El Monumento de Palermo que también sufre el vandalismo: estatuas mutiladas y robo de bronce
Sin pies, sin manos, sin dedos y brazos. Así se encuentran hoy algunas de las figuras que forman parte de uno de los conjuntos escultóricos más destacados de la Ciudad, ubicado en un sitio icónico del barrio de Palermo.
Se trata de la base del Monumento a la Carta Magna y las Cuatro Regiones Argentinas; más conocido por la mayoría como el Monumento de los Españoles, en el cruce de las avenidas del Libertador y Sarmiento. Una de las más bellas postales porteñas.
El monumento tiene dos grandes partes: las esculturas superiores, en donde se destaca la «gran dama de mármol» -la figura de la República Argentina- y las alegorías que la secundan. Y el basamento, compuesto por la fuente y el grupo escultórico de bronce, hoy vandalizado. Se encuentran representadas cuatro regiones del país, la Cordillera de los Andes, el Río de la Plata, la Pampa y el Chaco.
La fuente no tiene agua y las figuras de bronce presentan faltantes: pies, manos, dedos, brazos. Incluso parte del tridente que sostenía la figura alegórica del Río de la Plata. En la fuente también se ven faltantes de caños, de picos de agua y rejillas.
El deterioro no es nuevo, pero se ha ido incrementando. Si hace unos años faltaba una mano, ahora faltan la mano y el brazo.
En 2019 y en 2022 el monumento fue sometido a diferentes restauraciones, por eso sorprende su estado. El primero de los trabajos se hizo sobre la parte superior, cuando se repararon fisuras y desprendimientos, se realizó además una limpieza integral. Y en 2020 se trabajó en la base, con la «Ley de Patrocinio».
Vandalismo y robo de bronce
Los barrios que más sufren este delito son los de zona norte. Recoleta, Retiro y Palermo, en donde los edificios de categoría tienen -tenían- piezas de bronce en las puertas de los edificios y en los porteros eléctricos. Pero también se denuncian robos en el Area Central, en los alrededores del Congreso o sobre Avenida de Mayo, debido al gran stock de edificios antiguos, también con piezas de este metal en los accesos.
Otro sitio acosado por este delito es el Cementerio de Chacarita. El mes pasado las tumbas de dos glorias del automovilismo argentino, los hermanos Oscar y Juan Gálvez, fueron arrasadas.
Las que recordaban a Juan eran 21 y no quedó ni una de ellas. En el Recinto de Personalidades del cementerio también fueron robados los bronces de Alfonsina Storni, Quinquela Martín, Luis Sandrini, Francisco y Julio de Caro, José Amalfitani, Roberto Goyeneche, Adolfo Pedernera, Osvaldo Pugliese y Aníbal Troilo.
Respecto a los monumentos, esta claro que no se salvan ni por ubicación ni por importancia. De hecho, uno de los robos más escandalosos se llevó a cabo también en Palermo, el de los siete escudos de bronce -enormes- ubicados en el monumento Riqueza Agropecuaria Argentina, en la Plaza Alemania. Fueron arrancados, a lo largo de varias noches seguidas.
En cuanto al Monumento de los Españoles surge además una duda: ¿qué pasó con el patrocinio de empresas privadas que financiaron su restauración?
En 2022 el gobierno activó la «Ley de Patrocinio», que había sido votada en la Legislatura porteña en 2019. Esta ley habilita a empresas privadas a financiar trabajos de restauración y puesta en valor de monumentos (además, «restauración de entornos urbanos, edificios, fuentes ornamentales, esculturas y toda clase de bienes muebles o inmuebles de interés histórico, artístico o cultural»).
El dinero sólo debe destinarse a estas tareas, no se puede usar para otra cosa. A cambio, las empresas puede difundir sus marcas o productos en las mallas protectoras de los andamios. Samsung, según se informó en ese momento, aportó $ 8.390.000 para la restauración del monumento de los Españoles.
«Durante 2022 y 2023 el Gobierno de la Ciudad, a través del ministerio de Desarrollo Económico y el ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, realizó tareas de restauración de piezas faltantes en el monumento Carta Magna; a través del régimen de Patrocinio», dijeron desde el Gobierno porteño, y agregaron: «Teniendo en cuenta que el monumento podría sufrir nuevos daños y vandalizaciones, se resolvió resguardar el resto de las piezas realizadas bajo patrocinio».
Además, informaron que se está «trabajando en la reposición de las piezas faltantes, evaluando materiales alternativos que generen un mismo efecto visual pero que no tengan valor económico como el bronce».
Mientras tanto, la base del monumento luce sus figuras mutiladas, y tampoco queda claro cuál fue el balance del acuerdo de patrocinio con Samsung, ya que no se explicitó si los faltantes fueron anteriores o posteriores.
La accidentada historia del monumento
El monumento fue donado por los españoles residentes en la Argentina, en honor al Centenario de la Revolución Mayo. En 1908 le encargaron el diseño al artista plástico español Agustín Querol Subirats. Llegó a realizar los bocetos de la obra, pero falleció en diciembre de 1909, poco antes de la colocación de la piedra fundamental, lo que ocurrió en 1910.
La obra pasó entonces a manos de Cipriano Folgueras Doiztúa, un artista plástico, también español. Pero como Querol Subirats, falleció poco tiempo después. Finalmente, el monumento fue completado por Antonio Moliné. Estos cambios demoraron dos años el comienzo de la obra.
Luego, le siguió una huelga italiana. La protesta se realizó en las canteras de los Alpes Apuanos, ubicados en la zona de la Toscana, en la provincia de Massa y Carrara. De allí es el famoso mármol.
Más adelante se sumó otro contratiempo: el 20 de septiembre de 1914, una tormenta que se desató en Buenos Aires le amputó el brazo izquierdo a la figura de la dama que corona el monumento.
Existen dos versiones sobre como ocurrió el accidente: el brazo se habría partido cuando la figura aún no estaba colocada en su lugar, con la rama de un árbol. La otra historia cuenta que un rayo cercenó ese brazo.
La siguiente demora, en marzo de 1916, involucró a las figuras ahora vandalizadas: no son las originales, sino duplicados. Las originales se perdieron en un naufragio. Venían viajando desde Barcelona en el Príncipe de Asturias. El transatlántico chocó con una roca frente a Ilhabela (Brasil) y se hundió. Murieron 450 personas y se perdieron las esculturas.
Recién un año después se solicitaron las reposiciones a España. Las nuevas figuras tardaron dos años en llegar y luego quedaron retenidas en la aduana durante un tiempo indefinido. Existe un gris en la historia y se sabe poco sobre qué pasó en los años siguientes.
Recién en 1926 hubo un amague de inauguración, que fue suspendido porque faltaba un sistema de luces y no se había construido la vereda circundante. Finalmente la inauguración llegó, fue el 13 de marzo de 1927.