Horror en Cerrillos: ultimaron de varias puñaladas a una perrita indefensa y tiraron su cuerpo en un descampado
Winny, una perrita pequeña, de unos 10 años de edad, era mascota de Alejandra Monneret de Villars y de su familia, quienes viven en el céntrico barrio Antártida Argentina, de Cerrillos.
La mujer relató que se trataba de un animalito muy cariñoso, al que sacaban a pasear diariamente. “El sábado 10, tipo 18.30, mi marido salió con la perrita de casa para ir a caminar, pero volvió a entrar y se demoró unos minutos. Winny había quedado afuera. Cuando la fue a buscar, ya no estaba. Recorrió los alrededores y nada. Yo no estaba en casa. A eso de las 22.30 me llamó para avisarme”, recordó Alejandra, conocida como Gigi en su pueblo natal.
Ese día comenzó una pesadilla para los Monneret de Villars, de la que aún no pueden despertar. “La buscamos por todos los barrios. Mi hija hizo publicaciones en las redes sociales, la compartimos en todos los grupos. Recibimos algunos llamados, informándonos de que la habían visto en barrio INTA, en el complejo deportivo. Acudimos a todos, pero no era Winny, se trataba de otros perritos”, recordó Gigi.
Pasaron varios días de intensos rastrillajes. “Una semana después, el sábado 17 mi marido recorrió nuevamente las vías del ferrocarril, que están a escasos 100 metros de casa. Ya había pasado al menos dos veces por ahí, pero esta vez pudo ver dentro canal, paralelo a las vías, una bolsa blanca que no estaba el día anterior”, detalló.
Rápidamente el hombre, un poco por curiosidad, se acercó, abrió la bolsa y se dio con una terrible postal: el cuerpo de Winny. Aún no estaba del todo rígido, por lo que sospechan que pudieron haberla matado unas horas antes, es decir, una semana después de su desaparición.
“Su cuerpo presentaba claramente puñaladas en el lomo, vientre y patitas. La cargó en el auto y la llevó a la comisaría local. Allí le dijeron que hay que presentar fotos impresas de Winny y de sus heridas. En eso estamos. No vamos a dejar que este hecho pase así nomás”, advirtió.
Winny, jugando con Gigi en otros tiempos
Gigi se lamentó: “Estamos destruidos. Suponemos que siempre estuvo cerca y no pudimos hallarla, no llegamos a tiempo para salvarla. Posiblemente estuvo cautiva. Nadie se imagina que una mascota puede estar en esa situación”. Y, agregó: “Tenemos miedo que pueda vivir en la zona alguien con la mente tan enferma de cometer semejante aberración. La policía tiene que investigar. Hay leyes contra el maltrato animal. Quién sabe qué otra mascota o qué persona pueda estar en peligro”.
Vecinos, intranquilos
El barrio Antártida Argentina se encuentra en una zona tranquila, a pocas cuadras de la comisaría y de la plaza principal de la localidad. Sin embargo, en los últimos tiempos, son varios los vecinos que notaron la presencia de gente extraña merodeando por sus calles. A eso se suma que, se registraron una serie de robos menores, pero que no dejan de intranquilizar a la gente del lugar.
En otro punto del casco urbano, Sergio Martearena, vecino del barrio parque Remanso, cercano al centro, fue víctima de un robo en su propiedad. También señala que se ve gente extraña recorriendo el lugar y que suelen juntarse en los cerros que rodean la urbanización.
Ahora se suma el caso de Winni, que despierta sospechas de que pueda residir en los alrededores alguien capaz de apuñalar hasta dar muerte a una inofensiva mascota.