El blanqueo y la venta de departamentos impulsan la demanda de cajas de seguridad privadas
En el primer semestre del año, se incrementó más de un 30% la demanda de cajas de seguridad privadas. Este negocio que habitualmente estuvo traccionado por problemas en la seguridad (robos básicamente), hoy tiene otros anabólicos para crecer: el incremento de las operaciones inmobiliarias de compraventa y la perspectiva del nuevo blanqueo de capitales que arrancó en la última semana.
Desde la Cámara Argentina de Empresas de Servicio de Alquiler de Cajas de Seguridad (CAESACS ) que nuclea a la mayoría de las empresas del sector, aseguran que “básicamente el aumento se debe a que se incrementó el negocio inmobiliario que tracciona el alquiler de más cajas y también el uso de salas de reunión y escritura”, explican.
Si bien el sector inmobiliario aún está lejos de su etapa de esplendor, viene sumando ventas en los últimos meses. Y en mayo las 4.590 escrituras de compra-venta de inmuebles que se firmaron en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, conformaron el valor más alto registrado en los últimos 65 meses, de acuerdo con los datos históricos del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires.
Por otro lado, desde la Cámara sostienen que, para el segundo semestre del año esperan un crecimiento de la demanda igual o mayor inclusive porque “el blanqueo puede generar más movimiento en este tipo de servicios de caja”, sostienen. Se refieren a la demanda que puede surgir del nuevo blanqueo fiscal denominado “Régimen de regularización de activos” que implementó la AFIP y ofrece una oportunidad de regularizar la situación impositiva a empresas e individuos. “A esto se suma el tema de la inseguridad que hace que cada vez más la gente guarde sus valores fuera del hogar”, agregan en la entidad.
Según la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), el 75% de las personas en el país guarda sus ahorros y valores fuera del sistema bancario tradicional. Y, aunque es comprensible la desconfianza en los bancos, la decena de empresas que sostienen el negocio de las cajas privadas aseguran que “es esencial considerar los peligros asociados con mantener los ahorros en casa”.
Estas cajas privadas son operadas por empresas, que, en general se manejan en zonas no demasiado cercanas a los bancos, pero tienen sus mismas normas de seguridad y seguros asociados. En algunos casos, son contratadas como servicio tercerizado por parte de los bancos.
El alquiler mensual promedio de una caja pequeña tiene un costo estimado mensual de $40.000, según los datos de la cámara. Y “ofrecen tranquilidad, porque tienen altísimos niveles de seguridad gracias a diferentes barreras de protección tecnológicas, mecánicas y biométricas; pueden contratarse por el tiempo que se necesite, sin limitaciones y acceder a los bienes en cualquier momento”, explican en el sector.
La contratación de una caja de seguridad tiene un marco legal de protección , amparado por el Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN). Entre las obligaciones de la empresa prestadora del servicio figuran las de “custodiar adecuadamente las cajas”, garantizar el acceso exclusivo del cliente y obviamente resguardar el contenido dentro de las mismas. En este ultimo caso, hay excepciones por causas de fuerza mayor, como desastres naturales o “vicios propios de los objetos”, es decir que se degraden por estar guardados, por ejemplo.
Juan Piantoni, CEO de INGOT, una de las empresas del sector y presidente de la CAESACS., las cajas de seguridad privadas ofrecen «una alternativa segura para resguardar los bienes más valiosos de forma discreta en un marco de protección legal. Es importante conocer las normas legales que regulan este tipo de servicio, así como las obligaciones y responsabilidades, para tomar la decisión inteligente de conservar los ahorros con especialistas y dejar de exponerlos a los peligros de tenerlos “bajo el colchón”, opinó.