20 de septiembre de 2024

«Es muy difícil hoy convencer a un inversor extranjero cuando tenemos un cepo»

El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) sigue dando que hablar, sobre todo en el ámbito minero que es el sector donde más expectativas se generaron en torno a este programa nacional.

Se tocó ese punto en una charla que el viernes pasado brindó la flamante secretaria ejecutiva de la Mesa del Litio, Flavia Royón, a la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM). Con la experiencia en cargos ejecutivos provinciales y nacionales en el área de minería y energía, la palabra de la ingeniera salteña adquirió relevancia en estos días.

El Tribuno accedió a la presentación de Royón, la cual incluyó preguntas. Estas son algunas de las respuestas:

¿Cuál es la expectativa con el RIGI?

Hoy hay mucho interés en el RIGI, hay muchas consultas de inversores extranjeros y locales. El RIGI puede ser una gran oportunidad para la Argentina porque cristalizando los grandes proyectos que tenemos hoy sin duda van a venir más proyectos. Inclusive a pesar de la caída del precio del litio que generaba dudas, el RIGI ha llegado para compensar está mala racha, si se quiere, en los precios del litio y hay empresas que están acelerando sus tiempos para poder aplicar el RIGI. Una de las grandes expectativas es que se cristalicen los grandes proyectos de cobre que tiene la Argentina. Y esto también va a dinamizar otros proyectos muy ligados a la minería. Así que la expectativa es buena. Este régimen está bien pensado, resuelve temas que la ley de inversiones mineras no tenía del todo resuelto.

Un talón de Aquiles del sector son las carencias que observamos en materia de infraestructura ¿Hay proyectos en ese sentido que se pueden desarrollar en el marco del RIGI?

Es una línea transversal la carencia de infraestructura en zonas mineras. Uno de los temas es la infraestructura energética. En Argentina tenemos la posibilidad de desarrollar un sector minero bajo en emisiones, porque tenemos recursos renovables de muy buena calidad y tenemos gas a precio competitivo, con Vaca Muerta, la segunda reserva de gas no convencional del mundo. Ahora la infraestructura es un desafío para llegar a las zonas mineras. Tenemos un sistema de transporte que está saturado. Los proyectos se localizan donde hay capacidad de transporte y no donde tiene las condiciones más competitivas para hacerlo. En la misma Puna argentina, donde están localizados los proyectos mineros es donde tenemos los lugares más competitivos para hacer energía solar, pero nos falta infraestructura. Entonces el desafío es cómo logramos desarrollar la infraestructura para que en estos sectores, donde confluyen la oferta y la demanda, se pueda abastecer la minería y a su vez también inyectar energía al sistema. De los 55 parques solares que hoy Argentina tiene en operación, 44 se encuentran en el Cuyo y el NOA. En el NOA es donde tenemos más potencia instalada y esto se debe a las buenas condiciones que tiene la Puna y el desafío es dar la infraestructura para que además de alimentar la minería puedan alimentar al sistema. La ecuación que hay que resolver es el tema del gas, que en el NOA es un desafío, sabemos que Bolivia en 2023 manifestaba no poder cumplir el contrato, ahora se llevó adelante la reversión del Gasoducto Norte, pero no va a alcanzar. También hay que resolver el abastecimiento desde Vaca Muerta hacia el norte ya sea ampliando un gasoducto, ampliando la capacidad de compresión o resolviendo el segundo tramo del gasoducto. La reversión del gasoducto se espera para diciembre de 2024. Para las opciones de abastecimiento del NOA hay una competencia entre plantear un nuevo gasoducto y resolver el tema de llevar el gas de Vaca Muerta hacia el Norte, la alternativa de gasoductos virtuales con GNL y líneas de transmisión y una cuarta que es hacer parques solares que no estén conectados a la red. Todo este tipo de proyectos también son candidatos para aplicar en el RIGI. Esto se resuelve en definitiva de costos y también depende el proceso y la potencia que requiera cada proyecto minero. Pero si uno hace los números la opción más competitiva desde el punto de vista es la opción de la energía solar con una línea de transporte de alta tensión. En este sentido hay cuatro proyectos, un proyecto planteado por YPF luz, otro por Central Puerto y otro por Genneia. A su vez la Provincia de Salta elaboró un master plan para el desarrollo de las líneas alta tensión en la Puna. Todos estos proyectos tienen un desafío regulatorio para poder concretarse, dado que se debe recuperar la inversión realizada en una línea y hoy la tarifa no tiene los incentivos suficientes para recuperar la inversión, es un tema a resolver, pero que las autoridades plantearon la voluntad de incluir una reforma regulatoria para que los proyectos se concreten. Esto es muy interesante porque podría ser uno de los primeros proyectos en una modalidad público y privada.

¿Qué está faltando para poder tener un despegue contundente en la minería en materia de inversiones y desarrollo de proyectos?

Dos cosas. Primero que Argentina solucione sus temas macro. Es muy difícil hoy convencer a un inversor extranjero cuando tenemos un cepo. Es siempre la primera pregunta de los inversores ¿cómo entro a la Argentina si después no puedo salir?. Es lo más difícil de explicar y es donde tenemos más falencias de credibilidad. Porque esto no es la primera vez que lo hace la Argentina. Si uno mira la historia, las restricciones cambiarias se repiten y lo que pregunta un inversor es por qué les creería ahora. Entonces, lo que se impone es arreglar la macroeconomía. Creo que Argentina emprendió un camino, inclusivo lo emprendimos en la gestión anterior, de entender que hay que arreglar los problemas de déficit, de inflación y que la Argentina más allá de la clase política entendió que este es el camino. El segundo punto creo que es el consenso político. El país necesita mostrar que hay un consenso político que va camino a que ciertos sectores como la energía y la minería hay una voluntad de acuerdo político de que es la ruta. Hubo muchas críticas en el RIGI y esto el inversor lo sigue porque también ante un cambio de signo político dicen que prefieren ver qué pasa en las elecciones siguientes, para ver si es sostenible. El RIGI es por lejos el régimen más generoso que ha tenido la Argentina entonces hay dudas sobre su sostenibilidad en el tiempo. Entonces lo que creo es que hay que tener un consenso político.

Eltribuno

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