El argentino Pablo Di Si dejó su puesto al frente de Volkswagen de Estados Unidos
20 de noviembre de 2024El ejecutivo argentino Pablo Di Si se alejó esta semana de la automotriz Volkswagen, luego de una meteórica trayectoria de diez años, en la cual llegó a ser el número uno de la automotriz alemana dentro de los Estados Unidos.
En un comunicado que emitió el martes en la red Linkedin, Di Si señaló que «es hora de un merecido descanso de bienestar y de pasar más tiempo con mi familia, amigos y centrarme en otras pasiones empresariales que tengo. Después de décadas de liderazgo en dos continentes, he decidido dejar el cargo de presidente y director ejecutivo de Volkswagen Group of America». A los 55 años, hace casi dos décadas que Di Si trabaja en el sector automotor y los últimos 10 fueron en Volkswagen.
Porteño e hincha de River, el vínculo de Di Si con el fútbol le abrió camino como estudiante: mientras jugaba en las divisiones inferiores de Huracán, aplicó para una beca deportiva en una universidad de Estados Unidos (Loyola), donde llegó con 18 años y se graduó en Administración de Empresas, con especialización en Finanzas (1994). Completó su formación en ese país con una licenciatura en Contabilidad en la Northwestern University (1996).
Tras dar sus primeros pasos laborales en las multinacionales Monsanto y Kimberly-Clark, en 2005 Di Si pasó al grupo Fiat, donde ocupó posiciones entre Estados Unidos y Brasil a lo largo de nueve años. En 2014 fue reclutado por Volkswagen y regresó a la Argentina para encargarse de la filial local, que venía de atravesar un escándalo de fraude interno con la anterior conducción.
Di Si ingresó a Volkswagen Argentina como director financiero y a los dos años fue designado presidente de la filial local, para la cual gestionó una inversión de 650 millones de dólares para producir el modelo Volkswagen Taos en la planta de General Pacheco.
Al año siguiente Di Si fue designado al frente de Volkswagen Latinoamérica y volvió a instalarse en Brasil. Desde San Pablo comandó la automotriz a nivel regional, lo cual incluyó la decisión de continuar produciendo en la planta de General Pacheco una versión renovada de la pick up Volkswagen Amarok.
Aquella renovación de la Amarok que (pandemia mediante) fue finalmente presentada este año, reemplazó la idea original de lanzar una nueva pick up junto con Ford Argentina, un proyecto que había sido denominado Cyclone y que finalmente las dos automotrices encararon en Sudáfrica y presentaron en 2022 con el nombre Amarok II.
En la carta que publicó este martes en Linkedin, Di Si pareció aludir a aquella decisión, que explicó desde una lógica financiera.
«Mientras estuve en Sudamérica, alenté al equipo a reconectarse con la rica herencia de Volkswagen en América Latina. Y a través de nuestros esfuerzos colectivos, consolidamos la marca como un ícono cultural, aumentando drásticamente la participación de mercado y transformando el negocio de pérdidas por etapas en ganancias».
Su siguiente etapa fue Estados Unidos. En septiembre de 2022 fue designado presidente y CEO de Volkswagen Group of America. En su misiva de este martes realizó una fuerte defensa de sus dos años de gestión, durante la cual lanzó una nueva SUV totalmente eléctrica (la ID.4) en la planta ubicada en la ciudad sureña de Chattanooga (Tennessee).
Sostuvo además que las ventas crecieron y que fueron renovados modelos como Atlas, Atlas Cross Sport, Jetta y Jetta GLI.
«Volkswagen of America tiene la línea de productos nuevos y renovados más completa en más de una década. Esto seguirá generando más tráfico hacia los minoristas y nuestros fantásticos concesionarios, muchos de los cuales seguirán siendo amigos mucho después de este capítulo», agregó Di Si.
Lo que no hubo durante su gestión fue la llegada de una nueva pick up Volkswagen, que era lo que le venían reclamando desde fines de 2022 los concesionarios de ese país, para competir contra la Ford F150, la RAM, la Chevrolet Silverado y otras grandes camionetas que cada año lideran el ranking de ventas en Estados Unidos.
Di Si llegó a Estados Unidos en 2022, cuando todavía seguía resonando el escándalo del «dieselgate», que consistió en un software que la automotriz introdujo en 11 millones de vehículos fabricados entre 2009 y 2015 en aquel país y que disimulaba -hacia abajo- las emisiones contaminantes de los vehículos con motor diesel. En 2016, Volkswagen acordó pagar una compensación de 17.500 millones de dólares a los propietarios de los vehículos y a las concesionarias.
El ejecutivo argentino había señalado, al arribar a su destino norteamericano, que llegaba para impulsar la electrificación de la oferta de vehículos, lo cual también fue interpretado como una decisión de la automotriz alemana para cambiar radicalmente su imagen y dar una vuelta de página. Este martes, en su despedida, remarcó que «hemos aprobado la próxima ola de productos híbridos para la región para los próximos años». Y en Volkswagen ahora le están buscando sucesor: todavía no fue designado.