El puente que cerró hace 16 meses, cayó en la grieta política y los vecinos piden reabrir
Un puente vehicular fundamental para las dinámicas de circulación entre los barrios de Palermo, Belgrano y Colegiales lleva exactamente 16 meses cerrado. Se encuentra clausurado por obras de mantenimiento que jamás se llevaron a cabo. Se trata del puente Soler o puente Ciudad de la Paz. Se eleva sobre las vías del ferrocarril Mitre, ramal Retiro – José León Suárez.
El puente fue cerrado al tránsito en enero de 2023. En ese momento, el Gobierno porteño, a través de lo que era la ex Secretaría de Transporte y Obras Públicas (hoy Secretaría de Transporte, dependiente del Ministerio de Infraestructura), informó que se requerían trabajos de mantenimiento y anunció que se demorarían doce meses.
Pero en todo este tiempo, los vecinos y vecinas nunca vieron trabajos de ningún tipo; ni siquiera hubo mantenimiento en lo que funciona como vallado de la obra anunciada.
Como es lógico, al estar cerrado el puente, el entorno comenzó a deteriorarse por la falta de movimiento peatonal y vehicular: desde hechos de inseguridad -incluso robos de bronce que antes no eran habituales-, ambulancias, bomberos y móviles policiales que no pueden cruzar, locales, bares y restaurantes afectados en su dinámica comercial por la interrupción del paso.
A lo que se suma la complejidad que significa para las familias el ida y vuelta de los chicos y las chicas a las escuelas de la zona.
¿Qué dice la Ciudad sobre las obras? Asegura que se está trabajando en un nuevo proyecto. Desde el Ministerio de Infraestructura informaron que la semana pasada se llevaron a cabo reuniones con vecinos, con funcionarios comunales y del área de Participación Ciudadana para informar los pasos a seguir: «El nuevo proyecto de recuperación del puente suma el mejoramiento del entorno», informaron a Clarín.
De todos modos, no hubo precisiones sobre los tiempos. «En un par de meses se estará realizando la licitación», dijeron. Y explicaron que las obras estuvieron frenadas debido a una desinteligencia entre los gobiernos de Nación y Ciudad, durante las gestiones de Alberto Fernández y Horacio Rodriguez Larreta. Es decir, hablar hoy de tiempos sería inconsistente.
Porque los tiempos de esta obra han sido inconsistentes casi desde el inicio. La disposición que aprobó la factibilidad de las obras en este «patrimonio arquitectónico y urbano del puente Ciudad de la Paz», fue originalmente publicado en el Boletín Oficial en junio de 2022.
Justamente al tratarse de un bien patrimonial, los trabajos deben preservar su originalidad; clásica construcción ferroviaria, conformada por una estructura de hierro.
Entre otras cosas, la obra tendrá el objetivo de solucionar fallas y además «alivianar» la estructura del puente, ya que con los años se fue cubriendo de capas asfálticas y de hormigón armado.
Hay que tener en cuenta que antes del cierre ya se había colocado una limitación en altura para que no fuera utilizado por vehículos de mayor porte, como camiones o camionetas. Esta zona de la Ciudad se encuentra fuertemente asediada por la construcción en altura, motivo por el cual circulan muchos vehículos transportando materiales de todo tipo, con un peso sobredimensionado para el puente.
Para determinar cuales son las fallas y el daño que presenta el puente, la Ciudad hizo ensayos de cargas dinámicas y estáticas, de dureza del material y simulaciones a través de un software específico.
Es que en su origen -1916- el puente fue construido para la circulación de tranvías. Casi 50 años después se le dio un uso vehicular; y como se dijo, se realizó una limitación para vehículos pesados recientemente.