Cumbre de economistas: temor al regreso de CFK, elogios al «Plan Peluca» y el riesgo de la «tablita» chilena

La Bolsa de Comercio de Buenos Aires fue escenario este martes de una cumbre de economistas con experiencia en la función pública, en la que destacaron la baja de la inflación y la brecha cambiaria, como parte de los primeros resultados del plan de ajuste de Javier Milei, aunque también advirtieron sobre los riesgos de apreciar el tipo de cambio, las elecciones y el aumento de la deuda.

«La actividad ha rebotado y eso debería continuar, los ingresos familiares están recuperando algo de lo perdido por la aceleración de la inflación en los primeros meses, y en la medida que recuperen niveles de consumo van a ir reaccionando. Y la recuperación de acciones y títulos públicos, en gran mayoría en manos de argentinos, generó un efecto riqueza importante», señaló Daniel Artana, economista jefe de FIEL.

El exfuncionario durante el gobierno de Fernando de la Rúa fue el primero en abrir el debate sobre el programa de Milei en la 60° conferencia anual de la fundación, y también en advertir algunas limitaciones, En ese sentido, estimó que la inflación «va a seguir reduciéndose», pero por arriba de la suba del dólar -hoy, del 2% mensual- por la suba pendiente en las tarifas y el incremento del impuesto a los combustibles. «Eso va a agregar ruido a la inflación», sostuvo.

«Uno debería tener una economía que no sé si será como buzo del presidente, con la actividad recuperando e inflación para abajo. El riesgo político es cuántos votos saca el Gobierno en las elecciones y cómo le va a la señora (en referencia a Cristina Kirchner) si es candidata a la provincia de Buenos Aires», dijo Artana.

A su turno, Miguel Kiguel caracterizó el plan antinflacionario de Milei como uno «sui generis». «No encuentro uno similar, tiene cosas realmente interesantes, se va a estudiar, el Plan Peluca es diferente», disparó. Y a continuación destacó entre sus componentes el ancla fiscal y el ancla nominal del tipo de cambio oficial: «Al principio era escéptico, creo que ha funcionado y hoy lo que guía la inflación es la tasa de devaluación, que probablemente se reduzca».

Si bien descartó que el programa tenga una política monetaria contractiva, sostuvo que «venimos bien» y lo comparó con los planes de estabilización posteriores a la Segunda Guerra Mundial para combatir la hiperinflación en Alemania, Bolivia, el Plan Austral y la Convertibilidad. Durante estos últimos dos, dijo que la inflación cayó en forma «brutal», mientras que el plan de Milei la redujo rápido al principio, pero «ahora está estancada y cuesta bajarla al 1%»

En el plano cambiario, el exsubsecretario de Finanzas durante la gestión de Carlos Menem asimiló el esquema vigente con la «tablita» de Chile en los años 70 durante la dictadura de Augusto Pinochet, un modelo elogiado en su momento por la escuela austríaca y la de Chicago, por el cual se usó el tipo de cambio como ancla nominal, lo que incluyó una devaluación en 1979 y su fijación posterior». «Llevó mucho tiempo para bajar la inflación», dijo Kiguel.

En ese marco, el titular de Econviews destacó el apoyo político al plan de ajuste y que la economía «va por el camino correcto», aunque no descartó turbulencias en el futuro. «Puede haber una turbulencia cambiaria o actividad, pero difícilmente una crisis como a lo largo de la historia», aseguró. Y subrayó que es una «oportunidad de oro» para empezar a levantar el cepo, aunque reconoció que «afectaría el clima de negocios».

A su turno, Hernán Lacunza remarcó el ritmo de la reducción de la inflación y el rebote dispar de la economía. En ese sentido, indicó que la baja del consumo duplica la caída de la producción, pero que la sensación del consumo era «ficticio» en 2023. «Ahora el Gobierno dice que vamos a tener un año caribeño, vamos a rebotar 5% y una inflación del 18% con mismo tipo de cambio real, alguna de las cosas no va a pasar», señaló.