Fuerte salto de la desigualdad social y de la pobreza por los cambios en la distribución del ingreso
En los primeros 3 meses de la gestión de Javier Milei se registró la mayor desigualdad de la distribución de los ingresos de la nueva serie iniciada por el INDEC en 2016. Y un salto de la pobreza que habría llegado al 55% para el período enero-marzo.
Al aumento del desempleo y la caída de la población ocupada, se sumó la disminución de los ingresos en relación a la disparada inflacionaria, con particular fuerza entre las familias y hogares de menores recursos.
Los datos del INDEC del primer trimestre de este año muestran que el 10% de la población de mayores ingresos pasó de acaparar el 35,4% de la “torta” versus el 33,8% un año atrás y un 31,9% en igual período de 2022. El 10% de la población de mayores recursos tuvo ingresos 23 veces superiores al 10% más pobre, cuando en el primer trimestre de 2023 esa brecha había sido de 19 veces
En cambio el 40% de los sectores de menores ingresos bajaron otro escalón del 14,4% al 13,4%. Así, en proporción a los ingresos totales, se sumaron a la pobreza nuevos sectores en especial provenientes de la clase media asalariada y profesional
Del Informe se desprende o implica, según el especialista Leopoldo Tornarolli (Magister en Economía e la UNLP y profesor de Política Económica en la UNLP) “una tasa de pobreza de alrededor del 55% en enero-marzo. De ser correcto esto, la pobreza del primer semestre va a estar sobradamente por encima del 50%.” Si se proyecta sobre una población total de 47 millones, más de 23 millones estarían viviendo en hogares pobres.
Todos estos números se reflejan en el coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar en el Informe de “Distribución de Ingresos” del INDEC donde señala que “el cociente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas fue de 0,467 para el primer trimestre de 2024, mientras que en el mismo trimestre de 2023 el valor fue de 0,446, lo que muestra un importante aumento de la desigualdad en la comparación interanual”.
El coeficiente de Gini es un indicador de la desigualdad en la distribución del ingreso. Toma valores comprendidos entre 0 y 1. Cuanto más cercano a 1, mayor es la desigualdad en la distribución del ingreso y lo contrario cuando se acerca a cero (igualdad absoluta).
Esta aumento de la desigualdad se produjo pese a que en los hogares el peso de los ingresos no laborales (como ayudas del Estado) fue mayor para los deciles de ingreso total familiar más bajos (62,6%) y en los más altos del 13,6% (fundamentalmente ingresos financieros). Con los recortes en las ayudas sociales más el aumento del desempleo, los ingresos de las ayudas sociales habrían disminuido en el segundo trimestre, otro factor de impulso de la pobreza.
Por su parte, también hubo un salto en la brecha entre los ingresos de los varones del 24,2% al 27,2% en relación a los ingresos de las mujeres.
En tanto, la población asalariada se redujo pero los que se desempeñan sin descuento jubilatorio se mantuvieron en el 35,7%, de los cuales 25,8 puntos corresponden a los trabajadores de menores ingresos.