15 de noviembre de 2024

Cumple cien años del edificio del «sombrero» rojo: el pionero en la esquina de las cinco cúpulas

En sólo dos años los arquitectos Paul Bell Chambers (británico) y Louis Newbery Thomas (estadounidense) construyeron uno de los edificios más pintorescos de la Ciudad: el First National Bank of Boston, con su singular cúpula circular, roja. Fue inaugurado hace 100 años, un 4 de noviembre de 1924. Hoy sigue operando como banco y es el corazón de la Fundación ICBC.

Además de la particularidad del edificio -de estilo neoplateresco- forma parte de una de las esquinas más curiosas de la Ciudad de Buenos Aires: la esquina de las cinco cúpulas, en Avenida Roque Sáenz Peña y Florida. Cinco mega cúpulas que compiten entre sí, a cuál más bella.

El Bank of Boston desembarca en Argentina en 1917 y para aquellos años ambas diagonales -la Norte y la Sur- comenzaban a tomar forma. Las obras habían arrancado en 1913 y en 1916 estaban trazadas las dos primeras cuadras, partiendo desde Plaza de Mayo.

En sus primeros años, la institución funcionó en un edificio pequeño, en la misma manzana. «El banco llega a Buenos Aires en 1917, en el contexto del intercambio comercial de lanas entre ambos países. Fue la primera sucursal extranjera del banco. Era un momento de expansión económica de Argentina. Arrancaron con 35 empleados y en poco tiempo tuvieron que mudarse porque la sede les quedaba chica», cuenta a Clarín Agustina Punte, responsable del área de Cultura de Fundación ICBC.

Así se piensa entonces en la construcción de este edificio. Los arquitectos Paul Bell Chambers y Louis Newbery Thomas tenían un curriculum impresionante para cuando tomaron el proyecto: juntos habían proyectado la estación monumental de trenes de La Plata y también trabajaron en la ampliación de la Estación Constitución. Además construyeron uno de los edificios más espectaculares del Bajo porteño, el Railway Building, en la esquina de Paseo Colón y Adolfo Alsina. La sociedad británica – norteamericana de estos arquitectos tenía en su CV otra obra: el edificio de la única sucursal de Harrods fuera de Gran Bretaña, en calle Florida.

Cien años de un ícono de la Diagonal. Foto: ClarínCien años de un ícono de la Diagonal. Foto: Clarín

Cuenta Punte que el edificio se construyó en sólo dos años. Pero la previa fue muy laboriosa: el programa del edificio contemplaba subsuelos y dos pisos destinados al banco, y el resto de los pisos, oficinas para alquilar. Por este motivo, la empresa pretendía construir más metros en altura.

La cúpula, de estilo neoplateresco, única en la Ciudad. Foto Guillermo Rodriguez AdamiLa cúpula, de estilo neoplateresco, única en la Ciudad. Foto Guillermo Rodriguez Adami

Pero la entonces municipalidad de Buenos Aires impuso normas muy estrictas para esta avenida, con alturas uniformes, que debían replicarse. Así se ve una línea constante de cornisas en todos los edificios de Diagonal Norte. La uniformidad se da incluso en la altura del Obelisco (que se inauguró varios años después, en 1936), que coincide con estas cornisas.

El banco, en plena obra. Detrás, a la izquierda, la cúpula de la Galeria Güemes. Del acervo del museo de la Fundación ICBC. El banco, en plena obra. Detrás, a la izquierda, la cúpula de la Galeria Güemes. Del acervo del museo de la Fundación ICBC.

Este ida y vuelta de planos entre el banco y la municipalidad demandó casi dos años. Finalmente la obra arrancó en 1922 y concluyó en 1924. «Tenía un sistema neumático para trasladar correspondencia y documentación de un lugar al otro del edificio, para completar los trámites más rápido. Tenía 8 pisos de oficinas en alquiler, 300 líneas de teléfono. Había servicio de peluquería, agua caliente en los baños, jabón líquido (una novedad por aquellos años). Los empleados tenían bowling, para distenderse», cuenta.

La cúpula desde el edificio de rentas de la familia Bencich. Foto gentileza @lareinadelascupulasLa cúpula desde el edificio de rentas de la familia Bencich. Foto gentileza @lareinadelascupulas

Adriana Cichero es fotógrafa y referente en redes sociales, conocida como @lareinadelascupulas. Lleva adelante un relevamiento de todas las cúpulas de la Ciudad, y las tienen geolocalizadas en un mapa abierto. «La del ICBC es una cúpula muy particular, porque es circular, está techada con tejas rojas y porque tiene en el remate muy bonito, es un pináculo con una linterna que es un globo de luz, escoltada por cuatro leones alados. Y algo que también me gusta mucho es cómo la cúpula está adaptada por dentro -tiene una biblioteca- e integrada para que la disfruten los empleados», dice Cichero. En la terraza está el comedor, incluso con mesas y sillas al aire libre.

El pináculo de la cúpula y los cuatro leones alados. Foto gentileza @lareinadelascupulasEl pináculo de la cúpula y los cuatro leones alados. Foto gentileza @lareinadelascupulas

De lunes a viernes, el portón de ingreso al edificio toma por sorpresa a más de un peatón que se queda contemplando una tradición inalterable desde hace 100 años: totalmente construido en bronce, se abre hacia abajo, se «esconde» de la vista en 25 segundos. A las 10 y en sentido inverso, a las 15. Pesa 4 toneladas.

Junto al portón, el pórtico de la ochava es otra de las atracciones del edificio. Más de 400 toneladas de piedra caliza de Indiana (Estados Unidos), que fueron talladas en Nueva York y luego trasladadas a Buenos Aires. De los cientos de bloques que componen esta fachada ultra ornamentada, y que viajaron en barco durante meses, sólo uno se partió; el resto llegó en excelente estado y así se conservan.

El portal de ingreso principal, en la esquina de Florida y Diagonal Norte. Foto Guillermo Rodriguez AdamiEl portal de ingreso principal, en la esquina de Florida y Diagonal Norte. Foto Guillermo Rodriguez Adami
El portal se abre puntualmente a las 10. Es de bronce y pesa 4 toneladas. Foto Guillermo Rodriguez AdamiEl portal se abre puntualmente a las 10. Es de bronce y pesa 4 toneladas. Foto Guillermo Rodriguez Adami

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El portón que se hunde y sorprende a los porteños

Como un ritual, un empleado o empleada designada por la empresa, bajaba al tesoro a accionar el sistema de apertura. Esto funcionó hasta la pandemia, cuando se discontinuó. En los primeros años de uso del edificio, esta zona tenía una curiosidad: en el subsuelo convivía el tesoro, con el bowling y las áreas de mantenimiento, electricidad y carpintería. Hoy las normas de seguridad son tan distintas que esta circulación sería inviable.

La biblioteca de la Fundación, en el interior de la cúpula. Foto: Guillermo Rodriguez AdamiLa biblioteca de la Fundación, en el interior de la cúpula. Foto: Guillermo Rodriguez Adami

A fines de los 90 se llevó a cabo una importante modernización y refuncionalización del edificio. Más allá de la circulación de gente vinculada a las funciones de un banco, y de la propia Fundación, se dictan carreras y cursos sobre temas de comercio exterior; de alguna manera re vinculando el origen del banco con la actualidad.

El portal más chico, por calle Bartolomé Mitre. Foto Guillermo Rodriguez AdamiEl portal más chico, por calle Bartolomé Mitre. Foto Guillermo Rodriguez Adami

Un dato: claro que es dificil competir con el portal de ingreso principal, pero el acceso por la calle Bartolomé Mitre no se queda atrás. Además, vale la pena buscar esta fachada para ver otras dos, en la vereda de enfrente. La ex sede central del banco «El Hogar Argentino», del arquitecto Alejandro Virasoro, el mayor exponente del estilo art decó. Y la ex sede del Banco Tornquist, de Alejandro Bustillo; ahora con obras en stand by, se transformaría en viviendas, coworking y sumaría un rooftop.

El conducto original, por donde "circulaba" la correspondencia. Foto Guillermo Rodriguez AdamiEl conducto original, por donde «circulaba» la correspondencia. Foto Guillermo Rodriguez Adami
Balaustrada, en el interior del banco. Las rejillas de las columnas son originales, de los conductos que ventilaban el interior del edificio. Foto Guillermo Rodriguez AdamiBalaustrada, en el interior del banco. Las rejillas de las columnas son originales, de los conductos que ventilaban el interior del edificio. Foto Guillermo Rodriguez Adami
La antigua libreta de ahorros del banco. Foto Guillermo Rodriguez AdamiLa antigua libreta de ahorros del banco. Foto Guillermo Rodriguez Adami
Una postal de esa esquina, aún con edificios bajos. Del acervo del museo de la Fundación ICBC. Una postal de esa esquina, aún con edificios bajos. Del acervo del museo de la Fundación ICBC.
Vistas desde el ICBC: la cúpula de la Equitativa del Plata de Alejandro Virasoro. Foto Guillermo Rodriguez AdamiVistas desde el ICBC: la cúpula de la Equitativa del Plata de Alejandro Virasoro. Foto Guillermo Rodriguez Adami

Clarín

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