3 de octubre de 2024

Franco Galeano: «Las industrias de la carne, madera y economía del conocimiento son pilares del desarrollo del norte»

La ciudad cabecera del departamento San Martín se apresta a iniciar las celebraciones por el centenario de su fundación, que se extenderán por el término de un año. En ese contexto se recuerda a instituciones pioneras y una de ellas, señera en la organización social como el actual Centro de Empresarios de Tartagal, que se llamó en sus comienzos, Centro Comercial del Norte.

Lo integraban aquellos criollos venidos de diferentes provincias e inmigrantes de las más diferentes latitudes, como Europa y el Medio Oriente que enfrentaron múltiples dificultades desde lo más elemental, que era la falta de agua corriente, de electricidad, de una ruta, la carencia de escuelas o de centros de salud. Hoy su actual presidente es el licenciado Franco Galeano, un magister en Ciencias Políticas de 28 años de edad que durante el mes de junio y junto a otros 14 jóvenes accedieron a un programa organizado por la Embajada de Estados Unidos y la Universidad de Texas para que los futuros líderes de Argentina conozcan la realidad social, económica y política de la mayor potencia de occidente.

Sobre la situación actual de los departamentos del norte provincial se refirió Galeano antes de su próximo viaje a Estados Unidos.

Hacen 70 años¿qué temas debatían quienes integraban la misma institución que Ud. preside hoy?

Seguramente debatían sobre YPF, de cómo industrializar las materias primas, de la necesidad de contar con una ruta, pero hoy uno de los temas que tenemos que trabajar es la inteligencia artificial. El año pasado el Centro Empresario cumplió 90 años, organizamos un ciclo de charlas y trajimos gente que trabaja en la industria de la inteligencia artificial, – el disertante fue un profesional tartagalense- y nos centramos en cómo se puede aplicar la IA en un lugar como Tartagal. La propuesta que tenemos es por una lado educativa y por otro orientada a las pymes en temas como atención al público, pedidos, soluciones de stock. Estas herramientas reducen costo, mejoran la competitividad y mejoran la experiencia de cara al cliente. Con esos tres aspectos las pymes se afianzan localmente pero pueden salir para competir afuera y ganar otros mercados. Se me ocurre mencionar las artesanías que se producen en Tartagal que se pueden comercializar mediante cualquier empresa de mercado electrónica. La venta se puede automatizar, no así la fabricación de las artesanías de los originarios o de los criollos que trabajan de manera eximia el chaguar, el palo santo. En definitiva la alianza entre los que trabajan en IA y los artesanos puede producir un efecto expansivo muy grande.

Para el norteño ¿es desventaja estar lejos de los centros poblados y cerca de las fronteras con Bolivia y Paraguay?

Todo lo contrario; vivir cerca de las fronteras yo diría que es «la ventaja». Nos hemos criado mirando hacia Buenos Aires, dándole la espalda a las fronteras, pero la realidad es que tenemos una salida hacia Santa Cruz de la Sierra y al resto de Bolivia, y otra hacia Asunción de Paraguay para cruzar el Matto Grosso que yo veo como una enorme oportunidad para la región. Pero hay una cuestión burocrática que hace que todo pase por los puertos de Rosario o de Buenos Aires; pero también hay una falta de federalismo hacia el interior de la provincia de Salta. Hay regiones donde el Gobierno salteño pone mucha atención y en materia de representación política -diputados, senadores- los departamentos de Orán, San Martín y Rivadavia son los más bajos si lo comparamos con otros. Ahí es fundamental la coordinación entre los municipios y las fuerzas vivas, es decir las instituciones como la nuestra pero no solo de Tartagal, sino de todas las localidades de estos departamentos.

La iniciativa del CET de convocar a representantes de Orán y Rivadavia por el tema del servicio eléctrico ha sido un paso importante…

Tenemos un mal servicio eléctrico, en mal estado de la ruta nacional 34 y todo es consecuencia de la falta de inversiones y siendo una región tan grande no tenemos aeropuertos que años antes sí teníamos. Con Orán tenemos problemas similares, pero debemos actuar como aliados estratégicos, en una agenda en conjunto porque somos importantes por el peso económico y poblacional dentro de la provincia de Salta y no tenemos que perder de vista que en la medida que avance la industria de la minería de otras regiones, el norte se puede ir deteriorando cada día más. Si no somos capaces de ofrecerles a los sanmartinianos expectativas de vida buenas, seguramente se terminarán yendo a la región minera.

«Orán y San Martín tienen plazas turísticas, pero requiere de un plan estratégico porque en esa actividad hay  oportunidad».

¿Qué se le puede ofrecer a las nuevas generaciones para que no dejen el norte?

Una de las herramientas fundamentales para regiones como la nuestra es la economía del conocimiento. Si logramos tener 70 personas trabajando para afuera de la provincia o del país se generan trabajadores y también empresas, lo que implica una generación genuina de recursos que aportan a la economía local. Pero también hay muchas oportunidades en la industria forestal que históricamente le ha dado oportunidades productivas al norte, sin dejar de lado la industria cárnica; sobre esos tres sectores debemos especializarnos. Debemos aprovechar todo el know how que tiene la población en general en la industria maderera, especializando a los empresarios, desarrollando un núcleo de proveedores y acompañando con una oferta educativa acorde a esas industrias. Algo de eso sucede en localidades como Virasoro, en Corrientes, donde la industria es muy fuerte, donde los índices de desocupación son bajos, pero hay un proyecto estratégico que se lleva adelante.

Pero a los fines prácticos ¿qué se necesita para que esos proyectos sean una realidad?

Se necesita coordinación entre el sector privado y el público. A veces hay iniciativas muy buenas con intenciones muy nobles por parte del Estado, pero si no se convoca a los actores reales de la economía que es el sector privado, la magia no sucede. Se tiene que diseñar un plan estratégico que involucre a ambos y un tercer actor fundamental son las entidades educativas porque no se puede diseñar una ciudad que apunte a determinada actividad industrial si ya desde el nivel secundario no se está dirigiendo los esfuerzos y la capacitación al mismo fin. No se puede seguir con la sobre producción de recurso humano destinado a determinada actividad que no encuentra una salida laboral, lo que genera una enorme frustración y es ahí donde las universidades o las escuelas dejan de ser una herramienta de ascenso social, en definitiva el fin último del porqué de la educación pública. E insisto que es fundamental la coordinación entre las cámaras empresarias con los respectivos intendentes de cada localidad.

«Vivir cerca de las fronteras yo diría que es «la ventaja». Nos hemos criado mirando hacia Buenos Aires, dándole la espalda a las fronteras»

Hace algunos años se intentó una integración con el sur de Bolivia y el oeste de Paraguay en el desarrollo de turismo regional…

Hay un proyecto pero no hay un plan orgánico de trabajo. La movilidad que tiene el sector público en Paraguay y en Bolivia es muy dinámico porque en dos reuniones ya lo tienen al ministro de Turismo de la Nación sentado en una mesa y comprometiéndose. Nosotros y con mucha suerte, apenas si logramos que nos manden algún secretario del ministro de la provincia. Orán y San Martín tienen plazas turísticas, pero requiere de un plan estratégico porque en esa actividad hay una oportunidad interesante. Con dos carreras de motos programadas para este año, Tartagal tendrá por tres o cuatro días, cubierta su plaza hotelera que asciende a 626 y que si tienen una buena experiencia, van a regresar pero a la vez van a ser 626 agentes de promoción. Orán y San Martín se necesitan mutuamente para armar los paquetes turísticos y si bien hay muchos esfuerzos individuales, si no se institucionalizan, desaparecen en poco tiempo.

Los pioneros de Tartagal se dieron cuenta que las instituciones eran el camino…

     Fue gente que peleó para que tuviéramos un aeropuerto, el Dique Itiyuro y si era necesario se tomaban un avión y se iban a Buenos Aires para ir a gestionar lo que fuera. Hoy que estamos por celebrar los 100 años de Tartagal tenemos que poner en valor todo lo que ellos hicieron y seguir aprendiendo de ellos.

Eltribuno

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