Cómo convertir un viejo televisor en un smart TV de última generación con acceso a todas las plataformas de streaming
En lugar de estar ligada al hardware -como muchos podrían sospechar- la fecha de vencimiento de los televisores está anclada en el software. El problema surge cuando el sistema operativo deja de actualizarse y la supuesta inteligencia también se apaga.
En pleno avance de la obsolescencia programada existe un escape honroso para aquellos dispositivos que, aunque sus funciones están intactas, la interfaz ya no acompaña. La solución de hardware es un conversor externo basado en el entorno de Android.
Se trata de los Smart TV Box, pequeñas cajas rectangulares que se conectan a la tele vía HDMI. Además de incluir todas las apps que uno pueda necesitar, algunos vienen con los paquetes de streaming “bonificados”.
Estos equipos también aportan calidad, ya que, si la pantalla lo permite, se podrá aprovechar contenido en 4K, HDR o Dolby Vision, así como soportar audio de alta calidad como Dolby Atmos.
Los grandes exceptuados
Una de las principales diferencias entre los modelo que hay en el mercado es la resolución máxima que admiten. Los más modestos llegan hasta 1080p y los más completos, son compatibles con televisores 4K. Estos últimos arrancan en 65 mil pesos.
Si la tele soporta Ultra High-Definition, el conversor permitirá aprovechar la cantidad de píxeles por pulgada en todos los contenidos. Algunos, logran correr el códec VP9 para reproducir contenido 4K HDR en YouTube.
Para no sufrir una desilusión, es importante elegir un modelo que tenga un CPU quad-core, más un chip gráfico que pueda decodificar la señal de streaming en tiempo real y evitar que la imagen se quede congelada. Los que cuestan menos de 50 mil pesos no logran este cometido.
En cuanto a capacidad de almacenamiento, la medida estándar se fijó en los 8 GB. Sin embargo, algunos llegan a duplicarla, lo que implica que habrá más espacio para instalar aplicaciones, juegos o incluso, guardar series o películas.
A su vez, es clave que el conversor sea compatible con la doble banda 2,4GHz y 5GHz, de modo que se pueda conectar a la que esté más despejada para evitar el tráfico.
Otra posibilidad a tener en cuenta es que disponga de toma Ethernet para conectarlo a internet mediante cable, un requisito importante si vamos a consumir contenido ambicioso en cuanto a su definición.
No siempre es el mismo sistema
Desde el aspecto técnico, quedó demostrado que los televisores que utilizan alguna variante de Android son los más perdurables y no requieren un conversor.
En el terreno de las Smart TV Box hay dos sistemas que portan el mismo apellido, pero que tienen muchas diferencias en su estructura.
El más completo es Android TV, que se lanzó en 2014 y está basado en la plataforma móvil Android. Brinda una interfaz que resulta familiar para los usuarios ya acostumbrados a los dispositivos móviles.
Sin embargo, para poder instalar aplicaciones que están fuera de la Play Store, la mayoría de los set-top-box traen una versión antigua de Android, que integra el proyecto de código abierto AOSP (Android Open Source Project).
La gran diferencia es que los launchers están modificados para que imitar la interfaz de los smartphones y tabletas. Al estar alterado por los usuarios, es más vulnerable a los ataques.
La falacia del «todo gratis»
A modo de incentivo, muchos vendedores ofrecen instalar en estos receptores el polémico Magis TV, una app considerada la realeza de los IPTV ilegales, ya que abre las puertas a un importante catálogo de series y películas.
La misma se presenta como una alternativa para aquellos consumidores que desean disfrutar de un amplio catálogo de programas en un solo lugar, con varios niveles de subtitulado y múltiples idiomas.
En su web oficial, los desarrolladores aseguran que esta app ofrece «contenido de alta calidad» muy variado. Desde deportes, cultura, religioso, música, infantil, hasta noticias. A simple vista, se parece a Pluto TV.
De acuerdo al sitio, se alistan más de 900 canales en vivo, 5.000 películas y 5.000 series. Además de no brindar garantías sobre lo que se contrata a través de la plataforma, resulta muy sencillo infectarse con malware.
El éxito de Magis TV se basa en listas IPTV con streaming de diversa temática. Entre sus canales se puede ver fútbol en directo, los estrenos de cine, o los estrenos de Amazon Prime, Apple TV o Netflix.
Al ser una aplicación pirata, no se encuentra habilitada en ninguna de las tiendas oficiales tradicionales. Se consigue por lo tanto en sitios alternativos, donde la seguridad no es considerada un principio ético.
Si uno la va a instalar en su móvil, no deja de sorprender la excesiva cantidad de permisos que solicitan, muchos de los cuáles -como el acceso a la cámara, ubicación, contactos y archivos almacenados- son innecesarios para una aplicación de streaming.
Y si bien se descarga sin mucho trámite, no sirve de nada si no se dispone un usuario activo. La única forma de conseguir este acceso es pagando una tarifa. El servicio incluye un contacto de WhatsApp Business.
El costo suele ser de 9 dólares al mes, aunque algunos revendedores, a fuerza de aviso publicitario, lo dan sin cargo y con doble carga de malware. Todo esto sin que haya ninguna garantía de que vayan a mantener el servicio a largo plazo o utilicen los datos de la tarjeta para facturar cargos extra.