El Gobierno echó al secretario de Agricultura Fernando Vilella por diferencias sobre las retenciones
El Gobierno echó a Fernando Vilella, secretario de Bioeconomía, y dispuso la vuelta al nombre de Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, que desde este miércoles conducirá Sergio Iraeta, quien se desempeñó hasta ahora como subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal.
En un comunicado, desde el ministerio de Economía se dijo que Vilella presentó la renuncia. Allegados al funcionario desplazado indicaron que se va por considerar un retroceso conceptual al cambio de nombre dispuesto por el equipo que conduce el ministro Luis Caputo.
En rigor, la discusión central pasa por el debate sobre las retenciones. Vilella y su equipo sostienen que reducir los impuestos al campo no solo ayudaría al desarrollo agroindustrial sino también a la economía del país. Pero Caputo, y Milei, no quieren disensos que pongan en riesgo el aporte fiscal del campo.
Vilella estaba al frente de la secretaría de Bioeconomía -dependiente del Ministerio de Economía- desde el inicio del gobierno de Javier Milei, tras armar las propuestas de campaña bajo la coordinación el ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Vilella fue decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) y profesor titular de la cátedra de Agronegocios de esa institución durante 48 años, y elaboró el plan para el desarrollo del sector bioagroindustrial.
Tras el balotaje, desde que Caputo fue designado al frente de Economía ubicó a Vilella en un segundo plano detrás de Juan Pazo, secretario de Producción, que condujo el área en los temas más sensibles, en especial las retenciones. Cuando Vilella fue anunciado como futuro funcionario y buscó alinearse al equipo de Economía, el que lo recibió y condujo ese primer encuentro fue Pazo.
Desde ese primer día, las internas sobre el manejo del área tuvieron vaivenes. Pero nunca se disipó la desconfianza mutua. El vínculo se quebró cuando Pazo desarmó el equipo que había armado Vilella, el 5 de abril, luego de semanas de discusiones puertas adentro.
Aunque en Expoagro, a principios de marzo, se mostraron «diplomáticos» en las presentaciones de la feria, incluso acompañando en la recorrida al presidente Javier Milei, el germen de la discordia se venía arrastrando desde mediados de febrero, cuando Pedro Vigneau, principal subalterno de Vilella, firmó un acta junto a dirigentes agropecuarios, en la Fiesta Nacional del Trigo, en Leones, Córdoba.
El principal punto del acta, difundida masivamente, fue «eliminar los derechos de exportación que desalientan la producción y el compromiso de no intervención del mercado». Nada que no haya dicho Milei en la campaña, y que incluso ha repetido útimamente también Caputo. Pero fueron intransigentes con Vigneau y con Germán Di Bella, otro dirigente agropecuario de reconocida trayectoria, que en declaraciones periodísticas también sugirió la reducción de las retenciones.
En ese momento, Vilella buscó resistir los cambios de la mano de Posse. Pero el ex jefe de Gabinete, que sería echado por Milei un mes y medio después, eligió no confrontar con Caputo.
Con esas salidas, el equipo de Bioeconomía quedó desarmado y Vilella asumió que se quedaba sin respaldo, pero mantuvo sus convicciones y evitó aflojar ante las presiones de Pazo. Mientras tanto, se concentró en gestiones sobre temas técnicos, como coordinar acciones público-privadas para enfrentar a la «chicharrita», una plaga que afecta al maíz, y profundizó su vocación de abrir mercados de exportación.
De hecho, el comunicado de Economía sobre su renuncia se difundió mientras Vilella volaba hacia la Argentina, tras gestiones de comercio exterior que hizo días atrás en Japón y China.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, dio su versión sobre la salida de Vilella: «Tal vez Fernando no podía alinear algunos objetivos con los que tenía el ministerio y se busca eso, que cada funcionario esté alineado con los objetivos que tiene le ministerio de Economía. Lo que busca el ministerio es tener más cercanía con los productores y Vilella decidió dar un paso al costado».
Entre líneas, refleja que el motivo del cambio es que «los objetivos del ministerio de Economía» no coinciden con lo que piensa Vilella. En ese contexto, las retenciones constituyen el meollo del debate interno.
Quién es el nuevo secretario de Agricultura
Iraeta es abogado y productor agropecuario. Prácticamente desconocido en los ambientes ruralistas, su «fortaleza política» se basa en el vínculo familiar que tiene con Pazo.
Según la versión oficial «seguirá trabajando en línea con los objetivos del presidente Javier Milei de reducir la estructura burocrática del Estado, de potenciar las capacidades de los productores agropecuarios, de generar las condiciones para aumentar la competitividad y de seguir abriendo nuevos mercados para la heterogénea producción agropecuaria nacional».
A su vez, el ingeniero Manuel Chiappe -quien hasta hoy se desempeñaba como jefe de asesores de la Secretaría- será el nuevo subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal.
El comunicado del ministerio de Economía enfatiza al final que «el campo argentino, corazón productivo de nuestra Patria, es un pilar fundamental para la prosperidad del país y tiene todo para aportar en la recuperación de la economía. Este Gobierno está del lado de los productores rurales, y reconoce el colosal sacrificio que han hecho para engrandecer a la Nación».
Cuando el Gobierno echó a Vigneau y a Di Bella, adujo un «rediseño» del gabinete de Agricultura. Según afirmaron desde el ministerio de Economía, al reemplazar a Vigneau por Iraeta, el área iba a pasar a estar enfocado en «la gestión del productor». Más de dos meses después, esa idea no se ha explicado públicamente. Ahora Iraeta tendrá la responsabilidad de desarrollarla.