chino” y está frente a “una amenaza clara y directa que necesita la búsqueda conjunta de soluciones”.

Clarín

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