Fernando López Iervasi: «La inteligencia artificial está diseñada para ayudar al humano, no para reemplazarlo»
Fernando López Iervasi, presidente de Microsoft Sudamérica Hispana, será uno de los principales disertantes en el nuevo ciclo de charlas «Hablemos de lo que viene», organizado por El Tribuno. Este jueves, el evento se centrará en la innovación y el impacto de la inteligencia artificial (IA), y López Iervasi abordará la temática específica de «La Nueva Economía de la IA».
La charla tendrá lugar en el Centro de Convenciones de Limache, a partir de las 17, y contará con la presencia de destacados expertos, quienes compartirán sus visiones sobre el rol transformador de la IA.
La nueva economía de la Inteligencia Artificial. ¿De qué va a tratar específicamente su exposición?
Vamos a tratar de cubrir el por qué el momento que estamos viviendo en tecnología es semejante a otros momentos de influencia tecnológica en la historia, como sea la aparición de la electricidad o la creación de la imprenta, ¿no?
Hoy estamos viviendo un fenómeno muy importante donde por primera vez, desde hace un año y medio, las personas pueden hablar con la tecnología de la misma forma que fuimos criados, es decir, en lenguaje natural. Y esto va a tener muchísimo cambio y la idea de esta semana es poder empezar a difundir ese cambio para que tememos conciencia de las posibilidades que se están abriendo para toda la sociedad.
¿Cómo llega la IA a esta altura?, ¿qué puede dejar la IA para el espectro económico? Para la empresa, la industria…
Cada tarea se puede volver más inteligente ayudada por la Inteligencia Artificial. Es simple y concreto. Cuando uno llama a un banco para ser atendido, lo atiende un operador y lo que quizás no vemos es que ese operador, ayudado por la inteligencia artificial, puede personalizar mucho mejor sus respuestas, puede satisfacer al cliente.
Entonces, ese es un cambio profundo que trae, por un lado, beneficios para el consumidor porque tiene una mejor respuesta y también beneficios para el empleado que está atendiendo a esta persona, porque tiene mejores herramientas para atenderla. Esto se ve en cualquier ámbito, mejoras de un proceso, mejoras en la calidad de vida de los empleados de una empresa, en la atención al ciudadano. En el caso de la ciudad de Buenos Aires implementamos hace poco la tecnología de inteligencia artificial generativa, lo que es mejoras en sus servicios de Boti.
«Invertir en inteligencia artificial no sólo mejora los procesos sino también trae un retorno muy tangible a las empresas; también a los estados en los servicios al ciudadano».
El Boti es el chat que cualquier ciudadano puede utilizar. Es muchísimo más inteligente que hace un año y medio, ¿por qué? porque aparecieron nuevas tecnologías, básicamente. Entonces, eso tiene implicancias muy favorables para la economía. Y si tomamos en cuenta algún dato, hicimos un ejercicio hace cuatro meses con el IBC, en todo Sudamérica, incluyendo Argentina, y lo que encontramos es, primero, que el 55% de las empresas en Sudamérica ya tienen implementada alguna solución de inteligencia artificial en sus procesos de negocios.
Ahora, ¿esto necesariamente involucra una baja en la toma de mano de obra?
No necesariamente. Yo diría que en tareas repetitivas, la idea es que la tecnología pueda tener un rol central y obviamente que las personas se puedan reentrenar para hacer tareas de mayor valor. Lo que estamos viendo es la conversión del tiempo de la persona en tareas de mayor valor agregado. Por ejemplo, lo que mencionaba antes es que a la hora de desarrollar un banco, la persona tiene que empezar a buscar información relativa a vos para darte una respuesta. Este es un tiempo que quizás no está tan bien utilizado. Ahora, si la persona puede atenderte más rápido, mejor, y después hacer más tiempo para que la segunda persona que está llamando la tenga con menos tiempo de espera, es un beneficio para todos.
Entonces, la tecnología que estamos viendo está diseñada para ayudar al humano, no para reemplazarlo. Y bien utilizada, esta puede tener un beneficio para toda la sociedad o comunidad.
¿Puede haber una rebelión de las máquinas a partir de la inteligencia artificial?
La tecnología no nos puede reemplazar. Por ejemplo, los sentimientos, las emociones. Realmente, detrás de la inteligencia artificial hay matemáticas, hay algoritmos. Es decir, hay probabilidades. No hay sentimientos ni capacidad cognitiva como la del cerebro humano. Con lo cual yo creo que estamos muy alejados de esto y personalmente no creo que suceda porque el alma y la emoción de las personas no tiene forma de ser reemplazada.
Vamos a pasos tan agigantados hablando de IA y en las escuelas seguimos teniendo planes de estudio del pasado. ¿Crees que está un poco disociada la educación de estas nuevas tecnologías?
Sí, totalmente. De hecho, las personas que hoy están en la universidad, tanto públicas como privadas, el 75% de los trabajos que van a tener esas personas todavía no fueron creados. Hay datos bien probados que es mucho más relevante la hora de educación, en edad más temprana posible que la edad más tardía posible. Es decir, el jardín de infantes tiene un rol central.
Hay que crear políticas públicas para que se incorpore en la edad más temprana posible la dimensión de lo que está ocurriendo en términos de tecnología. Y no es acerca de saber crear tecnología, es acerca de saber el uso que se le puede dar a la tecnología y los beneficios que las personas podemos tener a la hora de adoptar tecnología. Que, a partir de la nueva ola tecnológica, a diferencia de otras olas tecnológicas, hoy está disponible para todo el mundo y es accesible. Hoy cualquiera puede participar y cualquiera puede consumir tecnología. El lugar más cercano son los teléfonos móviles.
En cuanto al marco normativo, ¿se puede regular la IA? Se me ocurren ejemplos de que transforman voces, las fake news y ese tipo de cosas…
Tanto mi compañía como yo creemos que hay que regular. Yo creo en la regulación. A diferencia de lo que sucedió antes, hoy no se puede hacer cualquier cosa. Hoy si grabo la voz de una persona por 3 segundos, ya puedo reproducirla. Imagínate que te grabo a vos y con tu voz se haga un programa periodístico. ¿De quiénes son los derechos de la voz?, ¿de quiénes son los derechos del contenido?, ¿con qué derechos utilicé tu voz?
Claramente se salta un marco regulatorio y de hecho estamos en conversaciones que con todo eso, con toda la región de Sudamérica, todos los gobiernos tienen en la agenda bien en alto el tema de la regulación y cómo regular. Obviamente que hay muchísimas líneas de pensamiento.
