Gustavo Sáenz: “Para cambiar la historia no hay que ser obsecuentes con los poderosos”
El gobernador Gustavo Sáenz encabezó esta mañana la entrega de escrituras a más de 200 familias de Cerrillos, General Güemes, Chicoana, Cafayate, La Merced, El Carril, Salta Capital y San Carlos.
El gobernador Gustavo Sáenz encabezó esta mañana la entrega de escrituras a más de 200 familias de Cerrillos, General Güemes, Chicoana, Cafayate, La Merced, El Carril, Salta Capital y San Carlos.
En su discurso, el mandatario expresó: “Queridos vecinos, hoy van a hacer realidad eso que vienen esperando hace tanto tiempo. Algunos 15 y otros 20 años para tener ese papel que le da la garantía y la seguridad, de que el techo en el que viven es suyo”.
Para que esto sea posible, señaló se necesitó de una decisión política y de un equipo trabajando para “resolver un tema de tantos años. Gracias al IPV, a los escribanos, a Inmuebles y a los intendentes. Gracias a ustedes por confiar y esperar tanto tiempo”.
Puso énfasis en que “los salteños somos luchadores, pero por sobre todo humanos y solidarios. Vamos a continuar con este trabajo. Van más de 3.000 escrituras entregadas”.
Por otro lado aclaró, que es su obligación tomar decisiones que afectan intereses de unos u otros. “Pero voy a hacer algo siempre y que me distingue de los demás políticos y es tener al ser humano por sobre todas las cosas como lo más importante a la hora de gobernar”.
Luego afirmó: “Es importante que cierren los números, la economía, que seamos un país creíble, que podamos pagar las deudas, pero sin deuda lo más importante es con nuestra gente, aquellos que sufren, los jubilados y pensionados, que siempre fueron los olvidados. Yo no hice eso ni lo voy a hacer. El tiempo pasa y todos vamos a llegar a esa edad y a tener los mismos problemas y necesidades que ellos tienen”.
“Para cambiar la historia no hay que ser obsecuentes con los poderosos, con los que más tienen, con aquellos que no tienen ningún problema”, exclamó.
Recordó que los héroes de la historia lucharon por una patria justa y equitativa, en la que no haya argentinos llenos de privilegios, como en el centro del país, y argentinos llenos de necesidades e injusticias, como las que se viven en el norte. “A veces tengo ganas de llegar a Buenos Aires y patear puertas y decirles: basta muchachos, basta”, señaló.
