24 de noviembre de 2024

El Gobierno demora el REPO con bancos, negocia con FMI y gana margen para volver a los mercados

El Gobierno ya cumplió 11 meses de gestiones para obtener un préstamo de bancos internacionales por unos US$ 2.700 millones. Así, si bien fuentes al tanto de las conversaciones aseguran que el denominado REPO (repurchase agreement) «está en camino», Luis Caputo amplió el menú de opciones en las últimas semanas para financiar los fuertes pagos de deuda del 2025, gracias a la mejora del clima financiero y el acercamiento con Estados Unidos.

Desde diciembre, el ministro de Economía negocia con Santander, Morgan Stanley, Citi y Nomura un crédito que tendría como garantía la emisión de bonos. Se habla de los Bopreales, el título en dólares que usaron las empresas e importadores para cancelar deuda con proveedores y el pago de dividendos, y una tasa inferior al 8%. La expectativa en el sector privado es que se cierre en diciembre, pero Caputo ya no muestra la misma prisa que antes.

La idea en Economía es cerrar el REPO después de que el Tesoro compre los dólares al Banco Central para pagar el vencimiento de US$ 2.700 millones en enero con los bonistas, una operación que aún no se concretó, según pudo saber Clarín. «El ministro la cancherea y gana tiempo, hace un par de meses estaban apuradísimos y ahora tiran lujo, ojo, está bien, es como se juega a esto», reconoció un banquero al tanto de las conversaciones.

Dentro de las opciones, el Fondo Monetario volvió a aparecer en el radar tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y el encuentro de Javier Milei con el presidente electo en Florida. Caputo le dijo el miércoles a Clarín que conversa con el FMI un nuevo programa financiero, algo que podría incluir fondos frescos. Milei se reunirá el martes por primera vez desde junio con la titular del organismo, Kristalina Georgieva, en el G20 en Brasil.

El mandatario también mira con interés a China y se reunirá con su presidente, Xi Jinping, dejando atrás su negativa a hacer «pactos con comunistas». El gigante asiático es clave por la renovación del swap de monedas (vigente hasta 2026), las compras de soja y las inversiones en litio, los créditos para continuar las obras paralizadas en las represas de Santa Cruz, su rol en el Fondo y el financiamiento previsto para modernizar el Belgrano cargas.

Con una brecha cambiaria del 13% y un riesgo país en 769 puntos, el Gobierno se encuentra en mejor posición para recurrir a diferentes vías para aliviar las necesidades financieras en 2025. «Hay más márgenes, está el FMI, el REPO, quizás un canje de deuda, quizás la eliminación del dólar blend, y hay un colchón político que es Trump, hay menos riesgos que antes», señalaron en un banco extranjero.

Argentina debe afrontar el año próximo el pago de US$ 11.000 millones a los bonistas y US$ 3.300 millones al Fondo. En la city estiman que si se cubren con reservas los pagos de enero por US$ 4.500 millones (ya giró US$ 1.100 millones) y cierran un REPO por US$ 2.700 millones para los pagos de julio, los US$ 3.800 millones restantes con privados podrían patearse para adelante con un canje de deuda. Y el resto podría renegociarse con el FMI.

Si bien el director en el Banco Central, Federico Furiase, aseguró que «no se necesita salir al mercado porque los pagos están asegurados hasta julio» y debería haber «condiciones muy favorables», el vicepresidente de la entidad, Vladimir Werning, reconoció en Washington que buscan volver a los mercados, una posibilidad que se acrecentó con la reducción del riesgo país. «Al menos, debería bajar a 700 puntos», estimaron en un banco extranjero.

La última vez que la Argentina salió a los mercados fue el 4 de enero de 2018. Con un riesgo país de 360 puntos, el entonces ministro de Finanzas Luis Caputo emitió US$ 9.000 millones en títulos a 5, 10 y 30 años a una tasa de entre 4,65 y 6,95%. «Si podés salir al mercado, el REPO pierde relevancia (y tasa)», reconoció la misma fuente del sector financiero. «Los privados locales y otros de afuera tienen todo listo para el REPO y es Caputo quien está demorando la operación y lo hace inteligentemente», dijeron en otra entidad.

La suba de los bonos tiene lugar en un contexto donde la inflación bajó al 2,7% en octubre, sigue el superávit financiero, el Banco Central compra reservas y los dólares bajan. En ese marco, el ministro tendría un mayor margen de maniobra para financiarse a un menor costo en 2025. «Si antes la tasa era del 8 o 10%, ahora debería ser menor por la baja del riesgo país, yo cerraría el préstamo antes de fin de año», dijeron en el sector financiero.

Clarín

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *