7 de octubre de 2024

El DNU de Sturzenegger abre la puerta a un negocio para los bancos: el pago de sueldos a más de medio millón de empleados del Estado

El DNU 747/2024, que lleva la firma de Javier Milei, su Ministro del Interior Guillermo Francos y el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzengger, le quita la exclusividad a este banco público de pagar los sueldos de las personas que trabajan para el Estado Nacional, entre otras cosas. En concreto, el documento pone fin, entre otras cosas, al Decreto 1187/12 que determinó la obligación de implementar el pago de haberes al personal de la Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional mediante el Banco Nación.

Esto puede suponer un golpe para la entidad pública y un potencial negocio para los otros bancos, sobre todos los privados, que pueden salir a buscar la acreditación de los haberes de los empleados del estado.

«En total el BNA cuenta con 550 mil cuenta de haberes del estado nacional, lo que representa el 3,7% del total de nuestros clientes», explicaron fuentes de la entidad este miércoles. Aunque el monto parece menor, si se toma en cuenta el total de «cuentas sueldo» que actualmente operan en el Nación, se puede tener magnitud del impacto de esa potencial salida.

Según datos oficiales, al mes de mayo de este año, última información disponible, en el Banco Nación había 1.135.652 cuentas creadas para el pago de remuneraciones. Es decir, que las que están asociadas al empleo estatal representan casi el 50% del total de «cuentas sueldo» en el BNA.

Cuando en julio de 2012 el Gobierno de Cristina Kirchner dispuso la obligatoriedad para los empleados nacionales de cobrar sus salarios en el Nación, había justificado que la entidad era «uno de los principales bancos del mercado en materia de pago de haberes» y por eso se estimaba «oportuno disponer que el pago de haberes de todo el personal de las jurisdicciones y entidades de la Administración Pública Nacional se realice» a través de ese banco.

Actualemente, de las más de 10 millones de cuentas sueldo de todo el sistema, más de 6 millones se acreditan en bancos privados y otras 3.878.905 cuentas están radicadas en entidades de origen público.

La acreditación de haberes es un negocio disputado por la mayoría de la bancos. La cartera de empleados estatales puede resultar atractiva para las entidades privadas ya que, pese a la reducción del empleo público que encaró el Gobierno de Milei este año, se trata de una plantilla estable, con un bajísimo porcentaje de mora.

La decisión de quitarle al Banco Nación la exclusividad de la acreditación salarial de los empleados del Estado puede ser el puntapie incial de una desregulación mayor que impulsa el Gobierno. El mega DNU 70 que presentó Milei en diciembre pasado, le abría el juego a las billeteras virtuales para salir a disputarle a los bancos el negocio de la acreditación de los haberes.

La noticia elevó el tono de la habitual pelea entre bancos tradicionales y empresas fintech. Los primeros habían advertido que las cuentas fueras de las entidades bancarias tradicionales «no brindaban el suficiente respaldo» a los asalariados. Finalmente, esa medida entró en un limbo y todavía no vio la luz, pero podría estar en la carpeta de trabajo del actual Ministro de Desregulación y Modernización Estatal. En las billeteras, hay mucho interés por que así sea.

Clarín

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